¡°He perdido todo y ahora no tengo ni un lugar para dormir¡±
Varias personas afectadas por el fuego que arras¨® un 'camping' en M¨¢laga el pasado domingo destacan la voracidad de las llamas y aseguran que no hab¨ªa bocas de incendios en el recinto
Peter Thacker segu¨ªa una carrera de f¨®rmula 1 en la televisi¨®n el pasado domingo cuando vio humo en la ventana. Abri¨® la puerta de su casa m¨®vil, aparcada en el camping conocido como Pueblo Fiesta-Lazy Days in Spain, ubicado en Mollina (M¨¢laga, 5.149 habitantes), y vio c¨®mo alguien vaciaba un extintor sobre un peque?o fuego. ¡°No sirvi¨® de nada¡±, recuerda. La casa n¨²mero 12, inhabitada, ard¨ªa entonces t¨ªmidamente, pero en cuesti¨®n de minutos el viento y el calor avivaron el incendio. Este brit¨¢nico jubilado tuvo que escapar a la carrera, sin tiempo para salvar sus pertenencias, como el resto de las 70 personas que viv¨ªan en el recinto. Las llamas arrasaron en un visto y no visto 40 casas y varios coches, como el Nissan Juke de Peter, comprado hace apenas una semana. ¡°Ha sido terrible, he perdido todo y ahora no tengo ni un lugar para dormir¡±, asegura abatido. Solo llevaba un a?o viviendo en M¨¢laga tras jubilarse de su puesto como conductor de autob¨²s en Yorkshire, al norte de Inglaterra.
Apenas 24 horas despu¨¦s, la inmensa mayor¨ªa de residentes en Pueblo Fiesta se reun¨ªan el lunes con el alcalde del municipio, Eugenio Sevillano, para conocer los pasos a seguir despu¨¦s de ver destruidas sus casas. El encuentro se realiz¨® en el Centro Eurolatinoamericano de Juventud ¡ªespacio del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social¡ª, donde el Ayuntamiento aloj¨® a las 33 personas que no ten¨ªan familiares o amigos con los que quedarse. Sentados, serios, escucharon decir al regidor que pueden quedarse 15 d¨ªas all¨ª, que recibir¨¢n tres comidas al d¨ªa, atenci¨®n administrativa para recuperar la documentaci¨®n y, tambi¨¦n, hacer uso de la comida, ropa y productos de aseo que numerosas personas del pueblo hab¨ªan dejado para ellos. ¡°Todo eso est¨¢ muy bien, pero ahora no tengo nada: he perdido 13 a?os de mi vida¡±, a?ad¨ªa otro brit¨¢nico retirado, Mr. Painey, que recuerda momentos ¡°horrorosos, tremendos¡±, as¨ª como bombonas de butano explotando una tras otra como fuegos artificiales.
Sentado en un banco, charlando con sorprendente tranquilidad con Peter Thacker, su amigo y compatriota Gary Lamon relataba un 2020 que a¨²n no se puede creer. En marzo perdi¨® a su mujer por c¨¢ncer en Inglaterra, volvi¨® en junio a Mollina para rehacer su vida y, tras gastar 10.000 libras en remodelar una vivienda adquirida en 2018, ahora tambi¨¦n la ha perdido, como su coche, en el fuego. ¡°Menos mal que, al menos, ella no ha visto c¨®mo ha quedado la casa¡±, afirma. Relata que en el recinto no exist¨ªan hidrantes [bocas de incendios] y que cuando los primeros bomberos llegaron se quedaron r¨¢pidamente sin agua. ¡°Con tomas de agua hubieran apagado el fuego r¨¢pidamente, pero no hab¨ªa¡±, insiste. Esa brigada pasaba casualmente por la zona tras extinguir un fuego de car¨¢cter leve en otro camping cercano, donde hab¨ªa gastado pr¨¢cticamente todo su dep¨®sito. Hubo que esperar 20 minutos m¨¢s a que llegaran refuerzos. ¡°Ese tiempo fue clave, la historia ser¨ªa otra con hidrantes¡±, recalca el brit¨¢nico.
¡°Enviamos r¨¢pidamente varias dotaciones de Antequera, Archidona y Campillos, que llegaron r¨¢pido¡±, cuenta Manuel Marmolejo, presidente del Consorcio Provincial de Bomberos de M¨¢laga. M¨¢s de 30 profesionales que recibieron el apoyo de un helic¨®ptero del Servicio de Extinci¨®n de Incendios Forestales de Andaluc¨ªa (Infoca) que realiz¨® varios pases derramando 3.000 litros sobre las llamas. ¡°La combusti¨®n era tan alta que tuvimos que replegarnos y esperar a que dejaran de explotar bombonas y la situaci¨®n se estabilizara¡±, indica Marmolejo, que subraya que ya est¨¢n comprobando si el negocio contaba con todas las medidas de seguridad. Sus equipos continuaron refrescando la zona hasta las dos de la ma?ana. Nadie respondi¨® el lunes por la tarde al tel¨¦fono de Pueblo Fiesta para dar su versi¨®n de lo ocurrido y en el recinto una trabajadora asegur¨® que no pod¨ªa dar detalles. ¡°Es una situaci¨®n muy delicada y no podemos decir nada¡±, ha explicado.
La causa del incendio que arras¨® buena parte del camping en pocos minutos todav¨ªa se desconoce. La unidad de Polic¨ªa Judicial de la Guardia Civil de Antequera se ha hecho cargo del caso, aunque fuentes de la investigaci¨®n advierten de la complejidad de conocer el origen del fuego por la intensidad de las llamas y el tipo de material de las viviendas. Solo hubo dos personas heridas con quemaduras de primer grado, aunque los servicios de emergencias sanitarias atendieron a varios residentes con crisis de ansiedad al ver c¨®mo el fuego acababa con todas sus pertenencias sin tiempo a salvar nada. Este martes, en el recinto, ¡ªprecintado por la Guardia Civil¡ª las casas y los coches se pod¨ªan ver totalmente derretidos entre amasijos de diferentes materiales y un intenso olor a quemado. Los residentes acudieron a recuperar algunas pertenencias por la ma?ana, pero sin mucha fortuna. Por un camino cercano, numerosos curiosos, llegados incluso de pueblos vecinos, pasaban con sus coches para observar el destrozo. ¡°Yo soy de las afortunadas, mi casa sigue ah¨ª, en pie¡±, dec¨ªa con cierta alegr¨ªa Marian McLoughlan, propietaria de una de las 17 viviendas que se salvaron de las llamas. Tambi¨¦n sonre¨ªa Craig Wilson, cuyos padres ¡ªJim y Diane¡ª hab¨ªan estrenado la suya en Mollina el pasado jueves. ¡°Vaya suerte que siga ah¨ª¡±, sentenciaba.
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