La extrema polarizaci¨®n envenena la legislatura m¨¢s incierta
PP y Vox conf¨ªan a la confrontaci¨®n total con el PSOE las distintas elecciones de 2024, mientras los independentistas amenazan la estabilidad con nuevas exigencias
Con una Espa?a malacostumbrada a la bronca pol¨ªtica y a la crispaci¨®n, uno de los principales problemas del pa¨ªs seg¨²n el CIS, la polarizaci¨®n, ha sido algo m¨¢s que la palabra del a?o. La Fundaci¨®n del Espa?ol Urgente (Fund¨¦uRAE) ha elegido este t¨¦rmino incluso por delante de la omnipresente y controvertida ¡°amnist¨ªa¡± a los encausados del proc¨¦s. Ese ambiente explosivo, que agrava la p¨¦sima relaci¨®n entre los dos principales l¨ªderes del pa¨ªs, Pedro S¨¢nchez y Alberto N¨²?ez Feij¨®o, se contagi¨® a las campa?as electorales de 2023, y salt¨® a la calle con el impulso del PP y Vox en las protestas frente a las sedes del PSOE por culpa de la futura ley de amnist¨ªa. Derecha y extrema derecha llevan ese malestar contra el llamado sanchismo como eje de su estrategia para las tres citas con las urnas en el primer semestre de 2024 (elecciones gallegas, vascas y europeas). El Gobierno, especialmente su sector socialista, conf¨ªa en que el tiempo y el calado de nuevas medidas sociales juegue a su favor y que la Espa?a fuera de la M-30 madrile?a sintonice mejor con una mayor¨ªa del pa¨ªs diversa, con fuerzas nacionalistas e independentistas que rechazan y temen la alternativa de un Ejecutivo de Feij¨®o condicionado por el apoyo ultra de Santiago Abascal, pero que no cejan en sus exigencias.
El 12 de enero de 2023 entr¨® en vigor la reforma del C¨®digo Penal que suprimi¨® el delito de sedici¨®n y abarat¨® el de malversaci¨®n con la intenci¨®n de favorecer a l¨ªderes independentistas catalanes condenados o imputados por el proceso separatista. Aquella decisi¨®n, continuadora en su filosof¨ªa de los indultos concedidos a los l¨ªderes del proc¨¦s para profundizar en un ambiente de concordia en Catalu?a, tambi¨¦n fue muy pol¨¦mica y no tuvo apenas efectos pr¨¢cticos sobre los dirigentes independentistas encausados y ahora, justo un a?o despu¨¦s, ya ni se menciona.
La posibilidad de una amnist¨ªa estaba entonces solo en el discurso reivindicativo de los independentistas catalanes y tard¨® unos meses en llegar. S¨¢nchez la neg¨® hasta las elecciones generales del 23 de julio, al igual que muchos de sus ministros. Todos la consideraban una medida inconstitucional, pero la asumieron tras comprobar que mantener el Gobierno pasaba por los siete votos clave de Junts, el partido del fugado Carles Puigdemont.
Inestabilidad y precariedad. Nunca un Gobierno tuvo unos n¨²meros tan ajustados desde las elecciones generales de 1977. La UCD de Adolfo Su¨¢rez gan¨® en 1977 y 1979 con 165 y 168 esca?os. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar tuvo 156 en su primer Ejecutivo (1996). Pedro S¨¢nchez part¨ªa de los 152 esca?os del PSOE y Sumar, que le dejaban a 24 votos de la mayor¨ªa absoluta frente a un bloque de oposici¨®n estable de 171 votos (PP, Vox y UPN). Pero ahora el cisma de partida entre Podemos y Sumar rebaja a¨²n m¨¢s el list¨®n del Gobierno de coalici¨®n progresista (147). Al presidente S¨¢nchez no le sobra ni un voto en este escenario y est¨¢ obligado ¡°por convicci¨®n y por necesidad¡± a negociarlo todo con Sumar, Junts, ERC, EH Bildu, PNV, BNG, Coalici¨®n Canaria y ahora con Podemos.
