Nueva normalidad, vieja pol¨ªtica
Todo cambia a su alrededor, pero el Congreso parece instalado en un eterno d¨ªa de la marmota
Mientras los ciudadanos viven en un mundo irreal, in¨¦dito, confinado, en el que todo es nuevo e incierto, la pol¨ªtica espa?ola, y en especial la oposici¨®n del PP, sigue en el mismo punto de siempre. Como si nada hubiera pasado. El presidente Pedro S¨¢nchez habla de la ¡°nueva normalidad¡± a la que tendr¨¢n que enfrentarse los espa?oles tras el confinamiento, un mundo desconocido de mascarillas, nuevas formas de relacionarse y grave crisis econ¨®mica.
Todo indica que las vidas de los espa?oles sufrir¨¢n un cambio profundo. Ya est¨¢ pasando. Todo cambia, menos el Congreso. All¨ª las cosas siguen donde siempre. Estos d¨ªas de vuelta a la crispaci¨®n, a esa distancia aparentemente insalvable entre el PSOE y el PP, algunos pol¨ªticos veteranos han recordado una fecha muy marcada en la pol¨ªtica espa?ola reciente. El 27 de mayo de 2010, despu¨¦s de anunciar duros recortes acuciado por la prima de riesgo -el recordado ¡°cueste lo que cueste y me cueste lo que me cueste¡±- Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero sufr¨ªa para convalidar el decreto de ajuste en el Congreso. Mariano Rajoy recibi¨® todo tipo de llamadas para que se abstuviera y facilitara la votaci¨®n, muy igualada. Incluida la de Emilio Bot¨ªn, el padre de Ana, la actual presidenta del Banco Santander. No hubo manera.
Por entonces, Rajoy hab¨ªa asumido que la crisis hundir¨ªa al PSOE y el PP volver¨ªa al poder sin mover un dedo. El PP vot¨® no, y el decreto sali¨® de milagro, por un solo esca?o, gracias a la abstenci¨®n de CiU, CC y UPN. Un solo voto. Si llega a perder la votaci¨®n, los mercados habr¨ªan devorado la deuda espa?ola ese mismo d¨ªa. Rajoy acert¨®: un a?o y medio despu¨¦s lograr¨ªa una aplastante mayor¨ªa absoluta, y el PSOE qued¨® muy tocado: no volvi¨® a ganar unas elecciones hasta abril de 2019. Pero a la vez que se desgastaba el Gobierno, cada vez m¨¢s solo, lo hac¨ªa la econom¨ªa espa?ola.
La batalla a muerte entre el PSOE y el PP sigui¨® todo este tiempo, con tres breves momentos de pacto, siempre con los socialistas en la oposici¨®n: el acuerdo entre Rajoy y Rubalcaba para la abdicaci¨®n del rey Juan Carlos en 2014, la abstenci¨®n del PSOE para que Rajoy pudiera gobernar en 2016, y los acuerdos de 2017 para la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 en Catalu?a. La moci¨®n de censura de 2018 acab¨® de romper los puentes y desde entonces el PP no quiere saber nada de ning¨²n acuerdo. Ni siquiera ahora, con la peor epidemia en 100 a?os. En privado, Pablo Casado explica a los suyos -son varios los que creen que el l¨ªder del PP deber¨ªa ofrecer alg¨²n tipo de acuerdo de reconstrucci¨®n- que no se f¨ªa de S¨¢nchez y no quiere acercarse a ¨¦l porque le traicionar¨¢. M¨¢s o menos el mismo discurso que hac¨ªa en privado hace unos meses Albert Rivera. S¨¢nchez tampoco disimula su enorme distancia con Casado, y apenas le llama.
Casado parece demasiado preocupado por frenar a Vox como para arriesgarse a un pacto de reconstrucci¨®n con S¨¢nchez. Pero mientras el l¨ªder del PP mira todo el tiempo a su derecha, deja el centro para Ciudadanos, ahora reinventado en el papel de bisagra que no quiso jugar Albert Rivera. En el pleno, Edmundo Bal, el portavoz de los naranjas ante la ausencia de In¨¦s Arrimadas, prometi¨® incluso que su grupo presionar¨¢ al Gobierno holand¨¦s, liderado por los liberales aliados de Cs, para flexibilizar su posici¨®n. Algo que Casado podr¨ªa hacer con mucha m¨¢s fuerza dentro del Partido Popular Europeo. S¨¢nchez se lo pidi¨®, pero la tensi¨®n entre ambos es tan fuerte que el l¨ªder del PP ni siquiera recogi¨® el guante.
Algunos en el PP aconsejan a Casado que ofrezca un acuerdo con la condici¨®n de que S¨¢nchez rompa su coalici¨®n con Unidas Podemos, algo que dej¨® caer Ciudadanos. Pero el l¨ªder del PP parece haber optado por la v¨ªa de Rajoy en 2010: esperar que la crisis desgaste al Gobierno hasta que el poder le caiga en las manos como fruta madura.
Los acuerdos en pol¨ªtica llegan casi siempre de forma discreta. Las palabras grandilocuentes suelen abrir paso al desacuerdo. Y este jueves hubo muchas. ¡°No dilapide el poder, se?or S¨¢nchez, por esto les juzgar¨¢n sus nietos dentro de 43 a?os¡±, dijo Casado, recordando los Pactos de La Moncloa. ¡°Se?or Casado, este error le perseguir¨¢ toda su vida. El pueblo espa?ol no se lo va a perdonar¡±, le lanz¨® Adriana Lastra, la portavoz socialista. Todo cambia a su alrededor. Y lo har¨¢ a¨²n m¨¢s en los pr¨®ximos meses. Pero la pol¨ªtica espa?ola parece vivir en un eterno d¨ªa de la marmota.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
- Aqu¨ª puede seguir la ¨²ltima hora sobre la evoluci¨®n de la pandemia
- As¨ª evoluciona la curva del coronavirus en Espa?a y en cada autonom¨ªa
- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus
- Gu¨ªa de actuaci¨®n ante la enfermedad
- En caso de tener s¨ªntomas, estos son los tel¨¦fonos que se han habilitado en cada comunidad
- Pinche aqu¨ª para suscribirse a la ¡®newsletter¡¯ diaria sobre la pandemia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.