El juez del ¡®caso Villarejo¡¯ pregunta por la relaci¨®n de Fern¨¢ndez D¨ªaz con el espionaje a B¨¢rcenas
Garc¨ªa-Castell¨®n considera ¡°mucha casualidad¡± que el ministro del PP saliera en defensa del principal sospechoso de la trama, como expuso el exjefe de la Polic¨ªa
El terremoto se produjo el pasado 28 de enero. El director adjunto operativo (DAO) de la Polic¨ªa Nacional con el Gobierno de Mariano Rajoy, Eugenio Pino, acudi¨® a la Audiencia Nacional a declarar como imputado ante el juez Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n, instructor del caso Villarejo. En un momento del interrogatorio, al que ha tenido acceso EL PA?S, el exresponsable del Cuerpo cuenta que el entonces ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, intercedi¨® por Jos¨¦ Manuel Villarejo. Unas palabras que anot¨® el magistrado, que le pregunt¨® inmediatamente a Pino si ¡°asoci¨®¡± ese presunto trato de favor del Ejecutivo del PP con la operaci¨®n puesta en marcha por la polic¨ªa patri¨®tica para espiar a Luis B¨¢rcenas en la bautizada como Operaci¨®n Kitchen.
¡°Es lo l¨®gico, ?no?¡±, insiste el magistrado ante la negativa de Pino, que minutos antes hab¨ªa detallado c¨®mo Fern¨¢ndez D¨ªaz se le acerc¨® un d¨ªa para comentarle que el propio presidente Rajoy le hab¨ªa comunicado que se estaba ¡°tratando mal¡± a Villarejo. ¡°Es mucha casualidad...¡±, dice el juez con retint¨ªn. ¡°?No es casualidad que le diga lo que le ha dicho el ministro, ?el ministro!, no un subdirector general, en relaci¨®n con [el espionaje] a B¨¢rcenas?¡±, subraya a continuaci¨®n, seg¨²n consta en la grabaci¨®n incorporada al sumario. En esa operaci¨®n, que carec¨ªa de control judicial, particip¨® el comisario jubilado, el principal sospechoso de esta macrotrama de corrupci¨®n policial, pol¨ªtica y empresarial.
De esta forma, los interrogantes que Garc¨ªa-Castell¨®n pone sobre la mesa estrechan a¨²n m¨¢s el cerco sobre la antigua c¨²pula de Interior. De hecho, seg¨²n avanz¨® El Mundo, la Polic¨ªa irrumpi¨® la pasada semana en casa del ex secretario de Estado de Seguridad, Francisco Mart¨ªnez, para incautar los mensajes que se cruz¨® con el ministro y otros miembros de Interior sobre la Operaci¨®n Kitchen. Hasta ahora, Mart¨ªnez es el ¨²nico pol¨ªtico imputado en todo el caso Villarejo, aunque la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n sospecha que el espionaje a Podemos tambi¨¦n fue un encargo del Gobierno del PP a la polic¨ªa patri¨®tica ¡ªun grupo de polic¨ªas surgido en la etapa de Fern¨¢ndez D¨ªaz para actuar supuestamente contra rivales pol¨ªticos del partido conservador y cuyo liderazgo se atribuye a Pino¡ª.
El ¡°intolerable¡± papel de Villarejo en la Polic¨ªa
El interrogatorio a Pino del 28 de enero se produjo en el marco de la pieza principal de la Operaci¨®n T¨¢ndem, donde el juez y el ministerio p¨²blico investigan la red de empresas que teji¨® Villarejo para traficar presuntamente con informaci¨®n confidencial obtenida gracias a su condici¨®n de agente de la Polic¨ªa Nacional. Precisamente, Garc¨ªa-Castell¨®n tambi¨¦n le pregunt¨® por ello al antiguo director adjunto operativo, que neg¨® saber nada de esos negocios irregulares.
