La moci¨®n de censura de Vox trastoca la estrategia de Casado
El PP, molesto con una operaci¨®n que cree que solo beneficia a Pedro S¨¢nchez
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La moci¨®n de censura anunciada por Vox para septiembre distorsionar¨¢ de entrada el inicio del curso pol¨ªtico, y sobre todo, trastoca los planes dise?ados por el equipo del l¨ªder del PP, Pablo Casado, para asentarse como ¨²nica alternativa al Gobierno de Pedro S¨¢nchez. Casado sigue ignorando la iniciativa lanzada por Santiago Abascal en el ¨²ltimo debate en el Congreso, aunque en su entorno no disimulan su molestia. En el PP, al igual que en Ciudadanos, rechazan esa maniobra, porque consideran que no les hace ning¨²n favor y que reforzar¨¢ al presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez.
Vox es el tercer grupo pol¨ªtico del Congreso, tiene 52 diputados y por tanto cumple los requisitos de la Constituci¨®n y del art¨ªculo 175 del Reglamento de la C¨¢mara que exigen 35 actas para plantear una moci¨®n de censura. La normativa requiere que se presente un candidato alternativo al que se quiere censurar (Vox todav¨ªa no lo ha precisado porque dice que quiere negociarlo y que no tiene que ser de su formaci¨®n) pero la regla, adem¨¢s, limita esa medida a una vez por periodo de sesiones.
El primer problema para Vox es que precipit¨® esa bala pol¨ªtica de calado sin negociar nada antes con sus potenciales socios y ha recabado un fuerte rechazo y malestar en los partidos de la derecha, que ya han avanzado que no la votar¨¢n y han entrado en una fase de enconada disputa dial¨¦ctica. En Vox esperaban el inicial rechazo del PP y Cs, y de hecho tampoco han querido enzarzarse en luchas directas con los diputados de esos partidos que han cuestionado abiertamente la idea. Han sido mucho m¨¢s agresivos con los analistas de la derecha que les han criticado, especialmente porque entienden que con esa moci¨®n lo que el partido ultra va a conseguir es reforzar con una especie de segunda vuelta de investidura al presidente S¨¢nchez.
Esa posici¨®n es totalmente compartida en el PP. Casado no contest¨® en el debate a la oferta de Abascal, ni en los siguientes d¨ªas. En su entorno explican que intentar¨¢ obviar ese embrollo pol¨ªtico lo m¨¢s posible. Tras el debate del mi¨¦rcoles el secretario general del PP y n¨²mero dos, Teodoro Garc¨ªa Egea, fij¨® la posici¨®n: ¡°Moci¨®n de censura posvacacional para salvar al soldado S¨¢nchez¡±, la denomin¨® en Twitter. En la c¨²pula popular pensaron que con ese desplante ya les valdr¨ªa para cerrar el debate y recuperar algo la iniciativa que Vox les rob¨® esa jornada. Pero no fue as¨ª. Sobre todo porque la noticia de la moci¨®n de Vox sent¨® especialmente mal en la mayor¨ªa de los medios de la derecha, que focalizaron y amplificaron la discusi¨®n por su inoportunidad.
Al d¨ªa siguiente, el PP s¨ª sali¨® en tromba para intentar cerrar la brecha abierta. Varios vicesecretarios generales repitieron el argumentario oficial. Cuca Gamarra: ¡°La moci¨®n no va a prosperar: las cuentas no salen y solo va a conseguir fortalecer al PSOE¡±. Pablo Montesinos: ¡°No vamos a participar en maniobras de distracci¨®n que, al final, a quien van a reforzar es al PSOE y a Pedro S¨¢nchez. No vamos a alimentar el ruido, vamos a seguir aportando soluciones¡±. Ana Beltr¨¢n: ¡°Es una bengala para decir ¡®hola, aqu¨ª estoy yo¡¯, un bal¨®n de ox¨ªgeno a S¨¢nchez y significar¨ªa investirlo de nuevo presidente del Gobierno dada la imposibilidad de que salga adelante¡±. Todos estos dirigentes est¨¢n en la ejecutiva nacional del PP.
Casado sigue sin opinar al respecto. Lo que s¨ª hizo, en la ¨²ltima ejecutiva nacional, fue fijar su estrategia para el pr¨®ximo curso pol¨ªtico, a partir de septiembre. La idea era continuar con la labor de oposici¨®n firme y contundente al Ejecutivo, pero sobre todo ¡°construir una alternativa responsable¡±. La moci¨®n distorsiona todo ya de entrada, obliga a posicionarse, votar en contra de Vox, ¡°porque es est¨¦ril, un fuego de artificio que no va a ning¨²n lado, y distrae y hace perder tiempo sobre el plan trazado¡±, seg¨²n rese?an en el equipo de Casado.
La moci¨®n distancia m¨¢s a Abascal de Casado, pese a que el primero intent¨® sin mucho ¨¦xito, durante el debate en el Congreso, afirmar que no la dirig¨ªa contra el liderazgo del presidente del PP sino contra los ¡°populistas, comunistas y separatistas¡± que apoyan al Gobierno de S¨¢nchez. Y pese a que luego, para justificarla, coincidi¨® con un argumento de Casado sobre que no pod¨ªa esperar m¨¢s para presentarla ante la crisis econ¨®mica y la bajada del PIB sin precedentes que est¨¢ sufriendo Espa?a. Casado y Abascal, que se llevan personalmente bien, tampoco se han querido hacer p¨²blicamente m¨¢s da?o, pero entre los miembros de sus equipos s¨ª se han sobrevolado algunas lanzas.
Los precedentes
Rafael Hernando, miembro de la mesa del Senado tuite¨®: ¡°En cuarenta a?os, entre 1977 y 2017, se hicieron dos mociones de censura. En cuarenta meses, con la llegada del populismo al Congreso, tres: primero Coletas, luego S¨¢nchez y ahora Abascal. Ninguna con el sentido que marca la Constituci¨®n, presentar un programa de gobierno viable¡±. Macarena Olona, la secretaria general de Vox en el Congreso, le replic¨®: ¡°Moci¨®n de censura presentada por 52 Diputados del Grupo de Coalici¨®n Popular frente a Felipe Gonz¨¢lez en 1987. Fue apoyada por 67 Diputados. ?Hay un Gobierno en democracia que haya merecido m¨¢s que este una moci¨®n de censura? Salid a la calle a buscar la respuesta¡±. Fuentes de la direcci¨®n de Vox indican que las mociones no siempre se anuncian con todos los votos necesarios ya recabados y recuerdan lo insistente que ha sido el PP para presentarla en Catalu?a contra los nacionalistas sin los esca?os precisos.
En Vox se van a tomar el verano para madurar su propuesta y buscar ¡°puntos de encuentro¡± con el PP y Cs. Sostienen que el bipartidismo que a?oran PP y PSOE ¡°ha muerto y Vox ha llegado para quedarse¡±. Y defienden que la derecha puede derrotar a la izquierda y gobernar Espa?a, divididos en tres partidos, como se demostr¨® ¡°para desmontar el r¨¦gimen socialista que gobern¨® 40 a?os en Andaluc¨ªa¡±.
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