La peor crispaci¨®n pol¨ªtica en el peor momento
Pol¨ªticos veteranos creen que el enfrentamiento es peor que el de tiempos de Aznar contra Gonz¨¢lez
El Congreso estaba de luto oficial el pasado mi¨¦rcoles, el primero de diez d¨ªas para todas las instituciones del Estado. Un sobrio y breve discurso de la presidenta de la C¨¢mara baja, la socialista Meritxell Batet, de negro riguroso, expresaba el pesar de los representantes de los ciudadanos por los estragos en vidas humanas de la covid-19 y el agradecimiento a quienes trabajan sin descanso para atajar a enfermedad. Batet habl¨® de superaci¨®n, esfuerzo y dedicaci¨®n a los ciudadanos. Pero enseguida se comprob¨® que la pandemia y el luto no lograr¨ªan una tregua en el enfrentamiento pol¨ªtico. M¨¢s bien al contrario: lo han hecho crecer sin parar.
La escalada en la crispaci¨®n crece desaforada, sin que nadie logre ponerle fin, con casi 30.000 vidas humanas perdidas y una devastadora crisis econ¨®mica en el horizonte. En medio de la bronca, la renovaci¨®n de las instituciones en situaci¨®n de interinidad y las reformas tan reclamadas desde hace tiempo han quedado sepultadas. Todos reconocen el enconamiento, pero culpan al adversario. Y nadie transmite alguna esperanza de que vaya a cambiar el clima en el Parlamento, en tanto que el social se enrarece y se envenena. Este cuadro tenebroso lo pintan interlocutores de los partidos y del Gobierno, as¨ª como pol¨ªticos con mucha experiencia que ya no est¨¢n en primera fila.
Este es el peor momento de crispaci¨®n pol¨ªtica de la democracia, al menos desde el 23-F, admiten los consultados. Se mira a los a?os noventa y a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, con su descarnada oposici¨®n al Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez, cuando los asesinatos de ETA se pon¨ªan en el debe de los socialistas. Tambi¨¦n las v¨ªctimas del terrorismo y las v¨ªctimas se arrojaron contra Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Y despu¨¦s, lleg¨® la feroz crisis econ¨®mica y su secuela de recortes. ¡°Ahora el enfrentamiento pol¨ªtico es peor porque se produce mientras mueren miles de compatriotas y el pa¨ªs caer¨¢ en un grave crisis econ¨®mica y social¡±. Esta apreciaci¨®n de un exministro la comparten dirigentes del Gobierno y de la oposici¨®n. Pero la culpa siempre es del otro.
Estupor y tristeza han causado algunos de los comportamientos habidos en las dos ¨²ltimas semanas en el Congreso. Batet les ha dado un toque de atenci¨®n, pero el clima se encanalla cada vez m¨¢s, como se viene comprobando cada semana en el Congreso, con ruidoso rugir de tambores en las dos ¨²ltimas. El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha tenido un papel estelar, as¨ª como la portavoz parlamentaria del PP, Cayetana ?lvarez de Toledo. Pero ha habido otros actores, como los parlamentarios de Vox, y, de nuevo, Iglesias acusando a la formaci¨®n de Santiago Abascal de querer perpetrar un golpe de Estado, adem¨¢s de preguntar en alto si el PP llama a la insubordinaci¨®n de la Guardia Civil. Del lado popular, ?lvarez de Toledo afirm¨® que el padre de Iglesias es un terrorista, despu¨¦s de que ¨¦l insistiera en llamarla marquesa y no por su nombre o con ¨¦l y tratamiento de se?or¨ªa. La semana anterior, la presidenta del Congreso pidi¨® al l¨ªder del PP, Pablo Casado, que terminara su intervenci¨®n al haber sobrepasado largamente su tiempo. Ni siquiera le respondi¨®. Y as¨ª hasta cuatro requerimientos. Los usos habituales conducen a que el orador use el recurso : ¡°Voy terminando, presidenta¡±. Nada, como si no la escuchara.