A lo largo de su declaraci¨®n, que se prolong¨® durante casi una hora, Pino describe a un Villarejo que opera por libre y ¡°muy bien relacionado¡± con las altas esferas: ¡°Est¨¢ muy imbricado en la sociedad y en el mundo econ¨®mico de la ciudad [Madrid]¡±. ¡°No obedec¨ªa mis ¨®rdenes¡±, arguye: ¡°Hizo una serie de cosas que se escapaban de mi jerarqu¨ªa. Por ejemplo, se fue a hablar con Jordi Pujol y yo no lo sab¨ªa¡±. ¡°Responde a otras estructuras¡±, insiste, antes de apuntar ¡°arriba¡± en la cadena de mando de Interior y relatar que tambi¨¦n trabajaba para el CNI: ¡°El general [F¨¦lix] Sanz Rold¨¢n me lo reconoci¨®¡±. ¡°Villarejo era un se?or que no estaba controlado por el DAO¡±.
¡°Y, claro, como el ministro le ha dicho que el presidente dice que le trata mal, a ver qui¨¦n se atreve a echarle. Ese viene a ser su razonamiento¡±, le replica Garc¨ªa-Castell¨®n, que califica la situaci¨®n de ¡°incre¨ªble¡± e ¡°intolerable¡±. ¡°Somos mayores de edad y entendemos las cosas¡±, sentencia el juez, que le llega a preguntar a Pino por qu¨¦ no present¨® su dimisi¨®n. ¡°Villarejo representaba solo el 1% de la actividad de la polic¨ªa¡±, se defiende el exdirector adjunto, que apunta que la potestad ¡°disciplinaria¡± y de compatibilidades de Villarejo reca¨ªa sobre el ministro, el secretario de Estado y el director de la Polic¨ªa, cargo que ocupaba entonces Ignacio Cosid¨®, posterior portavoz del PP en el Senado. ¡°Pues me ha dejado un panorama devastador¡±, dice el juez entonces.
En defensa de su ¡°compa?ero¡±
El antiguo jefe de la Polic¨ªa, imputado en la causa y se?alado como el mu?idor de la polic¨ªa patri¨®tica, navega entre dos aguas durante toda su declaraci¨®n. Aunque trata de distanciarse de las irregularidades de Villarejo cada vez que los investigadores le ponen contra las cuerdas ¡ª¡°este quer¨ªa mangonear¡±, llega a decir, incluso, sobre ¨¦l¡ª, Pino tambi¨¦n sale en defensa de su compa?ero en varias ocasiones. ¡°En los asuntos clasificados lo hizo estupendamente¡±, le comenta a Garc¨ªa-Castell¨®n, al que le insiste de forma tajante: ¡°Voy a aclarar una cosa, desde que yo fui DAO, el se?or Villarejo no hizo nada ilegal desde mi punto de vista¡±.
Un respaldo cerrado que sorprende al juez. El instructor recuerda a Pino que hace apenas unos minutos ha admitido que sab¨ªa que Villarejo se atribu¨ªa el estatus de agente encubierto, una figura limitada por la ley y que, por tanto, no le correspond¨ªa. El imputado minimiza entonces esa situaci¨®n y que no hiciera nada al respecto. Pero el magistrado vuelve a la carga y esgrime la carta que ¨¦l y otros dos ex directores adjuntos del Cuerpo (Agust¨ªn Linares Molina y Pedro D¨ªaz-Pintado Moraleda) firmaron en apoyo a Villarejo. En ella, afirmaban que el gran sospechoso de la trama, encarcelado desde 2017, hab¨ªa trabajado con total ¡°regularidad¡±.
¡°La interpretaci¨®n de esa palabra en este contexto significa que era un polic¨ªa modelo¡±, le espeta el juez de la Audiencia Nacional. ¡°Y si Villarejo est¨¢ diciendo que es agente encubierto y usted es el DAO, el dios en el olimpo, c¨®mo firma una carta donde asegura que ha trabajado con total regularidad¡±, a?ade el magistrado, que destaca la ¡°contradicci¨®n¡± que encierra sus palabras. Pese a ello, Pino trata de defenderse: ¡°Era para [conseguir] la libertad de un compa?ero¡±, dice. Y alega que rubric¨® esa carta porque entonces no se hab¨ªa publicado en los medios ¡°ni un 80% de lo que sali¨® despu¨¦s¡±.
¡ª?Pero si Villarejo estaba ya en prisi¨®n!¡ª exclama Garc¨ªa-Castell¨®n.
¡ª?Pero llevaba solo un mes!¡ªcontesta Pino.
¡ª?Como si llevaba una hora!
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