Vox quiere calentar su moci¨®n de censura con movilizaciones en la calle

Vox quiere calentar con movilizaciones en la calle la moci¨®n de censura que ha anunciado para septiembre. La direcci¨®n del partido ultra ha instado a todos sus cargos p¨²blicos a informarle de las protestas que se produzcan en su territorio como consecuencia de la crisis generada por la covid-19, para promoverlas o sumarse a ellas. Vox no ha despejado la inc¨®gnita de si presentar¨¢ a su l¨ªder, Santiago Abascal, como alternativa a Pedro S¨¢nchez, pero por vez primera ha designado candidato a presidir una comunidad aut¨®noma, Catalu?a.

El pasado d¨ªa 9, en una entrevista con Europa Press, el l¨ªder de Vox, Santiago Abascal, pronosticaba un ¡°oto?o caliente¡± y auguraba que el clima de tensi¨®n social y descontento por la mala gesti¨®n del Gobierno puede ser tan alto que lo haga caer. ¡°Si los espa?oles quieren, el Gobierno puede caer muy pronto. Si los espa?oles son conscientes de la gravedad de la situaci¨®n y est¨¢n dispuestos a comprometerse, el Gobierno puede caer por las movilizaciones sociales¡±, aseguraba.

No se trataba de una profec¨ªa, sino de un escenario que Vox est¨¢ dispuesto a alentar. La direcci¨®n del partido ha remitido una nota a todos sus cargos p¨²blicos en la que les pide que est¨¦n ¡°muy atentos en apoyar las iniciativas de manifestaciones, concentraciones y actos de reivindicaci¨®n de grupos sociales que, previsiblemente, se manifestar¨¢n en septiembre contra las pol¨ªticas del Gobierno¡±. Para coordinar y controlar las movilizaciones, se les insta a trasladar al Comit¨¦ de Acci¨®n Pol¨ªtica, que dirige el d¨ªa a d¨ªa del partido, ¡°todas las iniciativas de actos reivindicativos que surjan en los distintos lugares del territorio nacional (aportando informaci¨®n sobre los convocantes, motivo, lema y condiciones y precauciones sanitarias del acto), a fin de recabar la autorizaci¨®n para, en su caso, promoverla, apoyarla y/o asistir oficialmente¡±. Es decir, Vox no apoyar¨¢ ninguna movilizaci¨®n que no sea aprobada por su direcci¨®n nacional.

En pleno confinamiento, el partido ultra jale¨® las caceroladas contra el Gobierno que surgieron en algunas ciudades y el pasado 23 de mayo convoc¨® marchas motorizadas por el centro de las capitales de provincia. Aunque dijo que aquella convocatoria ser¨ªa el punto de arranque de las protestas, no ha vuelto a sacar a sus seguidores a la calle.

Su objetivo es hacerlo en septiembre, al socaire de los graves problemas sociales y econ¨®micos generados por la pandemia y como espaldarazo a la moci¨®n de censura anunciada por Abascal en el Congreso el 29 de julio.

Vox ya ha apoyado en las ¨²ltimas semanas algunas movilizaciones, como las de vecinos de Sant Joan Desp¨ª (Barcelona) que culpaban a los okupas del aumento de los robos. El alcalde, Antoni Poveda (PSC), denunci¨® la presencia en las manifestaciones de personas ajenas a la localidad ¡°con clara actitud provocadora¡±.

No obstante, buena parte de la nota de la direcci¨®n de Vox a sus cargos p¨²blicos se dedica a rebatir la idea de que la moci¨®n de censura tiene como verdadero objetivo debilitar al l¨ªder del Partido Popular. ¡°Esto es una moci¨®n ¨²nicamente dirigida contra el Gobierno criminal, sin pensar en ning¨²n otro partido¡±, sostiene, antes de denunciar a ¡°los grupos pol¨ªticos y medios clientelares que afirman que es una moci¨®n contra [Pablo] Casado¡±.

Para intentar demostrar que no responde a una t¨¢ctica partidista, la nota insiste en que su l¨ªder no ¡°tiene el m¨ªnimo inter¨¦s en liderar un nuevo Gobierno¡± y estar¨ªa dispuesto a dejar el puesto a otro candidato.

Este es el dilema de Vox: si presenta a un ¡°profesional de prestigio¡±, que pueda ¡°suscitar consensos¡±, en palabras de su diputado por Barcelona Ignacio Garriga, u opta por su propio l¨ªder. Al final, nada garantiza que otro candidato recabe m¨¢s votos de los que ya tiene el propio Abascal, quien renunciar¨ªa a su minuto de gloria.

Aunque Vox sabe que Casado no va a cambiar de opini¨®n (rechaz¨® la moci¨®n desde el primer minuto), cuenta con que la presi¨®n de la calle ponga contra las cuerdas a muchos diputados del PP, forzados a elegir entre la disciplina de partido y una iniciativa que se presenta dirigida a derribar al Gobierno ¡°social-comunista¡± y convocar nuevas elecciones.

En todo caso, las elecciones en las que pensaban los dirigentes de Vox cuando presentaron la moci¨®n no eran las generales, sino las catalanas. La intenci¨®n de que se debata en la segunda mitad de septiembre no es casual: el d¨ªa 17 est¨¢ prevista la vista en el Supremo de la causa por la inhabilitaci¨®n del presidente catal¨¢n Quim Torra, en la que Vox ejerce de acusaci¨®n popular. El partido ultra est¨¢ convencido de que Torra ser¨¢ inhabilitado y de que el fallo provocar¨¢ una nueva escalada de la tensi¨®n y un adelanto electoral en Catalu?a.

Por eso, ha dado un paso ins¨®lito: nominar a Ignacio Garriga como candidato a la Presidencia de la Generalitat. No se trata solo de que las elecciones no est¨¦n convocadas, sino de que Vox nunca ha presentado candidato a presidir una autonom¨ªa. No lo hizo en Galicia o el Pa¨ªs Vasco y no lo ha hecho en ning¨²n otro sitio, ya que es partidario de abolir las comunidades aut¨®nomas. Ahora, sin embargo, prima el inter¨¦s electoral: el esca?o logrado en el Parlamento Vasco ha convencido a Abascal de que puede tener un hueco en las nacionalidades hist¨®ricas y disputar al PP y Ciudadanos el voto espa?olista.