Batet se mostr¨® este s¨¢bado muy preocupada por la deriva de este tipo de comportamientos. ¡°Me preocupa mucho porque, en momentos de crisis, los ciudadanos buscan soluciones, ideas y ejemplaridad y tengo la sensaci¨®n de que no las est¨¢n encontrando. Esa confrontaci¨®n y ese enfrentamiento desmoralizan, distancian y generan crispaci¨®n y p¨¦rdida de confianza en la instituci¨®n", afirm¨® al programa Parlamento de RNE. La semana pasada, la presidenta pidi¨® a ?lvarez de Toledo que retirara la expresi¨®n dirigida al padre de Iglesias. No lo hizo, pero Batet, en uso de sus facultades, lo orden¨®. Esto no significa que desaparezca del Diario de Sesiones sino que la frase en cuesti¨®n queda entre corchetes. Cuando Batet anunci¨® su decisi¨®n, se escuch¨® a la portavoz de Grupo Popular decir: ¡°No, ?por qu¨¦¡±, en tanto que dos miembros de la Mesa, la vicepresidenta segunda, Ana Pastor, del PP, e Ignacio Gil L¨¢zaro de Vox, la abandonaban.
En la Presidencia de la C¨¢mara causa disgusto que la propia Mesa, el ¨®rgano de gobierno y arbitraje, se vea implicada en los rifirrafes. Fuentes de la Presidencia insisten: ¡°Los ciudadanos quieren ver a sus representantes como referentes de conducta. Y en estos momentos el nivel de las sesiones no es aceptable¡±. La preocupaci¨®n tambi¨¦n alcanza al Gobierno y al PP. Con sordina, en los dos ¨¢mbitos se ha criticado a Iglesias y a ?lvarez de Toledo. La oposici¨®n sin cuartel a Pedro S¨¢nchez y a sus ministros es asumida por toda la c¨²pula del PP, pero algunos reconocen que no hay que desviar la atenci¨®n. Y tanto se desv¨ªa que la semana pasada hubo preguntas e interpelaciones en las que la pandemia era un asunto colateral. Las preguntas de la pr¨®xima semana inciden en el asedio al Gobierno por su gesti¨®n. Y as¨ª continuar¨¢ durante el verano, ya que habr¨¢ sesiones todo el mes de julio.
¡°Odio y envenenamiento¡±, son palabras que se escuchan en los interlocutores consultados como advertencia al peligro de que la crispaci¨®n pol¨ªtica derive en enfrentamiento social. No todos tienen el mismo grado de protagonismo en la bronca. El Gobierno de coalici¨®n entre el PSOE y Unidas Podemos, y el PP y Vox del otro lado, est¨¢n en primera l¨ªnea. Ciudadanos busca su espacio apostando ahora por recuperar la moderaci¨®n, mientras que independentistas y nacionalistas, sin apearse de sus demandas territoriales, juegan en el espacio nacional con papeles imprescindibles para que el Gobierno logre salvar sus urgencias. Ahora, todas ellas relacionadas con las pr¨®rrogas del estado de alarma. El pr¨®ximo mi¨¦rcoles, el Ejecutivo pedir¨¢ la sexta pr¨®rroga y ya tiene asegurado el apoyo del PNV y la abstenci¨®n de ERC.
Hasta ahora, el Ejecutivo va salvando las votaciones con apuros y conserva el mando, pero al precio de soportar la erosi¨®n a la que se ve sometido por el PP y Vox, en un ambiente de enorme crispaci¨®n. Al Gobierno le esperan en la calle y en los tribunales. Est¨¢ ya avisado. El PP no aflojar¨¢, porque en breve llegar¨¢ la crisis econ¨®mica y los populares est¨¢n convencidos de que ser¨¢ la puntilla para el Gobierno. En el principal partido de la oposici¨®n alegan que el Ejecutivo ha facilitado su desapego por la resistencia de S¨¢nchez a cortejar a Casado.
El PSOE defiende el Gobierno de coalici¨®n, a pesar de los problemas con Podemos. Nadie escucha los vaticinios de los que est¨¢n seguros de que Iglesias romper¨¢ cuando lleguen las imposiciones de Bruselas. Es pronto para hablar de ruptura, sostienen fuentes socialistas. El Gobierno atiende a los estudios sociol¨®gicos, que circunscriben la crispaci¨®n pol¨ªtica sobre todo en Madrid. Pero esos mismo sondeos apuntan a que el miedo a la crisis econ¨®mica s¨ª que recorre toda Espa?a.
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