Deportes, comida sana... C¨®mo mantener los buenos h¨¢bitos del verano cuando volvemos a la rutina
Cuatro trucos para iniciar un cambio vital en septiembre e incorporar las actividades y la serenidad que nos han hecho sentir bien durante las vacaciones al resto del a?o
El par¨®n vacacional es una oportunidad para empezar a vivir de manera m¨¢s serena, introducir novedades y corregir malos h¨¢bitos que arrastramos desde el inicio del a?o. ?Es posible trasladar esa calma y buenos prop¨®sitos a la rentr¨¦e? Veremos c¨®mo llevar los nuevos h¨¢bitos asentados en verano al temido septiembre y m¨¢s all¨¢.
En las ¨²ltimas d¨¦cadas ha habido una evoluci¨®n por lo que respecta al cambio de h¨¢bitos y c¨®mo asentarlos. La vieja creencia de que basta con tres semanas para que u...
El par¨®n vacacional es una oportunidad para empezar a vivir de manera m¨¢s serena, introducir novedades y corregir malos h¨¢bitos que arrastramos desde el inicio del a?o. ?Es posible trasladar esa calma y buenos prop¨®sitos a la rentr¨¦e? Veremos c¨®mo llevar los nuevos h¨¢bitos asentados en verano al temido septiembre y m¨¢s all¨¢.
En las ¨²ltimas d¨¦cadas ha habido una evoluci¨®n por lo que respecta al cambio de h¨¢bitos y c¨®mo asentarlos. La vieja creencia de que basta con tres semanas para que una nueva rutina quede integrada es discutida hoy por muchos autores. Se ha constatado que hay personas que necesitan bastante m¨¢s de tres semanas, meses incluso, mientras que otras son capaces de afianzar el cambio en pocos d¨ªas. Esto es algo que han comprobado las personas que han dejado de fumar. Tras un mes sin tabaquismo, algunos vuelven y otros son capaces de cortar el mal h¨¢bito en seco sin reca¨ªdas.
El periodista Charles Duhigg, autor del ya cl¨¢sico El poder de los h¨¢bitos, afirma en todo caso que las vacaciones son un buen momento para iniciar un cambio vital, ya que nos encontramos en un entorno distinto, libre de las viejas presiones, donde empezar de cero, con lo cual podemos aprovechar para introducir nuevas pautas. La cuesti¨®n es: ?c¨®mo mantenerlas en medio de un curso lleno de estr¨¦s y exigencia? Veamos algunas medidas pr¨¢cticas:
Ajustar los h¨¢bitos a la rutina laboral
Un problema con los h¨¢bitos que hemos iniciado en las vacaciones ¡ªpor ejemplo: practicar deporte¡ª es, justamente, que se han generado en una rutina totalmente distinta a la que tendremos durante los meses de trabajo. Por lo tanto, pretender robar horas a la jornada para mantener ese nivel de compromiso es algo condenado al fracaso. Dado que lo m¨¢s parecido a unas vacaciones son nuestros fines de semana, lo realista ser¨ªa mantener el ejercicio los d¨ªas que libramos, siendo escrupulosos en no salt¨¢rnoslos ning¨²n fin de semana. Un h¨¢bito que se mantiene uno o dos d¨ªas cada semana sigue siendo un h¨¢bito. Tal como afirma la epidemi¨®loga y quinesi¨®loga Amanda Palush, ¡°hay evidencia cient¨ªfica de que un poco de ejercicio semanal es mejor que ning¨²n ejercicio¡±, y a?ade que estas rutinas saludables de fin de semana pueden promover un cambio de vida que se extienda al resto de d¨ªas.
Integrar uno detr¨¢s de otro
Otro enemigo a la hora de mantener los buenos h¨¢bitos es el maximalismo. Si abrimos demasiados frentes a la vez ser¨¢ f¨¢cil que abandonemos a las primeras de cambio, cuando tengamos un mal d¨ªa. Arist¨®teles ya dec¨ªa: ¡°Somos lo que hacemos repetidamente¡±. Pero la cuesti¨®n es qu¨¦ merece la pena ser repetido en medio del frenes¨ª cotidiano, hasta que forma parte de nuestra rutina y podemos ir a por el siguiente objetivo. Podemos elaborar una lista y poner en primer lugar lo que para nosotros es prioridad mantener o cambiar. Cumplir con ese peque?o objetivo nos dar¨¢ motivaci¨®n para asumir otros m¨¢s ambiciosos.
Salir del piloto autom¨¢tico
Los estudiosos de los h¨¢bitos saben que el ciclo que nos mantiene pegados a algo que no nos conviene tiene tres partes: se?al, rutina y recompensa. Si nos hemos vuelto adictos a las notificaciones del m¨®vil, por ejemplo, la se?al es el zumbido o vibraci¨®n que indica que ha entrado algo nuevo; el h¨¢bito es comprobar autom¨¢ticamente ¡ªinterrumpiendo lo que estamos haciendo¡ª de qu¨¦ se trata; la recompensa es la informaci¨®n o feedback que acabamos de obtener. Para salir de esta inercia, podemos silenciar la se?al que nos provoca la respuesta autom¨¢tica, por ejemplo, eliminando los avisos de notificaciones. La otra es valorar la recompensa que nos aporta un nuevo h¨¢bito. Si en los ratos muertos en el transporte p¨²blico sustituimos la consulta de las redes sociales por un libro electr¨®nico o un podcast en el propio m¨®vil, la sensaci¨®n de haber aprovechado el tiempo ser¨¢ una buena recompensa para fijar el cambio de h¨¢bito.
La pregunta es qui¨¦n queremos ser
Muchas personas no logran incorporar buenos h¨¢bitos porque los toman prestados de una clasificaci¨®n, en lugar de originar el cambio desde su propio n¨²cleo: la identidad. Este fue el enfoque del autor estadounidense de best sellers James Clear en su libro H¨¢bitos at¨®micos: en lugar de enfocarte en una lista de ¡°c¨®mos¡±, decide qui¨¦n quieres ser a partir de ahora y obra en consecuencia. Si quieres escribir un libro, por ejemplo, no se trata de obligarse a redactar una p¨¢gina al d¨ªa, sino de convertirte en escritor y actuar como tal. Leer como lo har¨ªa un escritor, asistir a conferencias y talleres, cultivar amistades que confirmen esa identidad. Siguiendo el viejo lema: hagamos como si fu¨¦ramos y acabaremos siendo.
Lo urgente y lo importante
Uno de los conceptos m¨¢s influyentes del autor de 'Los 7 h¨¢bitos de las personas altamente efectivas' es la llamada ¡°matriz de Covey¡±. El modelo de este consultor de empresas y escritor fallecido en 2012 se basa en hallar el equilibrio entre lo urgente y lo importante.
Lo urgente suele ser importante para los dem¨¢s, pero no para uno mismo. Y lo importante ¡ªaquello que deseamos hacer por nosotros¡ª presenta el problema de que carece de 'deadline', es decir, no tiene reservado un lugar en la agenda. La inercia hace que nos ocupemos solo de lo urgente mientras vamos posponiendo sin fin lo importante.
Una vida equilibrada requiere que lo urgente ¡ªpara los dem¨¢s¡ª y lo importante ¡ªpara uno mismo¡ª convivan en la agenda cotidiana.
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Francesc Miralles es escritor y periodista experto en psicolog¨ªa.