La primera amenaza seria que afrontar¨¢ le llegar¨¢ precisamente de uno de esos aliados. Es un buen ejemplo del panorama minado que acecha. Junts pretende tumbar el primer decreto de la legislatura, aprobado este 19 de diciembre, con el argumento de que ¡°pone en riesgo la amnist¨ªa¡±. La norma, con la que en principio se quiere dar un impulso a la digitalizaci¨®n de la justicia, recoge la suspensi¨®n de los procedimientos judiciales recurridos ante el Tribunal de Justicia de la UE, pero de su aprobaci¨®n depende adem¨¢s el cobro de 10.000 millones de fondos europeos. El Gobierno dispone de un mes desde su publicaci¨®n en el BOE para que el Congreso lo convalide. El PSOE deber¨¢ salvar este primer gran ¨®rdago: si Junts vota no y PP y Vox hacen lo mismo, el decreto quedar¨ªa autom¨¢ticamente derogado y se perder¨ªa esa partida. Todos los retos tienen su conexi¨®n.
Elecciones y campa?as: 28-M y 23-J. Las elecciones locales del 28 de mayo y las generales del 23 de julio pasado, tan conectadas, tienen mucho que ver con el clima de polarizaci¨®n que sufre la vida pol¨ªtica espa?ola. Los resultados del 23-J frustraron las expectativas generadas en Feij¨®o y su equipo, que ya se ve¨ªan en La Moncloa. Cinco meses despu¨¦s, el PP no parece haber digerido ese fracaso. S¨¢nchez y su partido protagonizaron un vuelco en el mes y medio transcurrido entre el 28-M y el 23-J. Sus movimientos para mantener el Gobierno pese a ser la segunda fuerza m¨¢s votada contribuyeron a que se dirigieran contra el l¨ªder del PSOE todo tipo de ca?onazos dial¨¦cticos.
La respuesta a los gobiernos de coalici¨®n que acordaron la derecha del PP y la ultraderecha de Vox en cinco comunidades aut¨®nomas y 140 ayuntamientos se produjo en el tiempo de descuento de la campa?a del 23-J, despu¨¦s de la debacle de la izquierda en los comicios locales que barrieron a la mayor¨ªa de ejecutivos del PSOE y Unidas Podemos. Ya entonces el electorado conservador fue espoleado con un presunto ¡°plebiscito al sanchismo¡± y un grito de guerra, ¡°Que te vote Txapote¡±, que la presidenta madrile?a, Isabel D¨ªaz Ayuso, puso de moda y que tanto molest¨® a varias asociaciones de v¨ªctimas que tuvieron que recordar que ETA desapareci¨® hace 12 a?os. La Espa?a perif¨¦rica se convirti¨® en el s¨¦ptimo de caballer¨ªa para la remontada de S¨¢nchez y acudi¨® a su rescate en las generales de julio: PP y Vox solo lograron 8 de los 48 esca?os en Catalu?a y 2 de los 18 diputados en Euskadi.
La impotencia de Feij¨®o para disfrutar de alg¨²n aliado ante el fantasma de la presencia de Vox a su sombra ha permitido a S¨¢nchez seguir gobernando, pero en un escenario m¨¢s dif¨ªcil: lo har¨¢ en medio de una enorme fragmentaci¨®n, con un Gobierno m¨¢s necesitado que nunca de todos sus socios y para casi todo, con apoyos tan impredecibles como los de Junts, capitaneados desde Bruselas por Puigdemont, y contra otra amenaza a su izquierda: desde la investidura ha perdido incluso los votos seguros de cinco diputados de Podemos seguidores de Pablo Iglesias tras su escisi¨®n de Sumar.
Vandalismo y Vox. El contrapeso territorial del PP a la potencia de fuego que otorga La Moncloa es apabullante, con una Espa?a auton¨®mica dominada por el partido asentado en G¨¦nova 13, que gobierna en 12 comunidades, 30 capitales de provincia y el 40% de los ayuntamientos de todo el pa¨ªs, adem¨¢s de disponer de mayor¨ªa absoluta en el Senado para torpedear y retrasar cualquier plan. El PP ha optado por una estrategia de confrontaci¨®n en la que se ha dejado arrastrar por Vox para convocar manifestaciones contra la amnist¨ªa en calles y plazas de toda Espa?a en el ¨²ltimo tercio de a?o. Muchos de los asistentes conflu¨ªan luego en Madrid en concentraciones promovidas por Vox y grup¨²sculos de extrema derecha, franquistas y neonazis, ante la sede estatal del PSOE en la calle de Ferraz. Las casas del pueblo vandalizadas rondan las 200, mientras los se?alamientos a los cargos socialistas no remiten en una polarizaci¨®n que ha tenido como ¨²ltimo episodio la renuncia al acta de dos concejales socialistas en el Ayuntamiento de Pamplona, se?alados, seg¨²n el PSN, para no votar la moci¨®n de censura contra la alcaldesa de UPN.
