Fuga del colegio en ¡°la hora zombi¡±
El tramo final de siete a ocho de la tarde, aconsejado para positivos y personas en cuarentena, fue temido todo el d¨ªa con humor negro, pero se convirti¨® en una deserci¨®n masiva del voto


La jornada electoral en Catalu?a ha sido muy rara, pero aun as¨ª lo m¨¢s raro de todo estaba previsto al final. A partir de las siete de la tarde, la ¨²ltima hora estaba aconsejada para personas que han dado positivo en covid o permanecen en cuarentena. En un toque de humor negro se dio en llamar ¡°la hora zombi¡±. Desde por la ma?ana en los colegios casi se santiguaban al mentarla, pensando en c¨®mo ser¨ªa eso. Se iban a tener que poner equipos de protecci¨®n especial, los llamados EPI, y si ya durante el d¨ªa se procuraba ni tocar los DNI, para esa hora en las mesas se preguntaban si tendr¨ªan que usar pinzas. La espantada de muchos de los convocados, incluso a pesar de las fuertes multas, no hizo m¨¢s que aumentar la aprensi¨®n. ¡°En esta mesa yo soy la presidenta titular, pero estos dos que est¨¢n de vocales eran presidentes suplentes de otras mesas, y han acabado aqu¨ª¡±, contaban en la mesa 160A del colegio instalado en el mercado hist¨®rico de Sant Antoni, en Barcelona.
Sin embargo, a medida que fue avanzando el d¨ªa se impuso una clara tendencia: del l¨ªo y las colas de la ma?ana se pas¨® a una calma cercana al aburrimiento a primera hora de la tarde. En el mercado, donde se han acumulado cuatro colegios, correspondientes a 17.000 votantes, no hab¨ªa nadie y retumbaba el eco entre los puestos cerrados. En las mesas mataban el tiempo cont¨¢ndose la vida y conoci¨¦ndose un poco, ya que les hab¨ªa cruzado el azar, como en un vag¨®n de tren en un largo viaje. Entonces se abri¨® paso una sospecha: ¡°Ver¨¢s como no viene nadie¡±. En todas las mesas se pensaba lo mismo, como si fuera de sentido com¨²n, no ir si no eres positivo, y mucho menos si lo eres. ¡°Mira, en esta mesa han votado por correo 48, de 700 censados, es much¨ªsimo¡±.
A las 18.40, los presentes empezaron a abrir con resignaci¨®n las bolsas de los equipos EPI. Los pasillos se convirtieron de pronto en un vestuario: ¡°?Aqu¨ª tienes una XL!¡±. Mono blanco, pantalla protectora de la cara, guantes. ¡°?La capucha hay que pon¨¦rsela?¡±, se preguntaban unos a otros. Era inevitable hacer al menos una foto, y alguna broma. ¡°Esto es surrealista¡±, se dec¨ªan vi¨¦ndose reflejados en el cristal de enfrente, vestidos como de la NASA en la pel¨ªcula de E.T. Todo el mundo envi¨® una foto a sus grupos de WhatsApp. La temida hora zombi, en efecto, acab¨® en una deserci¨®n total de los colegios. Nadie quiso ir, igual que tampoco casi nadie quer¨ªa estar, y es m¨¢s, no ve¨ªan la hora de irse a su casa, ya bastante agotados. ¡°Hombre, miedo no tengo, pero esto a nadie le gustar¨ªa¡±, reflexionaba el vocal de una mesa mientras se sub¨ªa la cremallera del traje.
En esa ¨²ltima hora, a las cuatro mesas de una de las secciones del mercado entraron solo siete personas. Una de ellas, una chica que votaba por primera vez. Su familia la esper¨® fuera y la recibi¨® con un aplauso. Otro se?or entr¨® dando algunos gritos: ¡°?Un poco de sentido del humor, que esto nos est¨¢ robando el ¨¢nima!¡±. Cuando se cerr¨® el colegio a las ocho, es como si ya se hubiera cerrado a las siete. Lo que fue zombi fue esa hora electoral muerta. A efectos de impacto electoral, es como si no hubiera existido. Contando que tambi¨¦n en este colegio hab¨ªan abierto casi una hora m¨¢s tarde, en realidad el d¨ªa tuvo dos horas menos. Menos para los que estaban all¨ª, claro. Al anunciarse que todo hab¨ªa terminado, se desenfundaron los trajes con un suspiro de alivio. Llevaban 12 horas en el colegio, porque les hab¨ªan convocado a las ocho de la ma?ana. Los zombis ya eran ellos. Y quedaba el escrutinio. Se hizo un poco largo. Como todo, adem¨¢s de raro, este ¨²ltimo a?o.
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