El dise?ador sueco que reinvent¨® el estilo pijo americano: ¡°Nunca vas a parecer un payaso, nunca vas a parecer aburrido¡±
Mucho antes que Ralph Lauren y Tommy Hilfiger ya exist¨ªa Gant, quintaesencia del estilo ¡®preppy¡¯ desde hace 75 a?os. Christopher Bastin es el responsable de la resurrecci¨®n de una de las marcas m¨¢s idiosincr¨¢sicas de Estados Unidos
Christopher Bastin (Estocolmo, 51 a?os) tiene una primera edici¨®n de Take Ivy, libro de culto de 1965 en el que el fot¨®grafo japon¨¦s Teruyoshi Hayashida documentaba la vida de los estudiantes pijos en las elitistas universidades de la Ivy League estadounidense durante la posguerra. Bastin, que es director creativo de la firma Gant, guarda su ejemplar, autografiado por el propio Hayashida, en su casa, en una caja de cristal. Take Ivy no es la Biblia de Gutenberg, pero muchos en el mundo de la...
Christopher Bastin (Estocolmo, 51 a?os) tiene una primera edici¨®n de Take Ivy, libro de culto de 1965 en el que el fot¨®grafo japon¨¦s Teruyoshi Hayashida documentaba la vida de los estudiantes pijos en las elitistas universidades de la Ivy League estadounidense durante la posguerra. Bastin, que es director creativo de la firma Gant, guarda su ejemplar, autografiado por el propio Hayashida, en su casa, en una caja de cristal. Take Ivy no es la Biblia de Gutenberg, pero muchos en el mundo de la moda lo consideran la biblia del estilo preppy, las santas escrituras del ideario est¨¦tico estadounidense: camisetas de rugby y polos, chaquetas varsity, pantalones chinos y caquis.
Bastin suele revisitar este libro por una buena raz¨®n. Muchos de los j¨®venes que aparecen en sus p¨¢ginas paseando por los campus de hiedra perenne de Harvard y Yale llevan las camisas Oxford que convirtieron a Gant en un gigante textil en los a?os cincuenta y sesenta del siglo pasado. ¡°Si eres un ivy nerd, una primera edici¨®n de Take Ivy firmada es el equivalente sartorial a tener los Manuscritos del Mar Muerto autografiados por Dios. Gast¨¦ mucho dinero en esta copia. Ni le he dicho a mi esposa cu¨¢nto me ha costado¡±, reconoce el dise?ador en videollamada. ¡°Cuando se public¨®, en la d¨¦cada de 1960, ninguno de los estudiantes de esas universidades era consciente del estilo que representaba. Tuvo que venir un japon¨¦s obsesionado con la est¨¦tica americana para poner todo eso en valor¡±, explica desde las oficinas de la marca en Estocolmo.
Algo parecido ha ocurrido con Gant. Tuvo que llegar Bastin, un sueco, para poner en valor la historia de una de las marcas m¨¢s americanas de Estados Unidos, uno de los pilares fundacionales del estilo pijo yanqui junto a Brooks Brothers y J. Press. El dise?ador es director creativo de Gant desde 2019, pero lleva 20 a?os vinculado a la firma y es el responsable de haberla revitalizado.
Cuando lleg¨® a Gant, Bastin descubri¨® que no hab¨ªa archivo y se obsesion¨® con encontrar cada pieza de la historia de la marca. ¡°Ha sido como una expedici¨®n arqueol¨®gica¡±, dice. Tras cientos de viajes y de compras en eBay y en tiendas de ropa vintage de todo el mundo, ha conseguido construir un archivo con m¨¢s 2.000 piezas y referencias. La mayor¨ªa de ellas son camisas, porque durante tres d¨¦cadas Gant fue eso, una firma de camisas. En el archivo tambi¨¦n se guardan campa?as publicitarias y cat¨¢logos antiguos y discos de The Gants, una banda de rock de los sesenta que siempre vest¨ªa de la marca. ¡°Nunca tendr¨¦ todas las piezas del puzle. Es un juego que no acaba. Cuando mis hijos se van a dormir, me pongo a buscar camisas viejas en internet y a bucear en la historia de la marca¡±, dice.
Gant fue fundada en 1949 por Berl Gantmacher, un inmigrante jud¨ªo de origen ucranio que lleg¨® a Estados Unidos a comienzos del siglo XX con la ambici¨®n de hacer realidad el sue?o americano. Empez¨® cosiendo camisas en el Garment District de Nueva York y 20 a?os despu¨¦s abri¨® su propia f¨¢brica en New Haven, Connecticut, una de las capitales americanas de la confecci¨®n de ropa, sede de la Universidad de Yale y epicentro de la cultura WASP ¡ªacr¨®nimo que en ingl¨¦s define al grupo de blancos anglosajones y protestantes de clase alta¡ª.
