Las dudosas intenciones de un yihadista autosuficiente

A Abdel-Majed Abdel Bary, rapero brit¨¢nico de 29 a?os y uno de los yihadistas m¨¢s buscados de Europa, le delataron sus orejas. Los agentes de la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n de la Polic¨ªa Nacional le observaron de cerca durante los cinco d¨ªas que permaneci¨® en Espa?a, antes de ser detenido en un piso de Almer¨ªa la madrugada del lunes: ¡°La forma de sus orejas fue uno de los aspectos que nos permiti¨® identificarle¡±, se?alan los agentes. Se hab¨ªa instalado, junto a otros dos hombres, en un apartamento tur¨ªstico cerca de Puerta Purchena, en el centro de la capital almeriense. Con cuarenta kilos m¨¢s y la mascarilla puesta para respetar el confinamiento impuesto por la crisis del coronavirus, los agentes tuvieron que emplearse a fondo para asegurarse de que era ¨¦l. Este mi¨¦rcoles fue enviado a prisi¨®n, junto a las dos personas con las que se encontraba, por la juez del Juzgado Central n¨²mero 3 de la Audiencia Nacional, Mar¨ªa Tard¨®n, acusado de ¡°pertenencia a organizaci¨®n terrorista¡± en una causa que permanece secreta.

Hace tres meses que los agentes judicializaron la investigaci¨®n y permanec¨ªan atentos ante la posible llegada de Abdel Bary. ¡°No sab¨ªamos por d¨®nde podr¨ªa intentar entrar, pero las informaciones indicaban que podr¨ªa intentarlo en cualquier momento¡±. Se trata de uno de los ¡°algo m¨¢s de cien¡± terroristas islamistas que la polic¨ªa controla para evitar su regreso a Europa. Tras el declive del Estado Isl¨¢mico (ISIS) y la muerte de su l¨ªder y creador del califato Abu Bakr al Baghdadi en octubre de 2019, ¡°los retornados¡± son una de las principales amenazas para las sociedades occidentales.

Abdel Bary es hijo del egipcio Adel Abdel Bari, encarcelado en EEUU por participar en las masacres contra las embajadas estadounidenses de Kenia y Tanzania en 1998, con m¨¢s de 200 muertos, y respondi¨® a la llamada del Estado Isl¨¢mico en 2013. Dej¨® su emergente carrera de rapero y su acomodada casa en un barrio del oeste de Londres ¡ªadonde se traslad¨® con su madre y con sus hermanos desde Egipto cuando era un ni?o¡ª para combatir con el ISIS en Siria. ¡°Estuvo dos a?os muy activo, como miembro de Los Beatles [apodo policial de un grupo de cinco combatientes brit¨¢nicos], pero en 2015 se le perdi¨® la pista en Turqu¨ªa¡±, afirma un agente.

Combinaba un descarado exhibicionismo con fotos, v¨ªdeos y proclamas en las redes sociales, con una gran habilidad para sumergirse en la Internet oscura. ¡°Lo siguiente que se supo de ¨¦l es que volvi¨® a entrar a Siria en diciembre de 2019. Se le ubic¨® all¨ª despu¨¦s de que muchos pensaran que hab¨ªa muerto en los bombardeos¡±, relata un investigador. ¡°Despu¨¦s, Almer¨ªa¡±, remata.

Fuentes de la llamada Operaci¨®n Altepa aseguran que lleg¨® hasta all¨ª vali¨¦ndose de los circuitos ilegales de inmigraci¨®n desde Argelia, donde presumiblemente habr¨ªa permanecido un tiempo preparando el viaje. La traves¨ªa la hizo supuestamente acompa?ado de los dos ciudadanos argelinos que compart¨ªan el piso con ¨¦l. Uno responde al apellido de Ceddiki, tiene 22 a?os y es el ¡°conseguidor¡±. Este ¨²ltimo ten¨ªa un pasaporte europeo falso y fue quien se encarg¨® de alquilar el apartamento tur¨ªstico por un mes. Este especialista en fraudes con tarjetas y con conexiones en el norte de ?frica era el responsable de la log¨ªstica, relatan los investigadores.

El otro detenido est¨¢ a¨²n por identificar. Los agentes han lanzado sus huellas contra bases de datos policiales internacionales y est¨¢n a la espera de los resultados, aunque sospechan que ¡°podr¨ªa tratarse de otro retornado, ya que hace poco se le ubic¨® en Turqu¨ªa¡±, se?alan.

Ninguno opuso la m¨¢s m¨ªnima resistencia cuando fue detenido, ni mostr¨® la menor sorpresa: ¡°Total frialdad¡±, describen los agentes. Y los tres mostraron absoluto hermetismo sobre las presuntas actividades yihadistas, tanto ante la polic¨ªa como ante la juez. No dijeron nada de ello, seg¨²n fuentes policiales.

En el apartamento los agentes no hallaron ¡°ni precursores, ni explosivos, ni armas¡±, pero s¨ª requisaron tel¨¦fonos m¨®viles y un ordenador que ¡°quiz¨¢ aclaren algo sobre las intenciones de Abdel-Majed Abdel Bary¡±, quien acusado de pertenencia a organizaci¨®n terrorista no tiene, sin embargo, en Espa?a, ning¨²n otro antecedente que haber pasado cinco d¨ªas oculto en un piso almeriense¡°.

¡°Tiene amplia experiencia en combate, en la creaci¨®n y el manejo de explosivos, una gran habilidad para obtener fondos y se mueve como pez en el agua en la Internet oscura¡±, se?alan los agentes sobre el principal sospechoso de la operaci¨®n. ¡°Es un terrorista autosuficiente, no necesita a nadie, el mismo puede crear su propia c¨¦lula¡±, explican.

Reino Unido le retir¨® la nacionalidad tras irse a Siria, por lo que no lo reclamar¨¢. Si tampoco solicitaran su extradici¨®n terceros pa¨ªses en los que pueda tener cuentas pendientes, el ¨²nico lugar al que podr¨ªa ser devuelto es a Egipto, donde naci¨® y con quien Espa?a mantiene acuerdos. A¨²n queda la segunda parte de la operaci¨®n Alpeta: recorrer el camino inverso realizado por los detenidos hasta su arresto. Sus huellas se cruzan ahora con las bases de datos policiales, y los materiales incautados est¨¢n siendo analizados, habr¨¢ que esperar a ver los frutos que dan.

Hacer la guerra santa a ritmo de rap

Abdel-Majed Abdel Bary traslad¨® su capacidad para lanzar mensajes con el rap en Londres a su opci¨®n por hacer la yihad en Siria. Desde all¨ª, en pleno frente de combate, escrib¨ªa soflamas, amenazas, colgaba fotos suyas sosteniendo cabezas cortadas, exhib¨ªa armas largas¡­ Todo un rosario b¨¦lico y exhibicionista, que sirvi¨® tambi¨¦n a las fuerzas y cuerpos de seguridad para seguirle los pasos. Aunque la Audiencia Nacional lo relacion¨® en otra causa con una de las j¨®venes yihadistas detenidas en Espa?a, en concreto con una chica de Huelva, fuentes cercanas a esta investigaci¨®n aseguran que no tienen constatada que fuera ¨¦l. Y advierten de que tambi¨¦n, en su d¨ªa, se le confundi¨® con el terrorista que cort¨® el cuello del periodista americiano James Foley. Esta acci¨®n, de agosto de 2014, fue perpetrada por otro de los cinco miembros del llamado grupo de Los Beatles.