Los tent¨¢culos del franquismo se val¨ªan de ¡°listas negras¡± para recaudar dinero para Meir¨¢s
Curas y falangistas presid¨ªan juntas locales para cobrar "casa a casa". La prolija documentaci¨®n desclasificada refuerza la tesis de que el pazo gallego funcionaba como "una dependencia" del palacio del Pardo
La historia del pazo de Meir¨¢s en vida de Franco se escribe, hasta que exista una sentencia que determine qui¨¦n es su leg¨ªtimo due?o, a trav¨¦s de miles de documentos contables, cartas entre Administraciones y cargos del r¨¦gimen, informes de obras, recortes de prensa en Espa?a y en el exilio y la memoria oral de los testigos de la operaci¨®n de compra y sus descendientes. En los archivos hist¨®ricos han aparecido listas de los vecinos de la provincia de A Coru?a que contribu¨ªan a esa cuestaci¨®n popular que organizaron los prohombres del franquismo, agrupados en la Junta pro Pazo. En documentos que se desclasificaron al cumplir 50 a?os (no todos los referidos a Meir¨¢s lo est¨¢n) tambi¨¦n existen referencias a los ¡°buenos¡± y los ¡°malos patriotas¡± que se ve¨ªan obligados a sufragar, sin quererlo, la compra del palacete. Todo esto en medio de un ¡°contexto de privaciones¡± y ¡°extrema violencia¡±, como ha recordado esta tarde el catedr¨¢tico de Historia Xos¨¦ Manuel N¨²?ez Seixas, presidente de la comisi¨®n de expertos nombrada por la Xunta para rastrear las posibilidades legales de incorporar el pazo al patrimonio p¨²blico.
En una sesi¨®n del juicio para dirimir la propiedad del pazo que se ha alargado siete horas y media (solo el interrogatorio a dos expertos que comparecieron juntos ha durado seis) se han conocido los documentos que sirven de base a los investigadores para afirmar que Meir¨¢s funcionaba como ¡°una extensi¨®n¡± o ¡°una dependencia¡± de El Pardo, la residencia oficial de Francisco Franco. Porque al palacete de Sada (A Coru?a) se trasladaba en verano todo el ¡°aparato¡± del jefe del Estado y esta sede de la corte gallega del General¨ªsimo se sosten¨ªa con medios p¨²blicos: a trav¨¦s de la llamada Casa Civil (lo equivalente en la dictadura a la Casa Real), que se encargaba de la intendencia, y de la Comandancia de Fortificaciones y Obras, que ejecutaba infraestructuras, mantenimiento y reformas.
En el juicio se ha le¨ªdo un fragmento de un documento de la ¨¦poca de la cuestaci¨®n popular escrito por el alcalde de Sada Toribio Poll¨¢n Nieto: ¡°lamentar¨ªa que tuviese que incluirse a ning¨²n sadense en las listas negras que por orden del gobernador civil se formar¨¢n¡±, dec¨ªa. Todav¨ªa en plena guerra, toda la maquinaria del bando sublevado en la provincia se puso en marcha para comprar y engrandecer la mansi¨®n que las personalidades p¨²blicas y privadas del momento hab¨ªan escogido para brindar al general.
Lo expresaba as¨ª el alcalde franquista de A Coru?a Alfonso Molina cuando dec¨ªa que Meir¨¢s era la ¡°gran residencia oficial¡± que hac¨ªa de la ciudad ¡°la capital de Espa?a¡±. Y lo describ¨ªa tambi¨¦n muchos a?os despu¨¦s la condesa de Fenosa, Carmela Arias, viuda de Pedro Barri¨¦ de la Maza, due?o del Banco Pastor y designado por el propio Franco, en un momento del proceso, presidente de la Junta Pro Pazo. La condesa aseguraba en una entrevista en La Voz de Galicia que el objetivo de agasajar al dictador con las Torres de Meir¨¢s era acercar el Estado a los entes locales durante al menos un mes al a?o: ¡°La idea no era desinteresada, persegu¨ªa que [Franco] estuviera con nosotros durante un tiempo¡±.
