?Larga vida a Vox!

Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos. En plata: soy un ingenuo. Y usted tambi¨¦n, lector amigo. Y seguro que lo fue hasta el mism¨ªsimo Rafael Alberti, a quien acabo de robar el inicio de este art¨ªculo. Todos un poco tontos, gente que cree que la pol¨ªtica sirve para mejorar la vida de todos, para eliminar lo malo y fomentar lo bueno. Pero no: al parecer, la pol¨ªtica de verdad no sirve para tal cosa. Ah¨ª va un ejemplo.

Fuera de Espa?a me preguntan a menudo por Vox. Hasta hace poco, mi respuesta hab¨ªa sido siempre de una candidez terrible: si los espa?oles hici¨¦ramos bien las cosas, dec¨ªa, Vox podr¨ªa ser un fen¨®meno pasajero y la ultraderecha volver a las catacumbas, de las que nunca debi¨® salir. La explicaci¨®n era m¨¢s o menos la siguiente. Hasta 2018, cuando Vox irrumpi¨® en el Parlamento andaluz, Espa?a era uno de los poqu¨ªsimos pa¨ªses europeos sin la ultraderecha en las instituciones; esta ausencia provocaba una perplejidad universal, que algunos trat¨¢bamos de despejar invocando mayormente el recuerdo disuasorio del franquismo. Hasta 2018, ya digo. Adivina adivinanza: ?qu¨¦ ocurri¨® en 2017? Bravo: si a un extremo del ring aparece un bestia con un garrote, al otro extremo ¡ªno falla¡ª aparece otro bestia con otro garrote; en otras palabras: el detonante de la aparici¨®n del nacionalismo salvaje de Vox fue el nacionalismo salvaje del oto?o catal¨¢n de 2017, que a punto estuvo de llev¨¢rselo todo por delante. La primera vez que formul¨¦ esta evidencia me agraciaron con varios simp¨¢ticos calificativos, entre ellos el de criminal de guerra, pero no creo que quede ya nadie capaz de negarla. Ese era el primer rasgo esperanzador de Vox: se trataba de una ultraderecha reactiva, que podr¨ªa neutralizarse neutralizando el problema que la deton¨® (o al menos atenu¨¢ndolo). Pero hay m¨¢s. A diferencia de lo que ocurre en algunos pa¨ªses muy pr¨®ximos, como la Francia de Le Pen o la Italia de Meloni ¡ªno digamos el Reino Unido del Brexit¡ª, en Espa?a el repugnante discurso antiinmigraci¨®n carece de arraigo; tambi¨¦n el est¨²pido discurso euroesc¨¦ptico: Espa?a sigue siendo uno de los pa¨ªses m¨¢s europe¨ªstas de la UE. En cuanto a la nostalgia del franquismo, puede que peque de optimista, pero me parece patrimonio de una panda de perturbados, y sus derivadas, como el antifeminismo o el antiecologismo, en el mejor de los casos una forma descerebrada de protesta visceral contra los errores inevitables de las dos revoluciones m¨¢s urgentes de nuestro tiempo¡­ Sea como sea, lo seguro es que la ultraderecha espa?ola est¨¢ mucho menos solidificada que la francesa o la italiana, y por tanto es m¨¢s f¨¢cil disolverla. Eso es lo que yo pensaba no hace mucho; eso es lo que, en mi tonta ingenuidad, andaba contando por ah¨ª. Hasta que una vocecita me susurr¨® al o¨ªdo: ¡°Un momento, chaval. Pi¨¦nsalo bien: ?de verdad nos interesa que desaparezca Vox? Me refiero a nosotros. A la izquierda. A los moralmente superiores a la derecha. A los que hemos levantado un muro frente a ella. ?Nos interesa que Vox no exista? ?Qu¨¦ ocurrir¨ªa si no existiese? Evidentemente, que sus votos ir¨ªan o podr¨ªan ir a parar al PP, que ya no podr¨ªamos usar contra el PP el miedo a su alianza con Vox, que el PP podr¨ªa llegar al poder y que nosotros tendr¨ªamos que pactar con ¨¦l o volvernos a casa. En resumen, a nuestro pa¨ªs le interesa much¨ªsimo que desaparezca Vox, pero a nosotros no nos interesa nada: si Vox desaparece, nos arriesgamos a perder el poder. As¨ª que todos a una: ?larga vida a Vox!¡±.

?Ve como usted y yo somos tontos, amigo lector y votante como yo del Gobierno actual? Los listos son estos Maquiavelo de pacotilla que se pasan el d¨ªa inventando argumentos seg¨²n los cuales es bueno para todos lo que solo es bueno para ellos, que consideran que contra la derecha todo est¨¢ permitido ¡ªenga?os, manipulaciones, simplificaciones¡ª y que quien protesta o lo niega es un facha, aunque los haya votado. No s¨¦: a estas alturas me parece leg¨ªtimo preguntarse si a esta gente le importa de verdad el futuro de su pa¨ªs, de la izquierda y de la democracia, o si lo ¨²nico que le importa es el poder. Dejo a su criterio la respuesta.