No hay agenda pol¨ªtica, hay agenda judicial
En un a?o sin elecciones, la atenci¨®n seguir¨¢ en los tribunales en 2025. Poco importa el resultado de una acusaci¨®n o querella: el objetivo es mantener un constante clima de tensi¨®n
La agenda pol¨ªtica de Espa?a ha pasado de estar marcada por las citas con las urnas a estar marcada por las citas con los tribunales. El pa¨ªs vive un intenso proceso de judicializaci¨®n de la pol¨ªtica que no tiene visos de amainar en 2025, con la derecha entregada al devenir de sumarios como el caso Koldo, que implica al exministro Jos¨¦ Luis ?bal...
La agenda pol¨ªtica de Espa?a ha pasado de estar marcada por las citas con las urnas a estar marcada por las citas con los tribunales. El pa¨ªs vive un intenso proceso de judicializaci¨®n de la pol¨ªtica que no tiene visos de amainar en 2025, con la derecha entregada al devenir de sumarios como el caso Koldo, que implica al exministro Jos¨¦ Luis ?balos, o las investigaciones contra la esposa y el hermano del presidente Pedro S¨¢nchez.
PP y Vox han confiado una enorme parte de su estrategia de oposici¨®n a la apertura, al desarrollo y a la exageraci¨®n de causas contra el Ejecutivo y su entorno. ¡°No hay agenda pol¨ªtica, hay agenda judicial¡±, afirma Alberto N¨²?ez Feij¨®o, presidente de los populares. Como admiti¨® su portavoz en el Congreso, Miguel Tellado: ¡°Nuestra obligaci¨®n es acabar con este Gobierno lo antes posible y lo vamos a hacer con todos los medios a nuestro alcance [...] Presentar una querella es la forma de actuar. Aqu¨ª, como dir¨ªa el expresidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar: ¡®El que pueda hacer algo, que lo haga¡±.
En privado, miembros de la formaci¨®n conservadora han admitido que impulsan algunas maniobras a sabiendas de que van a quedar en nada. No hay mejor ejemplo que la querella que el PP present¨® en la Audiencia Nacional contra el PSOE por supuesta financiaci¨®n irregular basada solo en dos testimonios an¨®nimos publicados en una web. El juez Santiago Pedraz apenas tard¨® siete d¨ªas en darle carpetazo al comprobar, incluso, la existencia de contradicciones en las versiones de esos denunciantes sin nombre.
Pero poco importa el resultado cuando el objetivo es mantener un constante clima de tensi¨®n. No dar respiro. Construir una imagen de corrupci¨®n generalizada. ¡°Pedro S¨¢nchez se va a sentar en el banquillo de los acusados tarde o temprano¡±, vaticina constantemente Santiago Abascal, presidente de la fuerza ultraderechista Vox, mientras su partido acude cada dos por tres a los tribunales a presentar denuncias y a personarse como acusaci¨®n popular.
Como contrapartida, el PSOE ha decidido cambiar de t¨¢ctica. Frente a la intensa judicializaci¨®n de la pol¨ªtica por la que opta la derecha ¡ªapoyada por otros actores secundarios, como el pseudosindicato Manos Limpias o el grupo ultracat¨®lico Hazte O¨ªr¡ª, los socialistas comienzan a deslizar que, en realidad, sufren una politizaci¨®n de cierto sector de la judicatura. El PP juega ¡°con las cartas marcadas¡±, resumi¨® S¨¢nchez.
Jos¨¦ Luis Mart¨ª, profesor de Derecho en la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona, cuenta que, cuando las sociedades se tensionan y las opciones pol¨ªticas dejan de tenerse un respeto, se abre la v¨ªa del ¡°todo vale¡±. La pol¨ªtica deja de ser un lugar de entendimiento para convertirse en un lugar de conflicto. Y ya solo queda una pregunta: ?Qui¨¦n gana ah¨ª?