Pasaporte para una palestina sefard¨ª
Heba Iskandarani, refugiada con documento de identidad de L¨ªbano, obtiene la nacionalidad espa?ola tras investigar su ascendencia de jud¨ªos expulsados en 1492
A los 26 a?os, Heba Iskandarani puede presumir de cosmopolita: nacida en Dub¨¢i y residente en Reino Unido, es hija de madre libanesa y padre palestino. Pero hasta el pasado 31 de agosto, ning¨²n pa¨ªs le hab¨ªa expedido un pasaporte. Viajaba con un salvoconducto liban¨¦s en el que figura como refugiada palestina. Gracias al asombroso hallazgo de sus or¨ªgenes sefard¨ªes, ahora es ciudadana espa?ola.
Todo empez¨® con un an¨¢lisis de ADN y el ferviente deseo de abandonar la condici¨®n de ap¨¢trida. Hace cuatro a?os comunic¨® a su padre que ...
A los 26 a?os, Heba Iskandarani puede presumir de cosmopolita: nacida en Dub¨¢i y residente en Reino Unido, es hija de madre libanesa y padre palestino. Pero hasta el pasado 31 de agosto, ning¨²n pa¨ªs le hab¨ªa expedido un pasaporte. Viajaba con un salvoconducto liban¨¦s en el que figura como refugiada palestina. Gracias al asombroso hallazgo de sus or¨ªgenes sefard¨ªes, ahora es ciudadana espa?ola.
Todo empez¨® con un an¨¢lisis de ADN y el ferviente deseo de abandonar la condici¨®n de ap¨¢trida. Hace cuatro a?os comunic¨® a su padre que su apellido figuraba en Internet como perteneciente a una familia jud¨ªa argentina. ¡°Descubrimos que algunas de nuestras ra¨ªces estaban en Espa?a¡±, relata por tel¨¦fono todav¨ªa maravillada. Con esta revelaci¨®n, la joven investig¨® su linaje para acogerse a la ley que entre 2015 y 2019 abri¨® la posibilidad de obtener la nacionalidad espa?ola a los descendientes de jud¨ªos expulsados por los Reyes Cat¨®licos en 1492.
El punto de partida fue su abuelo paterno, Ahmad Iskandarani, palestino expulsado de la ciudad costera de Jaffa (hoy un distrito de Tel Aviv) tras la creaci¨®n del Estado de Israel en 1948. ¡°No hablaba mucho, vest¨ªa bien¡±, es todo lo que pudo sonsacar Heba a su abuela, todav¨ªa viva. En su ¨¦xodo como refugiado hacia L¨ªbano, donde cr¨ªa a ocho hijos, hab¨ªa hecho desaparecer el nombre de su padre, Ayub (Job, en ¨¢rabe), de su documento de identidad.
La joven Iskandarani lo present¨® como prueba de su ascendencia sefard¨ª ante la Federaci¨®n de Comunidades Jud¨ªas de Espa?a (FCJE), pero ni esa documentaci¨®n ni el hecho de que su abuelo Ahmad tuviera hermanastros con nombres inequ¨ªvocamente hebreos ¨CYakub y Moses¨C bastaron para que obtuviera el certificado del FCJE. Envi¨® entonces a su madre a rebuscar en el desv¨¢n de la casa familiar en L¨ªbano. ¡°Me enfad¨¦ much¨ªsimo con ella por ser libanesa¡±, confiesa arrepentida entre risas. ¡°Estaba muy cerca de mi objetivo y el Gobierno de Beirut no pod¨ªa ayudarme¡±, a?ade.
Camuflado entre una pila de papeles fue localizado un documento de identidad de la bisabuela paterna, Latife. La madre de Ahmad se apellidaba Al Djerbi, un patron¨ªmico que retrotrae hasta Djerba o Yerba, la isla de T¨²nez que cuenta a¨²n con una ancestral comunidad jud¨ªa. Esta fue la prueba concluyente de su linaje sefard¨ª.
Heba contrat¨® a trav¨¦s de sus abogados a Roger Louis Mart¨ªnez-D¨¢vila, profesor de historia medieval espa?ola en la Universidad de Colorado (EE UU) para que avalara su genealog¨ªa. Este localiz¨® el lugar de origen de los antepasados de Iskandarani en la calle del Call de la juder¨ªa de Barcelona, donde se documentan hasta cuatro generaciones. Tras su expulsi¨®n de la Corona de Arag¨®n, viajaron desde Marruecos a Alejandr¨ªa, donde se convirtieron al islam antes de recalar en el puerto de Jaffa como mercaderes bajo el Imperio Otomano.
Cumplido el principal requisito para lograr la nacionalidad, a¨²n tuvo que superar una larga carrera de obst¨¢culos burocr¨¢ticos y cuantiosos desembolsos, que entre abogados, tasas, notarios, viajes y compulsas, ascendieron a unos 6.000 euros.
Con tes¨®n, logr¨® superar el examen de espa?ol en el Instituto Cervantes de Dub¨¢i, a pesar de que desconoc¨ªa por completo el idioma. ¡°Don¨¦ 200 euros a Cruz Roja Espa?ola¡±, detalla Heba, para probar la ¡°especial vinculaci¨®n con Espa?a¡± exigida a los solicitantes de nacionalidad de origen sefard¨ª. Tambi¨¦n present¨® justificantes de transferencias por valor de 300.000 euros efectuadas por su padre, responsable de una empresa que importa fertilizantes espa?oles a Emiratos ?rabes. ¡°Hasta pens¨¦ en hacerme fotos viendo series espa?olas en Netflix¡±, bromea.
Mientras rememora las tribulaciones transmite su satisfacci¨®n por haber obtenido el pasaporte espa?ol. Adem¨¢s de un s¨ªmbolo identitario, es una valiosa credencial que le abre las puertas del mundo. ¡°El visado que tengo por mi padre no me permite trabajar en ning¨²n pa¨ªs de la zona¡±, aclara. Actualmente cursa un doctorado sobre reconstrucci¨®n tras los conflictos de Oriente Pr¨®ximo en la Universidad de Birmingham.
¡°El 12 de septiembre, el d¨ªa que recib¨ª el pasaporte espa?ol, renac¨ª¡±, confiesa emocionada. ¡°Es como un nuevo cumplea?os¡±, celebra. ¡°Palestina, jud¨ªa, libanesa, musulmana, dubait¨ª y espa?ola¡±, se define ahora a s¨ª misma la sefard¨ª Heba Iskandarani, quien siempre se ha sentido ante todo ciudadana del mundo.