Un nuevo triunfo de Feij¨®o en el que solo faltaron las gaitas
El PP gallego celebr¨® la victoria de su candidato con m¨²sica, vino y las inevitables mascarillas
No hubo gaitas como con Fraga. Solo un moderno One More Time del grupo franc¨¦s de m¨²sica electr¨®nica Daft Punk. Alberto N¨²?ez Feij¨®o lleg¨® al hotel del PPdeG como una estrella de rock: ¡°Despu¨¦s de 11 largos a?os en la Xunta, quiero decir que me siento con m¨¢s fuerzas y con m¨¢s ganas¡±. Por donde se viera, la noche iba a ser hist¨®rica. Por un lado, el l¨ªder del PPdeG logr¨® igualar la marca del fundador del partido, Manuel Fraga, al conseguir una cuarta mayor¨ªa absoluta. Por otro, sali¨® airoso de los primeros comicios tras la pandemia. Pese a todo, lo que principalmente queda de la jornada de este domingo es que, como ha sido en cada elecci¨®n desde 2009, la cita en las urnas para Feij¨®o es solo un nuevo d¨¦j¨¤ vu. Otra noche de victoria.
La campa?a del candidato popular ha estado tan centrada en su figura que ni en las banderas de los simpatizantes en el hotel se pod¨ªa ver el logotipo del partido. Solo un enorme ¡°Feij¨®o¡± con una franja azul. Toda la jornada, eso s¨ª, lejos de ser de suspense, fue casi la rutina de esperar lo inevitable. A eso ha acostumbrado el presidente de la Xunta de Galicia a su equipo: a gestionar la noche de las elecciones.
Todo funciona como un reloj. Una hora antes del cierre de colegios, la discusi¨®n en el patio central se concentraba en una ¨²nica cosa: en qu¨¦ m¨²sica poner para la fiesta. Mar¨ªa, una de los cinco trabajadores encargados del sonido, suma sus segundas auton¨®micas. Pero lo que ella echa de menos son los festivales de m¨²sica, principal fuente de ingresos en su empresa. Al final, no se complicaron la vida: una lista de reproducci¨®n en YouTube que mezcla artistas de los ochenta con tecno para los m¨¢s j¨®venes.
M¨¢s que la sede de la victoria, el hotel parece un b¨²nker sanitario. Se deb¨ªan pasar dos filtros de seguridad para entrar a un largo pasillo adornado con una hilera de seis mesas con servilletas y gel hidroalcoh¨®lico. Carlos Rodr¨ªguez, de 27 a?os, fue interventor en una mesa electoral. Y de los primeros en llegar. Con una limp¨ªsima camisa de manga larga y un impecable cabello peinado con gomina, hablaba con serenidad: ¡°Yo nunca dud¨¦ de la victoria, pero mis amigos se pusieron nerviosos por un momento¡±. Este joven, que hab¨ªa trabajado para el PP en dos elecciones en Andaluc¨ªa, se refiere al ¨²nico momento de tensi¨®n que rompi¨® la monoton¨ªa de la noche. A las ocho de la tarde, cuando TVG sac¨® su encuesta a pie de urnas. Aquello fue un silencio pasmoso. Alg¨²n colaborador comenz¨® a hacer sumas en el m¨®vil: el sondeo daba 37 esca?os en la horquilla m¨¢s baja.
Pero no fue as¨ª. Al final, lo m¨¢s emocionante en esos momentos previos al esperado discurso de victoria de Feij¨®o estaba en otro pelda?o del podio: el sorpasso del BNG al PSdeG. ¡°?Si es como el 97!¡±, exclamaba un hombre de camiseta negra en el sal¨®n del catering. En aquella ocasi¨®n el Bloque del carism¨¢tico l¨ªder nacionalista Xos¨¦ Manuel Beiras tambi¨¦n termin¨® segundo, y Fraga logr¨® su pen¨²ltima mayor¨ªa absoluta.
La primera se?al de tranquilidad la dio el secretario general del partido, Miguel Tellado, que cruz¨® las dos trincheras de seguridad para bajar las escaleras del hotel que dan con el jard¨ªn minutos despu¨¦s del cierre de los colegios. En el atril, resaltado con la iluminaria azul del equipo de montaje, solt¨® un mensaje de calma: ¡°Tenemos muchos motivos para sentirnos orgullosos¡±. Dos horas despu¨¦s, la esperada victoria se consum¨®. M¨²sica y vino con mascarillas. Muchas caras j¨®venes. Pero la imagen es enga?osa. No refleja el n¨²cleo duro de los ciudadanos que han aupado al popular a un cuarto mandato. El mejor retrato apura una copa de vino solo, en la esquina de uno de los salones. Lejos de la fiesta, Manuel Boo, de 69 a?os, celebra una noche m¨¢s con el PPdeG. Lo hizo con Fraga cuatro veces. Y ahora, otras cuatro con Feij¨®o.
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