Las camisas de Gantmacher no tardaron en convertirse en las favoritas de los alumnos de Yale y en objeto de deseo para todo aquel que aspirara a ser un wasp. Los hijos del empresario, Marty y Elliot, siguieron el negocio hasta los a?os ochenta, cuando la marca pas¨® a manos de un grupo sueco. Ralph Lauren, hijo de inmigrantes jud¨ªos como Marty y Elliot y criado en el Nueva York de los cincuenta, se inspir¨® en Gant y en la est¨¦tica de la costa este americana para crear su imperio. Pero, seg¨²n Bastin, ya no queda mucho de ese estilo preppy original en las calles de Nueva Inglaterra. ¡°He ido muchas veces a esa parte de Estados Unidos y cada vez se ve menos de todo eso¡±, admite.
Bastin se considera m¨¢s un curador que un dise?ador. De hecho, no estudi¨® dise?o. ?l quer¨ªa ser m¨²sico, hasta que con 17 a?os se dio cuenta de que no iba a llegar a ser una estrella de rock y empez¨® a trabajar en una tienda de ropa en Estocolmo. Se volvi¨® un experto en el denim vintage en un momento, la d¨¦cada de 1990, en que ese material estaba de moda para marcas en expansi¨®n como Diesel. Fue entonces cuando el gigante textil sueco H&M llam¨® a su puerta. ¡°Se me acerc¨® un ejecutivo y me dijo: ¡®El otro d¨ªa estaba en la tienda y me vendiste un par de jeans. Sab¨ªas mucho sobre ellos. Necesitamos a alguien como t¨²¡¯. As¨ª empec¨¦¡±, recuerda.
Trabaj¨® en el ¨¢rea de desarrollo de productos y compras de H&M y de ah¨ª salt¨® a la marca sueca Acne. ¡°Llevaba los bocetos de los dise?adores a los proveedores para ver c¨®mo pod¨ªamos convertir en realidad las prendas. Un d¨ªa me di cuenta de que lo que de verdad me gustaba era dise?ar¡±, explica.
En 2005, un amigo le anim¨® a que se presentara a una entrevista de trabajo en Gant. Buscaban un dise?ador de camisas. ¡°Fui y les dije: ¡®No s¨¦ qu¨¦ hago aqu¨ª porque no soy dise?ador¡¯. Me respondieron: ¡®Aqu¨ª nadie es dise?ador y nos va bastante bien¡±. Ahora tiene un equipo de j¨®venes creadores de todo el mundo con m¨¢s formaci¨®n que ¨¦l. ¡°Y m¨¢s talento¡±, a?ade. ¡°Yo aporto una visi¨®n y ellos la plasman¡±.
El dise?ador no ve Gant como una marca de moda, sino como una compa?¨ªa que vende un estilo. ¡°Llevamos haciendo lo mismo desde 1949, cuando surgi¨® la ropa deportiva americana. Mi trabajo es asegurarme de que la marca siga siendo relevante sin dejar de hacer lo que siempre hemos hecho¡±. Gant acaba de cumplir 75 a?os y su director creativo ha desarrollado una colecci¨®n que reversiona algunas de las piezas m¨¢s ic¨®nicas del archivo: una camisa a cuadros de los a?os cuarenta, otra de franela de los cincuenta, una camiseta de rugby de comienzos de los ochenta, una chaqueta de mediados de los noventa¡
La colecci¨®n aniversario llega en un buen momento para el estilo preppy, que ahora est¨¢ tan de moda como cuando surgi¨® en las universidades de la Ivy League. ¡°No pasa de moda porque lo puede llevar todo el mundo, es muy democr¨¢tico. Nunca vas a parecer un payaso, nunca vas a parecer aburrido. Es seguro, pero tambi¨¦n puede ser arriesgado¡±, reflexiona Bastin. ¡°El preppy puede ser m¨¢s o menos colorido, m¨¢s o menos ecl¨¦ctico, m¨¢s o menos minimalista, m¨¢s cl¨¢sico o m¨¢s moderno. Puedes convertirlo en lo que t¨² quieras¡±.
La alta demanda de este tipo de prendas ha llevado a Gant a volver a producir en Estados Unidos, cosa que hab¨ªa dejado de hacer en 1979. ¡°Llev¨¢bamos una d¨¦cada so?ando con volver a fabricar en Am¨¦rica. Y tardamos dos a?os en encontrar la f¨¢brica correcta¡±, apunta. Ahora, algunas camisas son confeccionadas en un taller de Carolina de Norte que lleva m¨¢s de medio siglo cosiendo prendas para Brooks Brothers. ¡°Solo hacen eso, camisas, desde 1952. Es muy caro hacer esto, pero vale la pena. Ofrecemos una de las mejores camisas del mercado¡±, concluye Bastin. El sue?o americano de Berl Gantmacher no ha acabado.