No son extraterrestres
Si lo normal no fuera que los deportistas se callaran, sino que hablaran, no habr¨ªa dedos suficientes para se?alarlos a todos
?Deben los deportistas opinar sobre pol¨ªtica? ?Es conveniente que lo hagan? El debate se abri¨® este verano a ra¨ªz de unas declaraciones de Kylian Mbapp¨¦ en las que, tras la victoria de la ultraderecha en la primera vuelta de las elecciones legislativas francesas, el futbolista franc¨¦s llam¨® a no votar a los extremos en la segunda vuelta; dos exdeportistas espa?oles, Juanma Iturriaga y Mar¨ªa Jos¨¦ Rienda, discutieron en estas mismas p¨¢ginas sobre ese asunto especialmente controvertido en Espa?a, donde los deportistas jam¨¢s opinan sobre pol¨ªtica. ?Deben hacerlo? ?Conviene que lo hagan?
Partamos de lo obvio: en una democracia, nadie est¨¢ obligado a opinar sobre pol¨ªtica; un pa¨ªs donde todo el mundo debe pronunciarse sobre pol¨ªtica no es una democracia: es una autocracia. Dicho esto, ?ser¨ªa saludable que los deportistas opinaran con normalidad sobre pol¨ªtica? Se dice a menudo que no porque los deportistas son j¨®venes, no est¨¢n bien informados y suelen equivocarse. Cierto, pero ?no nos equivocamos los escritores que opinamos sobre pol¨ªtica? ?No se equivocan los periodistas y los polit¨®logos? Por Dios santo, ?no se equivocan los pol¨ªticos? Se dice tambi¨¦n que los errores de los deportistas son especialmente perjudiciales, porque su popularidad los dota de una influencia enorme; cierto tambi¨¦n, pero ?no tiene influencia un polit¨®logo? ?No la tiene un pol¨ªtico? ?No son perjudiciales los errores que cometen pol¨ªticos y polit¨®logos? Y a la inversa: ?no pueden ser beneficiosos los aciertos de los deportistas? ?Qu¨¦ porcentaje de la derrota inesperada de la extrema derecha en la segunda vuelta de las elecciones francesas debemos a la toma de partido de Mbapp¨¦? Mar¨ªa Jos¨¦ Rienda lleva raz¨®n cuando afirma que, como deportista, ¡°vas a tener m¨¢s gente que te siga, te anime y te ayude si no te pronuncias pol¨ªticamente¡± y que una causa fundamental de la mudez pol¨ªtica de los deportistas es el miedo (¡°miedo de que, si se sit¨²an de un lado en un determinado debate, se pongan en contra a la otra parte¡±, miedo ¡°a perder subvenciones, apoyos de cualquier tipo¡±); ahora bien, ese mismo miedo es el que tiene o podr¨ªa tener cualquier profesional que decide opinar sobre pol¨ªtica, pese a ganar much¨ªsimo menos dinero que cualquier futbolista de ¨¦lite¡ En fin: yo creo que este debate est¨¢ viciado de ra¨ªz, y que el mero hecho de que se plantee revela que, en general, vivimos inmersos en una idea empobrecedora y falaz de la pol¨ªtica. ?sta no es un saber especializado, como la f¨ªsica o las matem¨¢ticas, ni siquiera como la econom¨ªa; si lo fuera, no tendr¨ªa ning¨²n sentido que vot¨¢semos todos los ciudadanos: s¨®lo deber¨ªan hacerlo los pol¨ªticos, o los pol¨ªticos y los polit¨®logos. Ese es el ideal de tantos pol¨ªticos que sue?an con una ciudadan¨ªa integrada por s¨²bditos, palmeros bien retribuidos o, en el peor de los casos, sujetos obedientes y silenciosos (¡°Haga como yo y no se meta en pol¨ªtica¡±, dec¨ªa Franco); tambi¨¦n, el sue?o de los polit¨®logos con ¨ªnfulas de cient¨ªficos (¡°La ciencia pol¨ªtica es a la ciencia lo que la m¨²sica militar a la m¨²sica¡±, dec¨ªa Javier Pradera). Contra ese sue?o, que es nuestra pesadilla, se invent¨® la democracia. Los deportistas de ¨¦lite no viven al margen de ella. No son extraterrestres: son ciudadanos comunes y corrientes, con sus deberes y sus derechos, tan responsables como usted y como yo de cuanto ocurre a su alrededor; o quiz¨¢ un poco m¨¢s, precisamente porque son unos privilegiados y sus opiniones pol¨ªticas pueden tener una influencia que no tienen ni la de usted ni la m¨ªa. Mbapp¨¦ pudo no tomar partido, no meterse en problemas, escurrir el bulto o hacerse el sueco, y no lo hubiesen se?alado con el dedo; pero si lo normal no fuera que los deportistas se callaran, sino que hablaran, no habr¨ªa dedos suficientes para se?alarlos a todos. Se dir¨¢ que eso no garantiza que vivamos en sociedades mejores; falso: eso garantiza que vivimos en sociedades m¨¢s democr¨¢ticas, que es la ¨²nica garant¨ªa de vivir en sociedades mejores.
En suma, la pol¨ªtica es demasiado importante para dejarla en manos de los pol¨ªticos. La pol¨ªtica es cosa de todos, incluidos los deportistas.
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