¡°Pasaban las patrullas y nadie nos dijo nada del botell¨®n¡±

Los pedazos de litronas y las colillas de cigarro contin¨²an en el suelo. Pero ya nada queda de esa m¨²sica ensordecedora. Y de esa multitud de fiesteros que caus¨® v¨¦rtigo en las redes sociales. Cerca de 500 j¨®venes se reunieron la noche del s¨¢bado en el recinto ferial de Tomelloso (Ciudad Real, 36.000 habitantes), a pesar de que la ciudad, brutalmente sacudida por el coronavirus, estaba en la fase 1 de desconfinamiento ¡ªdonde solo se permiten reuniones de hasta diez personas¡ª. Las dos entradas est¨¢n t¨ªmidamente bloqueadas por vallas amarillas. Pero eso no impide que los curiosos se acerquen. Parece m¨¢s la escena de un crimen que un lugar de fiesta.

Dos patrullas de la polic¨ªa local recorren el terreno. En un banco, Laura Gonz¨¢lez, de 30 a?os, pasea a sus perras entre los pedazos de basura. Ella perdi¨® a su abuela de 89 a?os por la covid-19. Es por eso que, como otros vecinos, no se termina de explicar lo que sucedi¨®: ¡°Parece que han olvidado esta tragedia [en torno al 6% de los fallecidos en Castilla-La Mancha durante la pandemia se concentran all¨ª]¡±. El lunes, toda la comunidad entr¨® en la fase 2 de la desescalada.

Para un tomellosero entre las edades de 18 y 27 a?os el recinto ferial (conocido popularmente como Los Pinos) es el punto de encuentro por excelencia. La gente mayor, sin embargo, asocia el lugar con los dos geri¨¢tricos que se encuentran cerca. En uno de ellos, al menos 65 personas han muerto desde el 14 de marzo. Pocos pensaban que el botell¨®n se iba a descontrolar. De acuerdo con cinco de los asistentes ¡ªmuchos prefieren no dar su nombre porque ¡°en el pueblo todos se conocen¡±¡ª la reuni¨®n ten¨ªa pinta de ser normal. Ra¨²l, de 17 a?os, pas¨® por ah¨ª sobre las 21.00. Decidi¨® ir a casa de un amigo. Horas m¨¢s tarde, ambos ver¨ªan con asombro las redes: ¡°Nos salvamos¡±, bromea mientras acomoda su mascarilla negra.

Los asistentes relatan que cuando comenz¨® el botell¨®n, todos estaban en grupos de diez y con mascarillas. As¨ª tambi¨¦n le consta a la Delegaci¨®n del Gobierno de Castilla-La Mancha a quien la Guardia Civil report¨® que sobre esas horas la situaci¨®n estaba en calma. El problema vino pasada la medianoche cuando lleg¨® un coche rojo cuyo due?o, de unos 20 a?os, suele aparcar para poner m¨²sica. ¡°Ah¨ª es cuando la gente se empez¨® a juntar¡±, dice una estudiante de est¨¦tica de 18 a?os. Otros coches se unieron. Manuel, un DJ de 24 a?os, que vive a un kil¨®metro del lugar, se toca un o¨ªdo y dice: ¡°Siempre se escucha todo desde casa¡±.

En el lugar estaban cuatro agentes y cuatro guardias civiles. Pero, seg¨²n los testimonios, estos nunca intervinieron. ¡°Est¨¢ mal lo que hicimos. Pero las patrullas no nos dijeron nada¡±, comenta una asistente que lleg¨® despu¨¦s de la 1.00. Un informe policial remitido a la alcaldesa, la socialista Inmaculada Jim¨¦nez, desmiente esa versi¨®n: los agentes intentaron separar a los j¨®venes pero no pudieron. ¡°Es complicado controlar a 500 con ocho agentes¡±, se?ala la regidora al otro lado del tel¨¦fono.

La indignaci¨®n de la alcaldesa se nota: ¡°Esto ha sido vergonzoso¡±. La regidora advierte de que se reforzar¨¢ la seguridad en la zona y se usar¨¢ la ley mordaza. Tomelloso no ha dejado de ser noticia en la pandemia, pero los vecinos quieren que pronto deje de dar titulares negativos y despedir en paz a las m¨¢s de 181 personas que han muerto durante la crisis sanitaria.

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