El Liceu rescata ¡®La traviata¡¯ realista y de los bajos fondos de Par¨ªs
Repone la ¨®pera de Verdi firmada por el escen¨®grafo David McVicar y con las voces de Nadine Sierra, Javier Camarena y Artur Ruci¨½ski
No se podr¨¢ ver desde todas las butacas del Gran Teatre del Liceu pero el suelo del escenario hoy se convertir¨¢ en una l¨¢pida con el nombre de Violetta, la protagonista de La traviata, la joven que muere de tuberculosis, despreciada por la hip¨®crita sociedad burguesa que no le permite rehacer su vida y dejar atr¨¢s su pasado de cortesana. El escen¨®grafo David McVicar ha incluido ese l¨²gubre detalle para avisar de que la historia, que ¨¦l muestra reflejando los bajos fondos de Par¨ªs, acaba en tragedia. Durante 12 funciones y hasta el 2 de febrero, la popular¨ªsima ¨®pera de Giuseppe Verdi estar¨¢ dirigida por el director de orquesta Giacomo Sagripanti y representada en sus principales papeles por Nadine Sierra (Violetta), Javier Camarena (Alfredo Germont) y Artur Ruci¨½ski (Giorgio Germont).
Con la elecci¨®n de esta traviata, estrenada en Glasgow en 2008, el Liceu ha rescatado esta producci¨®n programada cuando estall¨® la pandemia y que fue la primera que se escenific¨® con la obligatoriedad de dejar espacio entre los asientos. La medida salv¨® in extremis la funci¨®n, pero redujo dr¨¢sticamente el aforo y lo situ¨® solo al 30%. ¡°Bienvenida sea La traviata de recuperaci¨®n¡±, explic¨® el d¨ªa de la presentaci¨®n el director general art¨ªstico V¨ªctor Garc¨ªa de Gomar, explicando que muchos aficionados demandaban poner de nuevo en cartel de nuevo la versi¨®n de esta traviata, que huye del glamur y sofisticaci¨®n para no camuflar su crudeza. Todas las entradas est¨¢n ya pr¨¢cticamente vendidas y se rozar¨¢ el lleno.
Un v¨ªdeo de promoci¨®n del Liceu apela al hilo conductor de esta ¨®pera con esta frase: ¡°Soy Marie, soy Margarite, soy Violetta¡±. La frase alude a Marie Duplessis, la prostituta de la que se enamor¨® Alejandro Dumas hijo y que inspir¨® su novela La dama de las camelias, con Margarita como protagonista. Verdi vio una obra de teatro basada en ella en Par¨ªs y apost¨® por ponerle m¨²sica y dar vida a Violetta y a su sacrificio por Alfredo. Posiblemente, tambi¨¦n influido porque la sociedad no le perdonaba que tuviera una relaci¨®n con una mujer, que tambi¨¦n se hab¨ªa prostituido, y con la que acabar¨ªa cas¨¢ndose. Pese a que su m¨²sica y sus arias se han hecho eternas, el estreno, en Venecia, en 1853, fue un sonoro esc¨¢ndalo. Leo Castaldi, el repositor, que ya hizo lo propio con La forza del destino en noviembre, revel¨® que la puesta en escena bebe del libreto en un 95%, pero tambi¨¦n de la novela y del personaje real. ¡°La ¨²nica licencia es que la acci¨®n se traslada a los a?os 80 del siglo XIX, pero no traiciona el esp¨ªritu de La traviata¡±, ha dicho.
Sobre el escenario se ve una mesa lujosamente decorada con candelabros y un piano de cola, pero la producci¨®n huye del lujo extremo para no olvidar qui¨¦n era Violetta. Primero es admirada hasta c¨®mo muere sola y abandonada por todos, salvo, al final, por Alfredo. La ¨®pera arranca, de hecho, con una subasta de los bienes de Violetta. El escen¨®grafo, cuenta Castaldi, viaj¨® con su equipo a la casa de campo y al apartamento de Par¨ªs donde vivi¨® Marie para inspirarse, ¡°y de ah¨ª encontr¨® la empat¨ªa y su humanidad¡±. ¡°Es una producci¨®n elegante¡±, ha afirmado el maestro Sagripanti, que dirigir¨¢ su primer Verdi en el Liceu tras ponerse al frente de la orquesta con obras de Rossini, Puccini y Donizetti. ¡°Es el t¨ªtulo que m¨¢s veces he dirigido en mi carrera. El t¨ªtulo m¨¢s representado en el mundo¡±.
Tras haber cantado ya en el Liceu, Lucia di Lammermoor, la soprano estadounidense, que ofrecer¨¢ tambi¨¦n un recital en abril, explic¨® que La traviata tiene una parte ¡°muy humana¡± y a?adi¨® que le agrada interpretar personajes tan vulnerables como el de Violetta. ¡°Cuando te sientes vulnerable, necesitas la confianza de la gente que te rodea. Aqu¨ª, Camarena y estos tres se?ores ¡ªen alusi¨®n a Castaldi, Ruci¨½ski y Sagripanti¡ª me han dado toda esta confianza¡±. Sierra y Ruci¨½ski mantienen una relaci¨®n de amistad, desde hace a?os. Esa buena relaci¨®n, seg¨²n el bar¨ªtono polaco, les permite ¡°concentrarse en la belleza de la m¨²sica y en expresar emociones reales, lo que es muy importante para el p¨²blico¡±. La expectaci¨®n es tal que la venta de entradas super¨® en n¨²mero a la de Madama Butterfly en diciembre, cuando a¨²n estaba en cartel. El teatro conf¨ªa en que el tenor mexicano se recupere completamente de las crisis de tos de las que se est¨¢ tratando y est¨¦ este viernes en el estreno.
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