Para ello, los pr¨®ceres extendieron desde el Gobierno Civil de A Coru?a todos sus tent¨¢culos. La Junta pro Pazo se despleg¨® sobre los Ayuntamientos de la provincia, donde se crearon ¡°juntas municipales¡±, que a su vez llegaban a cada puerta a trav¨¦s de las ¡°juntas parroquiales¡±, como una red venosa que recog¨ªa pesetas ¡°casa a casa¡±. Estos grupos estaban dirigidos por ¡°curas, algunos maestros, concejales y cargos de Falange Espa?ola, el partido ¨²nico¡±, ha detallado hoy el historiador Manuel P¨¦rez Lorenzo, que junto con Carlos Bab¨ªo ha publicado el mayor libro sobre el proceso, Meir¨¢s, un pazo, un caudillo, un espolio, escrito en gallego.
La cuestaci¨®n para recaudar fondos para el palacete fue forzosa, seg¨²n han defendido todos los testigos y peritos de la jornada, porque se produjo ¡°en un contexto de extrema violencia, con cerca de 8.000 muertos en la retaguardia en Galicia¡±, ha explicado N¨²?ez Seixas. El antecedente m¨¢s parecido, ha apuntado el historiador, es la iniciativa del alcalde italiano de Predappio, cuando promovi¨® una recaudaci¨®n para regalar a Mussolini el castillo de La Rocca delle Caminante. En el caso de Meir¨¢s ¡°hab¨ªa listas¡± cuyo ¡°objetivo era saber qui¨¦nes no hab¨ªan participado y qui¨¦nes s¨ª¡±. Los primeros quedaban, ¡°como m¨ªnimo, se?alados como malos patriotas¡±. Era un ambiente ¡°represivo¡±, ha insistido tambi¨¦n Carlos Bab¨ªo, que al igual que P¨¦rez Lorenzo es miembro del BNG de Sada.
Pandemia de ¡®hemorragias internas¡¯
¡°Se elaboraban informes de conducta muy exhaustivos¡±, han dicho los investigadores, que pod¨ªan marcar el destino de alguien definitivamente: ¡°Conocemos casos como el de un ni?o de cinco a?os que necesita que el alcalde de Sada le firme un informe conforme no tiene antecedentes pol¨ªticos para poder emigrar¡± . ¡°Ahora que se habla de pandemia...¡±, ha comentado despu¨¦s Bab¨ªo, ¡°en aquel momento A Coru?a viv¨ªa una pandemia de hemorragias internas. Por las noches hab¨ªa fusilamientos en el Campo da Rata, y por la ma?ana el parte m¨¦dico dec¨ªa que hab¨ªan muerto de hemorragia interna¡±.
Cuando fracas¨® el m¨¦todo, no porque la gente no se privase de una parte de su dinero para participar sino porque se dispar¨® el coste del proyecto que dar¨ªa al pazo un esplendor acorde con el General¨ªsimo de todos los ej¨¦rcitos, hubo que recurrir a otras v¨ªas de financiaci¨®n. Se sac¨® directamente de las arcas municipales de los ayuntamientos coru?eses, se restaba dinero de las n¨®minas de trabajadores e incluso se privaba de parte de su sustento a los que no ten¨ªan n¨®mina fija, como ¡°marineros de bajura a los que se les quitaba parte del porcentaje de las capturas antes de que se subastasen en la lonja¡±.
El abogado de los nietos de Francisco Franco ha puesto en duda la imparcialidad de los tres especialistas que han declarado en esta segunda sesi¨®n, las dos personas que han dedicado m¨¢s a?os a investigar Meir¨¢s (Bab¨ªo y Lorenzo) y el catedr¨¢tico de la Universidade de Santiago N¨²?ez Seixas. A todos les ha preguntado si ¡°desean¡± que sea el Estado el que gane la demanda para que los herederos deban devolver la propiedad inscrita en el registro a su nombre. Y aunque por un lado ha asegurado que no quiere ¡°abrir ese mel¨®n¡±, por otro ha sugerido que lo que inicialmente es un juicio civil, a cargo del juzgado de Primera Instancia 1 de A Coru?a, est¨¦ en riesgo de convertirse en un ¡°proceso pol¨ªtico¡± por las implicaciones de memoria hist¨®rica que conlleva.
¡°Es un proceso de debate abierto en un ¨¢gora p¨²blica¡±, le ha contestado el presidente de la comisi¨®n de expertos designada por la Xunta de Galicia en 2017. ¡°La sociedad espa?ola tiene derecho a debatir sobre su proceso dictatorial¡±, ha defendido, despu¨¦s de explicar que es un patr¨®n com¨²n a muchos reg¨ªmenes en el mundo el hecho de que hagan falta ¡°unos 30 a?os¡±, o ¡°una generaci¨®n¡± completa, antes de esta revisi¨®n. Los nietos ¡°quieren recuperar¡± lo que los padres ¡°quieren olvidar¡±, ha recordado el historiador.