¡°Hay una polarizaci¨®n asim¨¦trica; aqu¨ª no hay sino gente que insulta y gente que somos insultados. Partidos que son asediados y l¨ªderes pol¨ªticos que instan al asedio de esas fuerzas pol¨ªticas¡±, resalt¨® S¨¢nchez esta semana en su balance de final de a?o tras verse unos d¨ªas antes con Feij¨®o en el Congreso. El l¨ªder de la oposici¨®n se neg¨® a acudir a La Moncloa para no reconocerle ninguna autoridad y tratarle como un interlocutor m¨¢s y no como a un presidente leg¨ªtimo.
Cat¨¢logo de insultos. El PSOE, coincidiendo con ese nuevo desplante de Feij¨®o, fabric¨® un v¨ªdeo para emitir en sus redes sociales en el que enumer¨® algunos de los insultos proferidos contra el presidente del Gobierno desde las filas populares: caudillista, fel¨®n, corrupto, cobarde, d¨¦spota, eg¨®latra, adanista, d¨¦bil, sectario, irresponsable, fr¨ªvolo, populista, inmoral, trilero, dictador, radical, golpista, matonista... Feij¨®o, que cuando hace casi dos a?os fue propulsado a la presidencia del PP para relevar a Pablo Casado dijo que no ven¨ªa a insultar a S¨¢nchez sino a ganarle, lleg¨® a frivolizar en recientes fechas con que el jefe del Ejecutivo de Espa?a podr¨ªa padecer de alg¨²n tipo de ¡°tic patol¨®gico¡±, por unas risas extempor¨¢neas que el presidente profiri¨® en un debate. Miguel Tellado, lugarteniente de ataque elegido por Feij¨®o como nuevo portavoz en el Congreso, brome¨® con que el presidente deber¨ªa irse de Espa?a ¡°en un maletero¡±.
El PSN entrega la Alcald¨ªa de Pamplona a EH-Bildu. El ep¨ªlogo de este periodo de ira y fuego ha sido el cambio en la Alcald¨ªa de la capital navarra. Joseba Asiron (EH Bildu) relev¨® a Cristina Ibarrola en el primer pacto en el que el PSOE ha facilitado el gobierno de una instituci¨®n a la izquierda abertzale en contra de lo que S¨¢nchez prometi¨® numerosas veces. ¡°Espa?a no gana una alcald¨ªa progresista, gana una alcald¨ªa reaccionaria y pierde un partido de Estado¡±, arremeti¨® Feij¨®o, que tild¨® al Gobierno de S¨¢nchez como el ¡°m¨¢s d¨¦bil, con menos palabra y con menos cr¨¦dito ¨¦tico de la historia democr¨¢tica¡±. La presidenta madrile?a, Isabel D¨ªaz Ayuso, ya le hab¨ªa marcado el paso un d¨ªa antes: ¡°No hay mayor indignidad que a S¨¢nchez le aplaudan los terroristas de fuera y los de dentro, con los que gobierna¡±. La autora del ¡°me gusta la fruta¡±, la justificaci¨®n a la que recurri¨® con sarcasmo tras referirse a S¨¢nchez en el debate de investidura como un ¡°hijo de puta¡± desde la tribuna de autoridades del Congreso, es la dirigente del PP que m¨¢s lejos ha ido en sus descalificativos contra el presidente: ¡°Ha decidido destrozar la democracia, vamos camino de la dictadura¡±. Feij¨®o no ha querido frenar esos arranques y ha recuperado a Cayetana ?lvarez de Toledo entre sus arietes en el Parlamento.
