Una red de solidaridad contra la explotaci¨®n de mujeres vulnerables
La Guardia Civil identifica a siete mujeres latinoamericanas como las v¨ªctimas de una pareja investigada que buscaba personas vulnerables para su servicio en un chalet en Valencia
El que el se?or de la casa se levantara a servirse un vaso de agua pod¨ªa ser motivo de una bronca por parte de la se?ora. Las chicas estaban para eso y para ocuparse de todos los trabajos dom¨¦sticos. As¨ª lo cuenta una de las mujeres contactadas a trav¨¦s de un anuncio de Internet por una pareja ahora imputada por los delitos de trata de seres humanos, contra los derechos de los trabajadores y estafa continuada. ¡°Te promet¨ªan mil cosas para enredarte y luego no te pagaban. Te dec¨ªan que ten¨ªan amigos en la Guardia civil y en Extranjer¨ªa que ayudar¨ªan a conseguir papeles, pero que, como todo en la vida es dinero, ten¨ªas que darles un dinero para el tr¨¢mite¡±, explica por tel¨¦fono Geovanna Berm¨²dez.
Esta colombiana de 40 a?os trabaj¨® cinco meses como interna el pasado a?o en el chalet alquilado por la pareja en una urbanizaci¨®n residencial del municipio de Godelleta, en las estribaciones monta?osas de Valencia. ¡°Me pagaron el primer mes con cuentagotas, el segundo no completo y luego ya nada. Me dec¨ªan que ten¨ªan sus negocios, que ten¨ªan problemas con el banco, con Hacienda, que eran de familia rica y estaban a punto de recibir una herencia y que me pagar¨ªan. Yo tengo una hija en Colombia y una ten¨ªa deuda all¨ª, y necesitaba cobrar. Contact¨¦ con una chica que estuvo en la casa antes que yo y me dijo que me marchara, que ella perdi¨® cuatro meses de sueldo, que a ella tambi¨¦n le contaban las mismas historias¡±, rememora desde Teruel, donde trabaja ahora.
Geovanna se march¨® y llegaron otras. Hasta tres mujeres j¨®venes, latinoamericanas, en situaci¨®n precaria, coincidieron durante el confinamiento al servicio de Rosa y Jos¨¦, una pareja de mediana edad que no tienen hijos, y de sus dos perros. ¡°La pareja siempre buscaba ese perfil de mujeres migrantes, aunque en la solicitud no lo especificaba. Cuanto m¨¢s vulnerables, mejor¡±, se?ala Marcela Baham¨®n, sentada en una terraza de Quart de Poblet, poblaci¨®n cercana a Godelleta. Esta colombiana de 47 a?os ha sido clave en la detenci¨®n por parte de la Guardia Civil y de la Polic¨ªa Local de la pareja, que ha quedado en libertad con cargos.
Forma parte de la Asociaci¨®n Intercultural de Profesionales del Hogar y de los Cuidados (AIPHYC) que se dedica a la labor acompa?ar a las mujeres, ayudarlas, informarlas de sus derechos e incluso rescatarlas. Est¨¢n conectadas a nivel nacional por un grupo de whatsapp y por Facebook y m¨¢s de centenar de trabajadoras se intercambian informaci¨®n y datos. ¡°En este caso, nos lleg¨® un whatsapps desde Barcelona preguntando si alguien en Valencia pod¨ªa apoyar a una chica que hab¨ªa pedido ayuda, que llevaba unos meses sin cobrar, que no pod¨ªa salir de la casa porque no ten¨ªa dinero¡±, relata Marcela. Contact¨® con la chica, hab¨ªa dos m¨¢s en su misma situaci¨®n, y en cuanto le dio la direcci¨®n de Godelleta, en seguida at¨® cabos. ¡°Les dije que no les iban a pagar, que las estaban explotando, que ya les hab¨ªa pasado a otras, pero ellas confiaban en que s¨ª¡±, comenta. Finalmente, las tres trabajadoras dom¨¦sticas se convencieron, pero no era f¨¢cil marcharse en pleno confinamiento, sin recursos y sin mediar una denuncia con pruebas.
Marcela prepar¨® el camino ampliando la red de contactos. Habl¨® con Psic¨®logos sin fronteras, que contactaron un trabajador Social de Godelleta, con la asamblea feminista, con otras organizaciones. El prop¨®sito era ¡°crear una caja de resistencia¡±, encontrar alojamiento, obtener recursos para acoger a las chicas que no ten¨ªan ni dinero ni a d¨®nde ir. Al final, salieron de la casa y se present¨® la denuncia, explica desde detr¨¢s de su mascarilla que lleva inscrito el lema de su ONG ¡°Unidas somos fuertes, tejidas, invencibles¡±.
La Guardia Civil inform¨® el mes pasado de la operaci¨®n que denomin¨® Fake-Job (trabajo falso): ¡°Las j¨®venes realizaban las tareas dom¨¦sticas durante meses, hasta que finalmente se ve¨ªan obligadas a abandonar la vivienda sin haber percibido su salario, quedando en una situaci¨®n de desprotecci¨®n. Adem¨¢s los autores se val¨ªan de argucias para estafar a las j¨®venes, las cuales, les entregaban parte de sus ahorros, que la pareja les dec¨ªa utilizar en inversiones beneficiosas para las v¨ªctimas¡±. El instituto armado ha identificado hasta el momento a siete mujeres v¨ªctimas de la pareja desde 2017.
Rosa, la se?ora de la casa, responde a la llamada por tel¨¦fono de este peri¨®dico: ¡°Lo que tenga que decir lo dir¨¦ ante la juez. Solo dir¨¦ que todo es totalmente falso y ya se ver¨¢. La juez ya lo dijo una vez¡±. Y ahora, necesito descansar¡±. Se refiere a la demanda que interpuso Geovanna Berm¨²dez por el impago de sus salarios. Fue desestimada. ¡°Cuando present¨¦ la denuncia, me llamaron acusona y rebelde. Lamentablemente, la perd¨ª por falta de pruebas. Las ten¨ªa; ten¨ªas conversaciones grabadas en el celular pero se me da?¨®. Es colombiano y no me lo pudieron arreglar. Y sobre los mensajes de whatsapp, la jueza dijo que se pod¨ªan manipular. Pero, a la larga, la justicia llega¡±.
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