Mitolog¨ªa inc¨®moda: ¡®Unabomber¡¯ sigue siendo referente para gente tan dispar como Musk o Mangione

Carlos, navarro de 27 a?os, cuando se aburre, como la mayor¨ªa de chavales de su generaci¨®n, recurre al viaje aut¨®mata por diferentes redes sociales. Youtube, Tiktok, Instagram, X¡­ Al poco rato, aparece una publicaci¨®n que ya hab¨ªa visto. Un pantallazo de una aplicaci¨®n que en ingl¨¦s dice: ¡°Responde a m¨¢s fans con tu propia IA. Crea tu propia IA para responder preguntas, compartir links y conectar con tus fans sin tener que aceptar solicitudes de mensajes¡±. Detr¨¢s del mensaje aparece el rostro de un hombre barbudo, desali?ado y adusto. Carlos comparte el contenido con varios conocidos ideol¨®gicamente antag¨®nicos, que r¨ªen o comentan que tiene raz¨®n. Ese hombre es Theodore J. Kaczynski, el terrorista estadounidense conocido popularmente como Unabomber.

De entre todos los rincones de las redes sociales, de entre todas sus modas, pocas hay m¨¢s extravagantes que los post sobre Kaczynski. Fotos y v¨ªdeos con m¨²sica machacona y pegadiza que muestran su destartalado refugio, sus bombas caseras, pasajes de su manifiesto, su ficha policial o su retrato robot. Perfiles que animan a tomar la ¡°Ted-pastilla¡±. Una referencia de la pel¨ªcula Matrix en la que el protagonista Neo escapa de su c¨¢rcel mental-on¨ªrica tras ingerir una p¨ªldora roja. En su caso: el mundo industrial y sus consecuencias. El hombre, escribi¨® Baudelaire, recorre el mundo entre bosques de s¨ªmbolos que lo miran con ojos familiares.

Graduado precozmente en Harvard, Kaczynski complet¨® su doctorado en matem¨¢ticas en la Universidad de M¨ªchigan. Tesis tan compleja que se dijo de ella que solo 10 o 12 personas en Estados Unidos podr¨ªan comprenderla. M¨¢s tarde, fue profesor adjunto en Berkeley, renunciando apenas dos a?os despu¨¦s para aislarse del mundo en una caba?a sin agua corriente, gas o electricidad, de apenas 13 metros cuadrados en los bosques de Montana, al m¨¢s puro estilo de Thoreau o Emerson.

Desde all¨ª atent¨® contra acad¨¦micos, empresarios e, indiscriminadamente, contra civiles con explosivos caseros entre 1978 y 1995. Mat¨® a tres personas e hiri¨® a otras 23 con el objetivo de acelerar el colapso de la sociedad industrial. Sus env¨ªos convirtieron abrir el correo en fuente de nerviosismo para muchos estadounidenses. En 1995, propuso abandonar la violencia si un medio nacional publicaba un manifiesto de m¨¢s de 25.000 palabras en el que expon¨ªa c¨®mo los fundamentos sociales e industriales del sistema econ¨®mico hab¨ªan conducido a una ¨¦poca de sufrimiento y da?os ambientales.

Tras su muerte en 2023 se produjo un auge de su figura, que ya ven¨ªa acrecent¨¢ndose a trav¨¦s de diferentes series y pel¨ªculas

La fiscal general presion¨® y el The New York Times y el Washington Post lo publicaron. El gran error de Ted, vol¨® demasiado cerca del sol. Su hermano David identific¨® sus ideas y su estilo literario y lo notific¨® a las autoridades que, tras un an¨¢lisis ling¨¹¨ªstico, lo confirmaron. Durante toda su campa?a, el FBI dedic¨® m¨¢s de 50 millones de d¨®lares (su presupuesto total el a?o de la captura fue de 2.240 millones) y solo fue capaz de apresarlo gracias a las cartas que provey¨® su hermano. El diablo est¨¢ en los detalles. Afront¨® un juicio en el que se le deneg¨® poder representarse a s¨ª mismo a pesar de que se jugaba la pena de muerte: se declar¨® culpable de los cargos y se le conmut¨® la sentencia por cuatro cadenas perpetuas. David recibi¨® un mill¨®n de d¨®lares de recompensa; sus treinta monedas de plata.