Pero m¨¢s que las circunstancias ¡°coactivas¡± con las que se produjo la cuestaci¨®n popular, el objeto de controversia, en esta demanda civil que presentaron los abogados del Estado hace ahora un a?o, es la de si la mansi¨®n se le regal¨® al dictador a t¨ªtulo personal o en calidad de m¨¢ximo mandatario del pa¨ªs. N¨²?ez Seixas ha reconocido que inicialmente la recaudaci¨®n de fondos para pagar el agasajo, tal y como rezaba la propaganda de prensa de la ¨¦poca, se enfocaba a ¡°la Jefatura del Estado¡±. Sin embargo, en un momento dado, supuestamente la voluntad del caudillo torci¨® la idea primigenia.
La propiedad se escritur¨® a su nombre y todo qued¨® atado y bien atado desde el momento en que se rubric¨® el acta notarial de 1941 en la que aparec¨ªa como comprador directo de la propiedad a Manuela Esteban Collantes, viuda del hijo de Emilia Pardo Baz¨¢n. El Gobierno de Pedro S¨¢nchez decidi¨® presentar la demanda en julio de 2019 despu¨¦s de que sus abogados en A Coru?a localizasen otra acta anterior, fechada en 1938, en la que la Junta pro Pazo adquir¨ªa por 406.000 pesetas el inmueble. Los letrados p¨²blicos defienden por ello que la del 41 (por 85.000 pesetas) fue ¡°fraudulenta¡±, ¡°simulada¡±, porque Esteban Collantes no pod¨ªa vender por segunda vez un pazo que ya hab¨ªa vendido tres a?os antes.
Adem¨¢s de los gastos que corr¨ªan a cargo de la Casa Civil y de la Comandancia de Obras, el Ayuntamiento de A Coru?a hac¨ªa las funciones de ¡°empresa de servicios¡±, y peri¨®dicamente mandaba jardineros, canteros, electricistas y cisternas con agua para abastecer a todo ese ¡°aparato¡± que desembarcaba en Meir¨¢s durante el verano. En el lugar se celebraban consejos de ministros y todos los dispendios aparec¨ªan recogidos en la contabilidad de la Casa Civil, con el ep¨ªgrafe ¡°residencia de verano¡±. Es m¨¢s, cuando Franco estaba en el pazo de Sada, seg¨²n han declarado los testigos, se usaban los mismos papeles oficiales que en El Pardo, solo que se tachaba este nombre y se escrib¨ªa ¡°Meir¨¢s¡± en el membrete.
Las expropiaciones para engrandecer las fincas del pazo, cuya superficie pas¨® de 5,7 a 9 hect¨¢reas, duraron varios a?os. Se levanta un acuartelamiento extramuros para que residan los guardias civiles que se encargan de la vigilancia (y que siguieron unos a?os tras la muerte de Franco), se construye una pista de tenis y la red de suministro de agua, hay sucesivas obras en los artesonados de madera, la capilla, los ba?os, las escalinatas, las estancias, las cubiertas. Incluso se retranquea la carretera ante los ¡°inconvenientes¡± que produce su trazado, escribe el Gobernador Civil en una carta al ministerio de Obras P¨²blicas. En esa misiva, invita a seguir con las obras con el mismo ¡°entusiasmo¡± que se puso cuando se hizo ¡°p¨²blico que el Pazo de Meir¨¢s era residencia oficial de nuestro Caudillo¡±.
Pero reiteradas veces, en los documentos, figura que la donacion se hace a Francisco Franco Bahamonde, Jefe del Estado, y a esto, tambi¨¦n, se aferran sus sucesores. ¡°Si alguien me regala algo a m¨ª y a continuacion [en el escrito] dice que soy abogado, no quiere decir que se lo est¨¦ regalando a mi despacho¡±, ha reprochado a los investigadores esta ma?ana Luis Felipe Utrera, letrado de los Franco. ¡°?Y cu¨¢ntos jefes del Estado ha habido en Espa?a que se llamen Francisco Franco, Fundador del Nuevo Imperio, General¨ªsimo de los Ej¨¦rcitos y Caudillo de Espa?a?¡±, les ha preguntado acto seguido, en referencia a los documentos de la donaci¨®n en los que aparece as¨ª citado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.