Cena de despedida en el refugio de Sanxenxo

El rey em¨¦rito pas¨® su ¨²ltimo fin de semana antes de dejar Espa?a en Sanxenxo, con los amigos y compa?eros de regatas del Brib¨®n, de la clase 6mR de vela, la aventura en el mar con la que lleva estos a?os ilusionado y embarcado. El lunes, poco despu¨¦s de las 7.30, dej¨® esta localidad de Pontevedra que se ha convertido en su refugio inesperado en los ¨²ltimos tiempos. Personas que le han tratado especulan que el destino podr¨ªa ser el aeropuerto internacional de Oporto, a 140 kil¨®metros. En esas horas finales en Espa?a habl¨® sobre todo de competiciones de vela futuras y pendientes, de la incidencia de la covid-19 y de la necesidad de mantener las medidas de seguridad y precauci¨®n contra el coronavirus. Se mostr¨® incluso m¨¢s animado que sus anfitriones, se?alan fuentes conocedoras del encuentro.

El pasado domingo, el rey em¨¦rito lleg¨® en su coche, acompa?ado de sus escoltas y su ayudante, a Sanxenxo para despedirse. Quer¨ªa contarles a sus compa?eros de regatas tantos a?os del cl¨¢sico Brib¨®n, y del Nuevo Brib¨®n que ahora tripula, que dejaba Espa?a como todos los agostos, pero esta vez no para pasar unas simples vacaciones estivales en Croacia, Turqu¨ªa, el Caribe o Saint-Tropez, sino por un tiempo m¨¢s indefinido. No les cont¨® su destino pero s¨ª se interes¨® por varias pruebas aplazadas por culpa de la covid-19 que afectan directamente a Sanxenxo, el lugar en el que se reencontr¨® con la vela y el mar cuando ya cre¨ªa, por sus lesiones y operaciones, que no volver¨ªa a competir. Se aloj¨®, como ¨²ltimamente, en la casa que tiene en la localidad el campe¨®n de vela Pedro Campos, presidente adem¨¢s del Real Club N¨¢utico. Cen¨® con su equipo y rememor¨® los episodios que le han unido con esa localidad desde que la visit¨® por primera vez como guardiamarina en 1957.

La conexi¨®n con Sanxenxo no se retom¨® hasta 42 a?os m¨¢s tarde y fue a trav¨¦s de Campos y de la disculpa de la vela y el mar. En 1999, Campos fue nombrado presidente del viejo n¨¢utico local. Hab¨ªa navegado con el Rey en Baleares varias veces antes de sus operaciones y sab¨ªa que Juan Carlos I echaba mucho de menos el mar. En 2000, se organiz¨® en Sanxenxo la presentaci¨®n del mundial de cruceros que se iba a celebrar en Cerde?a y el monarca hizo de anfitri¨®n de honor. El alcalde, que entonces era y sigue siendo, el popular Telmo Mart¨ªn, le agasaj¨® con un almuerzo a base de pulpo en la isla de Ons, al que no falt¨® el entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga. Fue Mart¨ªn el que recomend¨®, al principio, que la comitiva real y su seguridad se alojasen en un hotel rural de lujo, Casa do Sear. A Juan Carlos I le encant¨® ese entorno casi id¨ªlico y aislado, como sus restaurantes preferidos, el D¡¯ Berto o Culler de Pau, en O Grove, o Casa Vila, en Vigo.

El Brib¨®n de aquel exiguo equipo espa?ol de tres embarcaciones gan¨® su primera Sardinia Cup y el Rey fue catalogado por el resto de la tripulaci¨®n como un talism¨¢n. Las visitas a Sanxenxo dejaron de ser espor¨¢dicas, el n¨¢utico se renov¨® y ampli¨®, se construy¨® la nueva marina y Juan Carlos I lleg¨® a ser un asiduo de la Copa de la Xunta en A Coru?a y Baiona. Participaba y ganaba, porque sus amigos coinciden en que siempre ha sido muy competitivo. ¡°Mi padre era un navegante, yo soy un regatista, navegar me aburre¡±, recuerdan su m¨¢xima.

En los ¨²ltimos a?os de su reinado, antes de la abdicaci¨®n en 2014, se sucedieron varias operaciones de hernias y cadera. En 2015, liberado de las obligaciones oficiales y algo m¨¢s recuperado, invit¨® a sus amigos de la vela y les confes¨® que deseaba volver a navegar. Y fue entonces cuando un conocido, Mauricio S¨¢nchez-Bella, les mostr¨® su Acacia, un barco cl¨¢sico y estrecho, perfecto para ir sentado y encajado contra los resbalones, de la clase 6mR, construido en 1929 y restaurado en 2009 en los astilleros vigueses Lagos. El pasatiempo se convirti¨® en una fijaci¨®n. Y la flota y la categor¨ªa en un ¨¦xito, tras lograr sucesivamente en 2017 el campeonato del mundo en Canad¨¢, el siguiente europeo y el Mundial de 2019 en Finlandia. Ahora ya hay 20 barcos de esa particular clase radicados en Sanxenxo y 60 internacionales apuntados a los campeonatos de Europa y del mundo, que deb¨ªan organizarse en la localidad este a?o si no fuese por la covid-19.

De eso conversaron el domingo el rey em¨¦rito y su equipo de regatas. De que ser¨ªa estupendo que esa competici¨®n se retrasase para mayor seguridad, pero que las tripulaciones de ese nivel adquisitivo se asentasen en la localidad varios a?os. De proyectos para el futuro. Y quedaron en seguir en contacto.