C¨®mo influye el contexto en las decisiones que tomamos
A la hora de decidir nos condicionan la raz¨®n y la emoci¨®n, s¨ª, pero hay otro elemento menos obvio e igual de importante: el contexto. Conocer sus secretos nos puede ayudar en la vida.
Conocer c¨®mo tomamos decisiones nos ayuda a tener m¨¢s ¨¦xito en nuestros objetivos. Solemos pensar que decidimos por motivos l¨®gicos o que, al menos, somos capaces de explicar las razones. Si nos dan a elegir entre diversos productos gratis, creemos que escogemos aquel que m¨¢s nos gusta. Si nos preguntan si preferimos dinero inmediato o conseguir una mayor cantidad pasado un mes, pensamos que decidiremos seg¨²n nuestras circunstancias econ¨®micas. Explicamos nuestras razones por motivos racionales, porque es lo m¨¢s adecuado para nosotros, o por cuestiones emocionales, porque ese producto nos ha entrado por los ojos en el restaurante o en el supermercado. Sin embargo, nos equivocamos; al menos, en parte.
Somos m¨¢s complejos a la hora de decidir. No solo nos mueve la raz¨®n o la emoci¨®n, sino que tambi¨¦n somos vulnerables a otros factores que act¨²an en nosotros y de los que no somos ni tan siquiera conscientes. Y uno de los m¨¢s importantes es el contexto. Para comprobarlo, volvamos a los anteriores ejemplos, que son la base de interesantes investigaciones cient¨ªficas. Una de las m¨¢s antiguas se realiz¨® en 1977. Se present¨® a diferentes personas pares de medias o pantis y se les pidi¨® que escogieran unas, como si fueran un comprador. Todos los participantes seleccionaron los que estaban a la derecha. Lo interesante fue la explicaci¨®n de los motivos. No argumentaron ¡°porque est¨¢n a la derecha¡±, sino que lo justificaron por la calidad, la textura¡ Curiosamente, todas las medias eran iguales, de la misma marca y color. Parece que necesitamos justificar que hacemos las cosas por algo m¨¢s elaborado que su mera colocaci¨®n. Este es un ejemplo de c¨®mo el contexto f¨ªsico nos condiciona. La ubicaci¨®n importa y las empresas que venden sus productos en los supermercados lo saben bien.
El contexto no solo es f¨ªsico, sino que tiene otras dimensiones m¨¢s sutiles. En 2004, en la Universidad McMaster, en Canad¨¢, se pregunt¨® a un grupo de hombres heterosexuales si prefer¨ªan ganar 2 d¨®lares en ese momento o 15 d¨®lares pasado un mes. Cuando previamente se hab¨ªa mostrado una web de fotos de mujeres atractivas, los hombres seleccionaban los 2 d¨®lares. Sin embargo, si no hab¨ªan visto dichas im¨¢genes, se decantaban por ganar 15 d¨®lares pasados los 30 d¨ªas. Lo que nos sucede antes de tomar una decisi¨®n parece que puede tener tanto peso como la decisi¨®n en s¨ª misma.
Otro ejemplo de contexto est¨¢ relacionado con las personas que nos rodean, como se demostr¨® en la Universidad de Chicago. J¨®venes varones de secundaria son m¨¢s propensos a expresar mayores ambiciones profesionales en un cuestionario cuando en la sala hay tambi¨¦n chicas rellenando dicha prueba. Sin embargo, si solo hay chicos, las aspiraciones son menos ambiciosas en t¨¦rminos de ganar dinero o de ser famosos. Curiosamente, este hecho sucede aun cuando los resultados no se comparten y era un ejercicio completamente personal. Somos seres sociales y no es de extra?ar que nos veamos influidos por quienes nos rodean. Aunque sea de manera inconsciente.
Los contextos tambi¨¦n son amplificadores de las emociones. Entre diferentes objetos, nos parece reconocer m¨¢s im¨¢genes de miedo cuando hay una m¨²sica de fondo inquietante (y si no, recordemos el impacto descafeinado que produce una pel¨ªcula de terror sin sonido).
En definitiva, el contexto influye en nuestras decisiones, en nuestras emociones y en c¨®mo percibimos la realidad. Es una buena informaci¨®n para tener en cuenta cuando queremos conseguir un objetivo. Muchas veces nos centramos en qu¨¦ hemos de hacer, cu¨¢les son los pasos para conseguirlo, y no siempre reparamos si el contexto es el m¨¢s adecuado o c¨®mo podemos influir en ¨¦l.
Saber rodearnos de personas inspiradoras puede ser tan poderoso como tener claro el plan de acci¨®n. Si vamos a realizar una presentaci¨®n que nos cuesta, ponernos m¨²sica que nos anime y nos d¨¦ energ¨ªa tiene un efecto muy positivo para disolver nuestros temores.
Identificar si tenemos el contexto adecuado antes de una decisi¨®n o una conversaci¨®n importante nos ayuda a reducir impactos no deseados y a veces inconscientes. Si deseamos pedir algo a alguien, como un aumento de sueldo a un jefe, saber analizar si est¨¢ en su mejor momento puede ser tan ¨²til como tener una buena explicaci¨®n preparada. Y, por supuesto, hacer una compra m¨¢s inteligente en un supermercado significa salir del contexto habitual: reparar en productos que no est¨¢n en nuestro camino m¨¢s frecuentado o a la altura de los ojos.
El contexto es el marco sobre el que nos movemos, sentimos, pensamos y decidimos, e influye directamente en nosotros, aunque no siempre nos demos cuenta. O como escribi¨® Jos¨¦ Ortega y Gasset en Meditaciones del Quijote: ¡°Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo¡±. Si queremos conseguir un objetivo, analicemos tambi¨¦n nuestras circunstancias o contextos, porque ellos tambi¨¦n nos salvan.
Pilar Jeric¨® es coordinadora del blog Laboratorio de felicidad.
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