Cerco a la industria de la desinformaci¨®n
La UE prepara una ofensiva contra el negocio del bulo
¡°La idea clave es: no mientas, polariza. Crea un repositorio de noticias. Explota cualquier agravio y resentimiento preexistente. Haz que todo sea ¡®si no est¨¢s conmigo est¨¢s contra m¨ª¡¯. El otro bando no solo es parcial, sino que miente. Son malas personas. Tal vez incluso merezcan ser agredidos f¨ªsicamente o encarcelados. En ese entorno, se puede vender una versi¨®n alternativa de la realidad, aunque no haya ni una prueba que la respalde y una monta?a de pruebas que sugieren que no es cierta¡±. As¨ª sintetiza el modus operandi de la industria de la desinformaci¨®n uno de sus destacados estudiosos, el investigador del Centro de Filosof¨ªa e Historia de la Universidad de Boston Lee C. McIntyre.
Si con su ensayo de 2018 Posverdad (Cr¨ªtica) narr¨® la evoluci¨®n de la factor¨ªa global de hechos alternativos hasta su impacto en el Brexit y la primera victoria electoral de Donald Trump, McIntyre desglosa en Sobre la desinformaci¨®n (que la misma editorial publicar¨¢ traducido en Espa?a a principios del nuevo a?o) diversas claves sobre c¨®mo luchar por la verdad y proteger la democracia. Y lo hace mediante el an¨¢lisis del negocio de la intoxicaci¨®n, cuyo veneno hemos visto expandirse a lo largo del s¨²per a?o electoral de 2024 que ha llevado a medio planeta a las urnas. Principales ganadores con la realidad alternativa: el reelegido Trump y su gobierno de milmillonarios, con el due?o de X (antes Twitter), Elon Musk, ungiendo a los seguidores de su red social: ¡°Ahora vosotros sois los medios¡±.
Lo advirti¨® a principios de diciembre Alto Comisionado para los derechos humanos de la ONU, Volker Turk: el a?o que termina hemos vivido ¡°un tsunami de desinformaci¨®n en todo tipo de plataformas, incluidas las redes sociales¡±. En el entorno europeo, Bruselas acelera la producci¨®n legislativa en su contra. La Ley europea de libertad de medios, muchas de cuyas medidas se incluyen en el Plan de Acci¨®n por la Democracia aprobado por el Gobierno espa?ol, ser¨¢ de obligado cumplimiento en los Estados miembros a partir de agosto de 2025. Ya operan la Ley de Servicios Digitales y el C¨®digo Europeo de Buenas Pr¨¢cticas en Materia de Desinformaci¨®n. Y los propios medios deber¨¢n atender a se?ales de alarma como la que lanza el Instituto Reuters en su informe anual: el desinter¨¦s por las noticias alcanza un r¨¦cord hist¨®rico global, mientras que en Espa?a el desapego sube ocho puntos respecto al a?o anterior y predomina una inquietud generalizada por la desinformaci¨®n.