Condena sin castigo para un antiguo jefe de ETA
La Audiencia Nacional ordena la puesta en libertad de I?aki de Lemona pese a sentenciarle a 74 a?os. El etarra hab¨ªa cumplido ya el m¨¢ximo tiempo de estancia en prisi¨®n
El etarra Ignacio Bilbao Beascoechea, alias I?aki de Lemona, suma una nueva condena. La octava, cinco de ellas dictadas por la justicia espa?ola y el resto, por tribunales franceses. Sin embargo, no ingresar¨¢ en prisi¨®n por ella. El motivo: la ¨²ltima sentencia de la Audiencia Nacional, conocida este jueves y que le impone una pena de 74 a?os de c¨¢rcel por el atentado cometido el 2 de febrero de 1983 en Ordizia (Gipuzkoa), en el que muri¨® el guardia civil Miguel Mateo Pastor y resultaron gravemente a otros dos agentes. Este fallo recoge que Beascoechea ya ha cumplido en Espa?a el m¨¢ximo de 30 a?os de encarcelamiento (en realidad, ha estado 21 a?os tras descontar nueve de redenci¨®n de pena, un beneficio penitenciario contemplado en el C¨®digo Penal de 1973, m¨¢s otros siete anteriormente en Francia) y que, por tanto, no debe penar en prisi¨®n por estos hechos.
D¨ªas antes de redactarse la sentencia, el tribunal orden¨® su puesta en libertad. El etarra abandonaba la c¨¢rcel de Valdemoro (Madrid) el pasado 1 de octubre, donde permanec¨ªa en prisi¨®n preventiva desde el pasado julio (cuando extingui¨® las otras condenas) para asegurar su presencia durante la vista.
En la sentencia, los magistrados consideran probado que Bilbao Beascoechea y los otros integrantes del comando Goierri Costa contaban a principios de 1983 con informaci¨®n de los movimientos de los veh¨ªculos del cuartel de la Guardia Civil de Ordizia. Esta les hab¨ªa sido facilitada por el tambi¨¦n etarra Jos¨¦ Miguel Latasa, alias Ferm¨ªn, un miembro de la banda arrepentido cuyo testimonio ha sido clave en esta causa. Seg¨²n el fallo de la Secci¨®n Primera de la Sala de lo Penal, el 2 de febrero de aquel a?o los miembros del comando se dirigieron en dos coches hasta el cruce existente entonces en el kil¨®metro 422,5 de la carretera N-1 de Madrid a Francia por Ir¨²n, donde prepararon la emboscada. Los terroristas, armados con dos lanzagranadas y fusiles ametralladores, se dividieron en dos grupos: uno se apost¨® en el lado izquierdo de la carretera de acceso al cuartel; y el otro, en la v¨ªa lateral frontal pr¨®xima a la carretera nacional.
Un plan que no fall¨®
Los etarras sab¨ªan que los dos veh¨ªculos de la Guardia Civil deb¨ªan parar al llegar al cruce, donde hab¨ªa una se?al de ceda el paso. En ese justo momento, empezaron a disparar. La intensidad del atentado fue tal que una de las granadas anticarro arranc¨® el tech¨® de uno de los coches del instituto armado. ¡°Ignacio Bilbao se encarg¨® de introducir las granadas en el lanzagranadas¡±, se?ala el fallo de la Audiencia Nacional, que basa su conclusi¨®n en el testimonio de Latasa, testigo directo del atentado.
Por todo ello, el tribunal condena a Bilbao Beascoechea, nacido en Lemoa (Bizkaia) hace 61 a?os, a una pena de 30 a?os por atentado contra miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado con la agravante de premeditaci¨®n, y a otras dos de 22 a?os por sendos delitos de asesinato frustrado. La justicia espa?ola ya le hab¨ªa condenado anteriormente por otros cuatro atentados, dos cometidos en 1985 y otros dos, en 1988. Detenido en Francia a finales de mayo de 1992 ¡ªcuando intentaba recomponer la c¨²pula de la organizaci¨®n terrorista tras el arresto dos meses antes en Bidart de los entonces dirigentes¡ª, los tribunales galos le hab¨ªan impuesto tres condenas, de ocho, cinco y tres a?os respectivamente, que termin¨® de cumplir en octubre de 1999. Entonces fue extraditado a Espa?a, donde ha permanecido en prisi¨®n hasta ahora. En 2004, cuando llevaba cinco a?os preso en Espa?a, I?aki de Lemona firm¨® una carta con otros destacados dirigentes de la organizaci¨®n terrorista en la que abogaba por el fin de la violencia.
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