Fue encarcelado en 1998 en la prisi¨®n de m¨¢xima seguridad ADX Florence, en Colorado, cambiando su caba?a de 13 metros cuadrados por una celda de siete. Permaneci¨® junto con miembros fundadores de Al Qaeda, cerebros del 11-S, esp¨ªas sovi¨¦ticos o ¡°El Chapo¡± Guzm¨¢n entre otros. Lo mejor de cada casa. En 2021, fue trasladado a una prisi¨®n medicalizada donde el 10 de junio de 2023 se suicid¨®.

Tras su muerte, se ha producido un auge de su figura que ya ven¨ªa aumentando desde la emisi¨®n de varias series y pel¨ªculas sobre su vida por parte de gigantes audiovisuales como Netflix o Discovery Channel. Su manifiesto ¡ªsiendo gratuito y de dominio p¨²blico¡ª sigue siendo uno de los libros m¨¢s vendidos en Amazon en la categor¨ªa de pensamiento radical; el FBI traslad¨® su caba?a en el verano de 2020 a sus oficinas centrales tras ver que se estaba convirtiendo en un lugar de peregrinaci¨®n y, este pasado junio, el libro Old King, de Maxim Loskutoff, que trata sobre Kaczynski, fue elegido como uno de los mejores libros del a?o por Publisher Weekly.

Si el fil¨®sofo alem¨¢n Max M¨¹ller ten¨ªa raz¨®n cuando defend¨ªa que tanto en la ¨¦poca moderna como en la de Homero tenemos mitos, ¡ªsolo que no los identificamos porque vivimos a su sombra¡ª Ted Kaczynski es uno de ellos. Originalmente influyente en muchos actores de movimientos radicales ecologistas por su tecnofobia, recientemente, sus virulentas cr¨ªticas contra el ¡°izquierdismo¡± le ha hecho ganar peso en los c¨ªrculos de extrema derecha. El terrorista noruego Anders Breivik, autor de la muerte de 77 personas y de m¨¢s de 300 heridos, plagi¨® extensas partes de su manifiesto. El partido neonazi griego Amanecer Dorado tradujo su obra en 2018. El ¡ªahora eliminado¡ª audiolibro fue creado por Augustus Invictus, conocido supremacista blanco estadounidense. Elon Musk tuite¨® que ¡°podr¨ªa no estar equivocado¡± y el pol¨¦mico comentarista estadounidense Tucker Carlson dijo sobre ¨¦l: ¡°mala persona, pero buen an¨¢lisis¡±. Luigi Mangione, el presunto asesino del CEO de UnitedHealthcare Brian Thompson el pasado 4 de diciembre, escribi¨® en la plataforma Goodreads una rese?a en la que dec¨ªa: " ¡®La violencia nunca ha resuelto nada¡¯ es una frase pronunciada por cobardes y depredadores¡±.

La figura del extremista viene mitific¨¢ndose por parte de perfiles pol¨ªticos desconcertantemente diversos: anarcoprimitivistas, ecofascistas, marxistas ortodoxos, conservadores¡­ Cada cual con sus propias incongruencias recoge e idealiza la figura y las ideas de Kaczynski. Ellos, al igual que los perfiles en redes sociales, romantizan el retorno a un modo de vida preindustrial por un diagn¨®stico dist¨®pico de la actualidad y su futuro. Utilizando, parad¨®jicamente, medios digitales con millones de seguidores para difundir una filosof¨ªa pol¨ªtica anti-tecnol¨®gica.

Carlos seguir¨¢ deambulando por redes sociales y volver¨¢ a ver una publicaci¨®n con Kaczynski, esta vez sobre publicidad en el cielo, y esta vez ser¨¢ ¨¦l quien diga que el estadounidense ten¨ªa raz¨®n. En el bosque de Baudelaire los s¨ªmbolos acogen y cobijan, pero tambi¨¦n enredan. Hay que andar prestando atenci¨®n, aunque sea un bosque de Montana.