La historia de una familia filipina perseguida por Franco que obtiene la nacionalidad espa?ola como los futbolistas
El Consejo de Ministros concede el pasaporte a seis nietos y bisnietos de Buenaventura de Erquiaga, un empresario vasco que defendi¨® y financi¨® a la Rep¨²blica
Miren Fuentes, nacida en Manila hace 68 a?os, habla espa?ol y chapurrea el euskera. ¡°Cuando pas¨¢bamos los veranos con mis abuelos, nos obligaban a aprender canciones y poes¨ªa en euskera¡±, cuenta esta mujer que curs¨® en una universidad de California estudios de Historia y Comunicaci¨®n. Miren Fuentes ¡ªcuyo abuelo, el empresario vasco Buenaventura de Erquiaga, defendi¨® y financi¨® la Rep¨²blica desde Manila¡ª acaba de lograr que el Consejo de Ministros otorgue la nacionalidad espa?ola a sus dos hijos y otros cuatro familiares por un procedimiento de urgencia que se usa habitualmente para nacionalizar a futbolistas: la ¡°carta de naturaleza¡±. Es la primera vez que se emplea este tr¨¢mite para conceder pasaporte espa?ol a descendientes de exiliados por la Guerra Civil. A propuesta del ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, seis ciudadanos filipinos con nombres y apellidos vascos ya son espa?oles.
La ley de memoria hist¨®rica preve¨ªa otorgar la nacionalidad a los descendientes de primer y segundo grado de las v¨ªctimas de la Guerra Civil, pero ¨²nicamente hasta 2009 (despu¨¦s se prorrog¨® hasta finales de 2011). Fue entonces cuando la reclam¨® Miren Fuentes. Su abuelo Buenaventura hab¨ªa llegado a Manila en 1912 y tras estallar la Guerra Civil tom¨® postura a favor del Gobierno legal republicano. En 1966 su hijo, con su mujer y sus dos hijos, regres¨® a Espa?a, pero a los tres a?os, en 1969, la familia volvi¨® a Filipinas ante las presiones franquistas. ¡°Las cartas entre los Goytisolo y los Erquiaga llegaban a casa abiertas, revisadas por los ¨®rganos de censura franquista¡±, cuenta Miren a EL PA?S por tel¨¦fono desde Manila.
El abuelo de Miren Fuentes fue un empresario esencial en la difusi¨®n del mensaje de la Rep¨²blica en Filipinas. Tal y como defini¨® el propio Erquiaga, la Manila de aquellos d¨ªas se convirti¨® en el consulado m¨¢s importante de los rebeldes, ¡°el cuartel general de los nacionalistas espa?oles en Oriente¡±. En el Casino espa?ol ten¨ªan sus oficinas franquistas como Andr¨¦s Soriano, due?o de las cervezas San Miguel, que a?os atr¨¢s hab¨ªa cedido su coche a don Juan de Borb¨®n cuando este acudi¨® a Franco para ofrecerse a luchar a su favor en la Guerra Civil, relata Florentino Rodao, historiador y catedr¨¢tico de la Universidad Complutense. Tras la guerra, Erquiaga levant¨® el plan urban¨ªstico de la ciudad de Legazpi, donde una calle lleva su nombre.
Seg¨²n Rodao, Buenaventura de Erquiaga fue el empresario espa?ol m¨¢s activo en pol¨ªtica de los que se quedaron en Filipinas. En su libro Franquistas sin Franco (Comares), se?ala que presidi¨® el Comit¨¦ de Ayuda a la Espa?a Leal (Cadel), una asociaci¨®n que se dedic¨® a financiar y enviar ropas y alimentos a la Rep¨²blica. Tambi¨¦n fue nombrado presidente del Comit¨¦ para la Defensa de la Rep¨²blica, era corredor de Bolsa, se dedicaba al transporte de copra (la pulpa seca del coco) y nunca escondi¨® su defensa republicana: ¡°Nosotros los espa?oles republicanos estamos completamente en contra del comunismo y estamos tan alejados de ¨¦l como del fascismo o cualquier otra forma de imperialismo¡±, escribi¨® en la revista Democracia Espa?ola, publicada en Manila, en 1937.
Hace un a?o, Miren puso en marcha la doble nacionalidad de Yosu Andoni de Erquiaga Symaco, Andra Mari de Erquiaga Symaco, Carlos Rene Barretto Erquiaga, Amaya Legarda Barretto, Mara Eukene Fuentes Erquiaga y Ernesto Santiago Fuentes Erquiaga. Deseaba que su pasado no acabase en ella: ¡°Quer¨ªa que mis hijos fueran espa?oles. Hablamos en castellano, cocinamos comida espa?ola, mantenemos tradiciones espa?olas como las uvas de A?o Nuevo y vamos a Espa?a todos los a?os. Sin la Guerra Civil y la dictadura mi familia podr¨ªa haber vuelto y quedarse¡±, explica. Su familia paterna procede de Bizkaia y Gipuzkoa. ¡°Mis abuelos se conocieron en Lekeitio y debieron casarse en 1920, en Filipinas. Tuvieron dos hijos, Mar¨ªa Jes¨²s y Santiago, mi padre. Tengo parientes que dicen sentirse vascos, primero, y europeos, despu¨¦s. Pero nosotros no somos separatistas¡±, dice.
¡°Buenaventura Erquiaga fue talento que emigr¨® para buscar una vida mejor y termin¨® aportando a su comunidad de residencia, y, ahora, su nieta reclama la nacionalidad, sin tener la necesidad econ¨®mica pero s¨ª moral¡±, cuenta el abogado Eduardo Ranz, quien asesor¨® a la entonces ministra de Justicia, Dolores Delgado, en la exhumaci¨®n de Franco del Valle de los Ca¨ªdos. ¡°Se les rob¨® toda una vida, y solicitan, por orgullo y dignidad, su nacionalidad espa?ola¡±, a?ade el letrado para resumir una historia del ¨²ltimo siglo.
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