Mary Katrantzou, una dise?adora de moda en el mundo de las joyas de lujo
La griega es la nueva directora creativa de marroquiner¨ªa y accesorios de Bulgari. Con su fichaje, la casa responde a cierta desaceleraci¨®n en el sector a la vez que homenajea el origen heleno de su fundador
Mary Katrantzou (Atenas, 41 a?os) presume de haber dado a luz a dos beb¨¦s en dos pa¨ªses diferentes. Uno de ellos se llama Michael y es el hijo que ha tenido con su marido, el neur¨®logo Marios Politis. El peque?o ha nacido en Grecia, pa¨ªs natal de la dise?adora. El otro beb¨¦ es su primera colecci¨®n como directora creativa de marroquiner¨ªa y accesorios de Bulgari, una l¨ªnea que acaba de alumbrar en Italia. ¡°Ambos son mis ni?os y espero que aprendan a quererse¡±, dice Katrantzou, en conversaci¨®n por Zoom desde el taller que tiene la casa italiana de joyas y art¨ªculos de lujo en Florencia.
Su nombramiento, anunciado en abril, caus¨® cierta sorpresa en la industria de la alta joyer¨ªa. A primera vista, contratar a una dise?adora de moda para dirigir una divisi¨®n de una marca de joyas puede parecer una decisi¨®n poco convencional. Pero el movimiento de Bulgari llega en un momento muy oportuno, justo cuando muchas firmas del sector est¨¢n reforzando sus l¨ªneas de marroquiner¨ªa y accesorios para paliar la desaceleraci¨®n de las ventas de joyas causada por la d¨¦bil demanda en el mercado chino.
¡°Son tiempos dif¨ªciles. Los clientes se est¨¢n moviendo a experiencias que tengan sentido para ellos y a marcas que les permitan conectar con un sistema de valores espec¨ªfico. Pero esa es la naturaleza de la moda: reinventarse y seguir cambiando¡±, explica Katrantzou, que comenz¨® su carrera en 2008. ¡°Yo veo esto como una oportunidad para alcanzar a nuevos p¨²blicos, para que nuevos clientes puedan comprar un bolso, un pa?uelo o unas gafas de Bulgari antes de comprar las joyas o los relojes¡±, contin¨²a.
Su misi¨®n no es solo llegar a audiencias m¨¢s amplias, sino tambi¨¦n generar la sensaci¨®n de novedad en un mercado saturado de novedades. Katrantzou sabe mucho de eso desde sus a?os como estudiante en Central Saint Martins, la escuela de arte y dise?o londinense de renombre mundial. Para su desfile de graduaci¨®n, en 2008, dise?¨® una colecci¨®n de vestidos de punto con estampados de trampantojo de joyas de gran tama?o que caus¨® sensaci¨®n. Poco despu¨¦s lanz¨® su propia marca, con la que r¨¢pidamente se gan¨® el elogio de la cr¨ªtica y el apodo de ¡°reina de los estampados¡±. Hoy tiene un negocio floreciente que lleva su nombre y que cuenta con m¨¢s 100 distribuidores, incluidos grandes almacenes de alta gama como Selfridges y Harrods en Londres y Bergdorf¡¯s en Nueva York.
¡°Cuando me ofrecieron el puesto en Bulgari, tuve que pensar en la log¨ªstica. Mi familia est¨¢ en Atenas, mi negocio est¨¢ en Londres y este nuevo trabajo est¨¢ entre Florencia y Roma. Pero mi coraz¨®n dijo que s¨ª desde el principio¡±, reconoce. ¡°Crec¨ª en Grecia, sintiendo un gran respeto por Bulgari. Es una marca que forma parte de mi formaci¨®n como dise?adora¡±.
En cierta manera, su fichaje da continuidad a los m¨¢s de 140 a?os de historia de la casa. Sotirios Voulgaris, fundador de Bulgari, era griego como ella. Voulgaris comenz¨® su carrera como joyero en su aldea natal, Paramythia. En 1877 se mud¨® a Corf¨² y luego a la ciudad italiana de N¨¢poles. Cuatro a?os despu¨¦s se fue a vivir a Roma, donde, en 1884, fund¨® la empresa tal como hoy la conocemos. ¡°Cada d¨ªa descubro nuevas conexiones entre la marca y Grecia. Las ra¨ªces grecorromanas est¨¢n ah¨ª: la simetr¨ªa y la armon¨ªa de los dise?os, la sensibilidad por los colores, la filosof¨ªa detr¨¢s de cada creaci¨®n¡±, apunta la dise?adora.
Su primera colecci¨®n para la casa italiana es una selecci¨®n de bolsos en colores lisos como el burdeos, el crema y el negro. Otros vienen impresos en oro y plata, o en una paleta caleidosc¨®pica de verdes, amarillos y morados. Katrantzou se ha inspirado en los mosaicos que decoran los suelos de las termas de Caracalla, el complejo hidr¨¢ulico romano construido durante el reinado de los emperadores Septimio Severo y Caracalla. Le parec¨ªa interesante empezar esta andadura haciendo un gui?o a la ciudad donde comenz¨® la leyenda de Bulgari y a algunos motivos arquitect¨®nicos que son una constante de la marca.
Hija de una interiorista y de un ingeniero textil, Katrantzou estudi¨® Arquitectura en la Rhode Island School of Design, en Estados Unidos. Su llegada a la moda fue casi accidental. ¡°Me surgi¨® la oportunidad de hacer un programa de intercambio en Central Saint Martins, pero solo hab¨ªa vacantes para un curso de textil. No hab¨ªa estudiado moda, pero quer¨ªa ponerme a prueba¡±, recuerda. Luego hizo el m¨¢ster de Moda de Central Saint Martins, bajo la tutela de Louise Wilson, la legendaria profesora que form¨® a dise?adores como Christopher Kane, Jonathan Saunders, Simone Rocha, Marta Marques y Paulo Almeida. ¡°Todos mis compa?eros ten¨ªan la ambici¨®n de crear su marca de moda¡±, dice. Ella lo consigui¨®.
Casi dos d¨¦cadas despu¨¦s, a Katrantzou le sigue gustando ponerse a prueba. Ve su nuevo puesto en Bulgari como una oportunidad para continuar su formaci¨®n y para aprender de los artesanos que tiene la casa romana en Florencia. ¡°Emplean procesos propios de la alta joyer¨ªa que ninguna otra marca de lujo utiliza. Por eso decimos que nuestro cuero es el m¨¢s fino de la Toscana, porque lo es¡±, sentencia.
Como directora creativa de su propia marca, tiene que dise?ar cuatro colecciones al a?o. Como directora creativa de marroquiner¨ªa y accesorios de Bulgari, tambi¨¦n. Pero sus creaciones para la casa de joyas no tienen que estar sujetas a temporadas o tendencias. ¡°Al rev¨¦s. Tienen que ser atemporales, ¨²nicas¡±, dice. Lujo perenne, en ediciones limitadas. ¡°Ese es el verdadero lujo: cosas que son para siempre, que pueden pasar de una generaci¨®n a otra. Piezas en las que vale la pena invertir y que se pueden coleccionar¡ como si fueran obras de arte¡±.
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