La geometr¨ªa variable tiene d¨ªas malos en el Congreso
ERC se aleja cada vez m¨¢s, y Ciudadanos y Unidas Podemos entran en el cuerpo a cuerpo
El Gobierno vive una paradoja evidente. Cada vez tiene menos dificultades para sacar adelante sus medidas. Ahora incluso cuenta con el colch¨®n temporal del PP, que se ha quedado sin margen para seguir oponi¨¦ndose a todo ahora que empieza la reconstrucci¨®n econ¨®mica y la lluvia de millones del Gobierno para los sectores m¨¢s afectados. Y sin embargo, cualquier persona que siga con inter¨¦s la sesi¨®n de control de los mi¨¦rcoles en el Congreso puede tener la impresi¨®n contraria. Los choques cruzados, algunos de ellos especialmente salvajes, muestran cada semana las enormes dificultades de consolidar eso que en La Moncloa llaman ¡°geometr¨ªa variable¡±, y que consiste sobre todo en jugar con el comod¨ªn de Ciudadanos por si ERC sigue en el monte.
Este mi¨¦rcoles de nuevo Gabriel Rufi¨¢n ha dejado muy claro que la situaci¨®n catalana, con elecciones inminentes, no empuja a los republicanos a apoyar al Gobierno, sino a alejarse cada vez m¨¢s. El portavoz de los independentistas ahonda cada sesi¨®n en esa brecha y esta vez ha querido hurgar en las contradicciones de Unidas Podemos con la figura de Felipe Gonz¨¢lez. Pero la alternativa que busca el Gobierno, Ciudadanos, no est¨¢ exenta de problemas. Y en la sesi¨®n tambi¨¦n se ha visto claro. El dur¨ªsimo cruce entre Edmundo Bal, portavoz del grupo de In¨¦s Arrimadas, y Pablo Iglesias, l¨ªder de Unidas Podemos, parece inconcebible entre dos formaciones que en teor¨ªa tendr¨¢n que negociar unos Presupuestos en pocas semanas.
Bal le ha llamado ¡°guerracivilista¡±. ¡°No hubo cloacas del Estado¡±, le ha llegado a decir, negando as¨ª uno de los ejes de la campa?a de Unidas Podemos alrededor del robo del m¨®vil de una colaboradora por parte del comisario Villarejo. ¡°Propongan ustedes una ley que pueda investigar a amigos suyos tan importantes como el se?or Sarasola¡±, le ha contestado Iglesias. Seg¨²n public¨® eldiario.es el expresidente de Ciudadanos Albert Rivera vivi¨® durante casi dos a?os gratis en un apartamento de lujo del empresario Kike Sarasola. En este ambiente, parece muy complicado que estos dos grupos puedan sentarse a negociar las cuentas de la reconstrucci¨®n.
Dirigentes de Unidas Podemos consultados insisten en que ellos no est¨¢n en contra de la t¨¢ctica de La Moncloa de utilizar el comod¨ªn de Ciudadanos para romper el bloque de la derecha y tambi¨¦n para presionar a ERC, que as¨ª se vuelve menos imprescindible y rebaja su precio. Pero eso no quiere decir que se sientan c¨®modos con el partido de Arrimadas. La formaci¨®n genera anticuerpos en casi todos los grupos de la mayor¨ªa, desde el PNV, que aprieta a S¨¢nchez para que recupere a ERC, hasta los propios republicanos, que se salen de los acuerdos con el argumento de que dentro est¨¢ el partido naranja, y tambi¨¦n Unidas Podemos, que recela de su pol¨ªtica econ¨®mica.
Por eso La Moncloa, la que m¨¢s apuesta por el acuerdo con Ciudadanos, no quiere cerrarse ninguna puerta y sigue jugando a todas las bandas posibles. Por eso tambi¨¦n insisten en que habr¨¢ mesa de di¨¢logo en julio con la Generalitat, para dejar una rendija por la que pueda colarse ERC. Cuando llegue la hora de la verdad de los Presupuestos ¨Dque se empezar¨¢n a negociar en cuanto Bruselas fije la senda de d¨¦ficit para Espa?a¨D el Ejecutivo mantendr¨¢ todos los platos girando hasta que algunos caigan por agotamiento. Solo as¨ª, en la recta final, podr¨¢ ver qu¨¦ queda en pie para salvar la votaci¨®n m¨¢s importante del a?o, la que puede tumbar la legislatura.
El Gobierno ha superado mejor de lo que esperaban algunos de sus miembros el primer gran pulso, el que le plante¨® el PP al decidir votar en contra de las ¨²ltimas pr¨®rrogas del estado de alarma, algo que puso en riesgo la estabilidad del Ejecutivo y le forz¨® a cometer errores importantes como el pacto con Bildu. Esas dificultades, y la certeza de que la oposici¨®n intent¨® usar todos los mecanismos a su alcance para que el Gobierno cayera en plena crisis del coronavirus, han unido mucho a un Ejecutivo de coalici¨®n y en minor¨ªa que se esperaba m¨¢s conflictivo internamente de lo que ha sido hasta ahora. Hay discrepancias de fondo ¨Dla ¨²ltima por el impuesto a los ricos, que el PSOE ha descartado¨D pero todas se acuerdan sin muchos problemas. Sin embargo, las dificultades de verdad llegan a la hora de consolidar la mayor¨ªa, porque entre los dos solo suman 155 y necesitan 176. Y ah¨ª se impone la geometr¨ªa variable, un campo minado del que solo un superviviente como Pedro S¨¢nchez parece convencido de poder salir.
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