Siete d¨ªas de furia para marcar una legislatura
La pandemia, la reprobaci¨®n de Iglesias, los presupuestos y una moci¨®n de censura enardecer¨¢n m¨¢s el Parlamento
El Parlamento como caja de resonancia de los problemas de la sociedad, de sus aspiraciones, de sus demandas. Esta es una de las funciones no escritas de las Cortes que los parlamentarios introducen porque los reglamentos lo permiten. En el Congreso de Espa?a hace tiempo que campa el ruido y la bronca, pero la pr¨®xima semana puede ser ¡°salvaje¡±, como vaticin¨® el martes Gabriel Rufi¨¢n, de ERC, porque se abordar¨¢n de golpe y en un momento de m¨¢xima tensi¨®n pol¨ªtica los asuntos clave que pueden marcar gran parte de la legislatura: la reprobaci¨®n de Pablo Iglesias, el estado de alarma en Madrid, el comienzo del tr¨¢mite de los primeros Presupuestos del Gobierno de coalici¨®n y la moci¨®n de censura de Vox que tanto preocupa al PP.
Entre este mi¨¦rcoles y jueves se va a debatir y votar la reprobaci¨®n del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias; se va a exigir al presidente, Pedro S¨¢nchez, que le destituya; y en la comparecencia del ministro de Sanidad, Salvador Illa, sobre sus razones para decretar el estado de alarma en Madrid, se le requerir¨¢ su dimisi¨®n. El mi¨¦rcoles y jueves de la semana que viene se debatir¨¢ la moci¨®n de censura presentada por Vox contra la gesti¨®n del Gobierno en esta pandemia.
Ninguno de esos puntos saldr¨¢ adelante porque la mayor¨ªa parlamentaria progresista funcionar¨¢ y el Gobierno aparecer¨¢ num¨¦ricamente victorioso, pero se esperan unos debates de extrema virulencia pol¨ªtica. El ambiente est¨¢ tan enrarecido que el martes, la nueva portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, ubicada dentro del ala moderada del partido, lleg¨® a acusar al presidente, Pedro S¨¢nchez, de impulsar ¡°conductas y mecanismos dictatoriales¡± y de querer finiquitar el Estado de derecho.
La derecha en el Congreso, dividida normalmente por sus diversos intereses, se reagrup¨® ayer como reacci¨®n a la iniciativa presentada por el PSOE y Unidas Podemos para modificar la forma de elecci¨®n de los miembros del Consejo del Poder Judicial. PP, Vox y hasta Ciudadanos cuestionan que Unidas Podemos tenga voz en la negociaci¨®n de un poder del Estado que cr¨ªtica abiertamente como dejar¨¢n ver este mi¨¦rcoles en la sesi¨®n de control.
El l¨ªder del PP, Pablo Casado, arremeter¨¢ as¨ª contra Pablo Iglesias preguntando a Pedro S¨¢nchez si le va a cesar. El presidente del Gobierno no solo no le va a destituir, sino que le va a apoyar, porque entiende que los problemas que pueda tener con la Justicia no han llegado a los est¨¢ndares establecidos por los partidos para apartar a uno de sus miembros: la apertura del juicio oral.
En el sector socialista del Gobierno reconocen con preocupaci¨®n que habr¨ªa sido mejor que el l¨ªder de Podemos no tuviera que verse relacionado con el caso Dina o el caso Neurona. Y admiten que tampoco ayuda que las circunstancias hayan conducido a que la figura del rey Felipe VI est¨¦ en permanente exposici¨®n porque as¨ª se da cobertura a que miembros de Unidas Podemos expresen su republicanismo y a que la oposici¨®n deduzca que su objetivo, no te¨®rico o de principios, sea trabajar para que se abra paso el debate sobre la monarqu¨ªa en Espa?a.
Este mi¨¦rcoles, en el debate sobre la situaci¨®n de la epidemia de coronavirus en Madrid, el ministro Illa escuchar¨¢ del PP los mismos ataques que le replica a diario la presidenta madrile?a, la popular Isabel D¨ªaz Ayuso, quien le acusa de pr¨¢cticas ¡°autoritarias¡± y arbitrarias. No habr¨¢ votaci¨®n en ese debate, pero s¨ª refriega.
En estos d¨ªas, adem¨¢s, el Ejecutivo ha empezado a citar a los partidos socios de la investidura para escuchar sus posiciones sobre los Presupuestos, los primeros de esta coalici¨®n y determinantes para planificar la recuperaci¨®n. El martes que viene las cuentas del Estado pasar¨¢n su primer examen parlamentario, al discutirse en el Congreso si realmente se dan las circunstancias de excepcionalidad que justifican la suspensi¨®n de las reglas de d¨¦ficit y de deuda. El Gobierno necesita ese aval, que superar¨¢ m¨¢s que probablemente con sus socios habituales, pero sigue sin perfilarse cu¨¢les ser¨¢n sus apoyos en la discusi¨®n final de esos Presupuestos. Rufi¨¢n insisti¨® ayer en que ERC y Cs son incompatibles.
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