Reacciones diferentes ante la violencia pol¨ªtica. Hay otras diferencias en las actuaciones de los partidos ante momentos de especial virulencia. El PSOE exigi¨® y logr¨® la renuncia de Daniel Viondi a su acta de concejal madrile?o y de sus cargos org¨¢nicos despu¨¦s de que este edil diera tres toques en la cara al alcalde de Madrid, el popular Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida. Ese comportamiento contrasta con lo que Vox ha hecho con su concejal y diputado nacional Javier Ortega Smith tras encararse con un concejal de M¨¢s Madrid y lanzarle una botella de agua. Vox sigue defendiendo a Ortega, que ser¨¢ reprobado estos d¨ªas por la corporaci¨®n y ha sido cuestionado por Almeida y Feij¨®o. No por Abascal, que hace unas semanas acudi¨® a la toma de posesi¨®n de Javier Milei en Argentina y declar¨® al diario Clar¨ªn: ¡°Pedro S¨¢nchez no es astuto y h¨¢bil como la gente piensa. Un pol¨ªtico que no tiene escr¨²pulos tiene una ventaja competitiva sobre los pol¨ªticos honrados. Yo tengo unos principios. No puedo venderlos. S¨¢nchez no tiene ninguno. Habr¨¢ un momento dado en que el pueblo querr¨¢ colgarlo de los pies¡±. Se trata de un ejemplo m¨¢s de los decibelios de la pol¨ªtica que rebasan la burbuja pol¨ªtica y medi¨¢tica del Congreso y del Senado. Sus efectos se han reproducido en territorios como la Comunidad Valenciana, donde el vicepresidente Vicente Barrera (Vox) se enfrent¨® a un diputado socialista en un pleno y le golpe¨® en el pecho.
Elecciones, campa?as y pocos pactos. El registro en el Congreso de un texto consensuado por el PP y el PSOE para la reforma del art¨ªculo 49 de la Constituci¨®n y sustituir el t¨¦rmino ¡°disminuidos¡± por ¡°personas con discapacidad¡± es una gota de paz en el oc¨¦ano de la embarrada tirantez que persiste entre los dos grandes partidos. La renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), bloqueado por el PP desde hace m¨¢s de cinco a?os, pondr¨¢ a prueba hasta d¨®nde llegan las ganas reales de acuerdo de esas dos formaciones pol¨ªticas mientras Espa?a prosigue en un estado electoral perpetuo con elecciones gallegas el 18 de febrero y los comicios vascos previstos para marzo o abril. El remate ser¨¢n las europeas del 9 de junio, con circunscripci¨®n ¨²nica para todo el pa¨ªs.
Demora de la amnist¨ªa hasta las campa?as. Feij¨®o ha anticipado que piensa tomarse la revancha en las pr¨®ximas citas con las urnas, utilizando como test recurrente la ¡°traici¨®n¡± de un presidente que ha vendido Espa?a a los independentistas concediendo la amnist¨ªa a sus dirigentes. El l¨ªder popular avis¨® y cumpli¨®: usar¨¢ todos los instrumentos pol¨ªticos, institucionales, judiciales y sociales a su alcance, en la calle, en los parlamentos y hasta en Europa, para que la tensi¨®n ni se relaje ni caiga en el olvido. El primer elemento de combate ser¨¢ su mayor¨ªa absoluta en el Senado para frenar la ley de amnist¨ªa. La justicia podr¨ªa colarse en esta batalla por distintos frentes y en cualquier momento.
La tramitaci¨®n de la pol¨¦mica proposici¨®n de ley de amnist¨ªa, registrada por el PSOE y pactada con Junts y ERC, se aprob¨® finalmente a primeros de diciembre, ahora est¨¢ en su fase de enmiendas y entre enero, febrero y marzo superar¨¢ sus primeros pasos para llegar al Senado, donde el PP disfruta de mayor¨ªa absoluta y la frenar¨¢ al menos dos meses. La idea del PSOE es no tocar apenas el texto registrado, porque entiende que est¨¢ lo suficientemente afinado para superar el filtro de los recursos que llegar¨¢n ante el Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea y ante el Tribunal Constitucional. En estos meses, el Ejecutivo debe presentar sus primeros Presupuestos de esta compleja legislatura, y componer mesas de negociaci¨®n con sus distintos socios, algunos enfrentados y con intereses contrapuestos en Catalu?a y Euskadi, donde se medir¨¢n todos como competidores.
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