El laberinto catal¨¢n se enreda a¨²n m¨¢s
El Govern de Torra parece vivir en dos compartimentos estancos separados
Mientras el Banco de Espa?a dibuja un panorama pesimista, de hasta un 15% de ca¨ªda del PIB en el peor de los escenarios, la pol¨ªtica catalana sigue perdida en su laberinto. Al oto?o negro que se vislumbra en el terreno social, en Catalu?a se suma la incertidumbre de un horizonte electoral con un presidente amenazado de inhabilitaci¨®n, unos presupuestos trastocados por la pandemia y un Gobierno auton¨®mico dividido en departamentos estancos.
La trama pol¨ªtica hasta las elecciones no estar¨¢ exenta de suspense. Pero los agentes sociales, acostumbrados a los vaivenes procesistas, se muestran mucho m¨¢s preocupados por los nubarrones que descargar¨¢n sobre la econom¨ªa catalana cuando acaben los ERTE. ¡°El Govern toma medidas electoralistas, despliega pol¨ªticas clientelares, pero no teje una estrategia transversal: no convoca a la concertaci¨®n social¡±, asegura Javier Pacheco, secretario general de CC OO de Catalu?a. ERC y Junts, a su juicio, deber¨ªan ¡ªcomo sucede en otras autonom¨ªas¡ª trabajar con los agentes sociales y, al tiempo, pensar seriamente en los presupuestos del Estado y en los auton¨®micos. Pero ¡°el Govern no convoca ni a patronales ni a sindicatos¡±, a?ade.
Las organizaciones empresariales Fomento y Pimec y los sindicatos CC OO y UGT han solicitado en vano desde abril que se re¨²na la comisi¨®n de seguimiento del di¨¢logo social para abrir un proceso de concertaci¨®n social efectivo. Desde la patronal se habla abiertamente de fraccionamiento y descoordinaci¨®n en el Gobierno catal¨¢n. ¡°No queremos hacer ruido pol¨ªtico y damos por descontado que hasta despu¨¦s de las elecciones no habr¨¢ nada que hacer¡±, subrayan fuentes de Fomento, mientras la gran patronal catalana hace votos para que el consumo interno se active y la situaci¨®n no se deteriore m¨¢s. Por ello, abogan por un acuerdo lo m¨¢s amplio posible para los Presupuestos Generales del Estado. ¡°A nivel catal¨¢n poco se puede hacer, pero si el Govern pudiera tampoco lo har¨ªa¡±, subrayan las citadas fuentes.
Lo cierto es que el Ejecutivo de Torra, incapaz de unificar criterios, parece vivir en dos compartimentos estancos: el de Junts y el de ERC. Prueba de ello es que no se ponen de acuerdo en las cantidades a reclamar al Gobierno central por la crisis de la covid-19: unas veces piden 4.000 millones de euros, otras el doble y en ocasiones hasta 15.000. Pero, adem¨¢s de discrepar en los n¨²meros, los socios se enzarzan en guerras sobre las presuntas actuaciones violentas y racistas de los Mossos. Tampoco faltan descalificaciones por la gesti¨®n sanitaria de la pandemia y las muertes en las residencias de ancianos o por la mesa de negociaci¨®n con el Gobierno central. La situaci¨®n es pol¨ªticamente insostenible, seg¨²n la oposici¨®n.
¡°En enero, Torra verbaliz¨® que su Gobierno no ten¨ªa m¨¢s recorrido. Sin embargo, llega la crisis de la covid-19 y Torra ¡ªque se autocalific¨® como presidente vicario¡ª le toma gusto al cargo¡±, dice un dirigente de ERC. El coronavirus ha ofrecido a Junts, apuntan los republicanos, un bal¨®n de ox¨ªgeno para desempolvar una nueva estrategia victimista y tiempo para preparar un plan para intentar seguir en la presidencia.
Para los posconvergentes, hay que esperar a la hoja de ruta que Carles Puigdemont har¨¢ p¨²blica en las pr¨®ximas semanas, hija del masivo mitin de Perpi?¨¢n del 29 de febrero. En ella se propondr¨¢ el ¡°choque final¡± con el Estado. El documento pretende mantener viva la fe en la independencia m¨¢gica, pero es la en¨¦sima hoja de ruta que hasta ahora solo han servido para que Junts mantenga su hegemon¨ªa en el bloque secesionista. Lo ¨²nico tangible de lo que se avecina es que el Tribunal Supremo decidir¨¢ sobre la inhabilitaci¨®n de Torra por desobediencia el 17 de septiembre.
PSC y los Comunes est¨¢n convencidos de que el president no convocar¨¢ elecciones hasta cinco minutos antes de que le llegue el fallo del Supremo, lo que se producir¨¢ unos 10 d¨ªas despu¨¦s. A partir de ese momento, deber¨¢n transcurrir 45 d¨ªas hasta los comicios. ¡°Queremos elecciones cuanto antes porque las relaciones entre los socios son nefastas y eso lastra a¨²n m¨¢s la acci¨®n del Govern¡±, dice Miquel Iceta (PSC).
Tanto los socialistas como los Comunes ven muy dif¨ªcil que ERC sea capaz en campa?a de soportar la presi¨®n de Junts. Hay pocas esperanzas de que los republicanos, con urnas a la vista, faciliten la aprobaci¨®n de los Presupuestos del Estado. Y, aunque Esquerra logre ser fuerza mayoritaria en los comicios catalanes, sobrevuela la duda de si lograr¨¢ liberarse de esa tutela hegem¨®nica y sorprendentemente sin estrategia que Puigdemont ejerce sobre el electorado independentista.
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