La Guardia Civil rescata a 41 migrantes escondidos entre residuos en Melilla

Una pierna al aire inerte fue lo primero que vio un guardia civil del puerto de Melilla al abrir un saco blanco de pl¨¢stico. Dentro de la bolsa hab¨ªa un hombre desorientado. Pensando que hab¨ªa fallecido, el agente solicit¨® una ambulancia, sac¨® un cuchillo y abri¨® la bolsa llena de cenizas volantes t¨®xicas. En ese momento el sujeto que estaba dentro reaccion¨®. Como ¨¦l, en la ma?ana del pasado viernes encontraron a otras 40 personas ocultas entre fragmentos de vidrio y otros residuos peligrosos contenidos en bateas, veh¨ªculos articulados, camiones y contenedores. Fuentes del cuerpo de seguridad confirman que todos los individuos eran hombres y de origen marroqu¨ª y argelino.

En el primer registro se localizaron r¨¢pidamente a 35 personas escondidas en distintos lugares del puerto. La dificultad vino con el segundo registro, que fue m¨¢s exhaustivo y meticuloso, cuando se encontraron a otros cinco individuos, cuatro de ellos en una batea que embarcaba llena de restos de vidrio fracturados para el reciclaje. Les esperaba una traves¨ªa de unas siete horas entre ese material hacia la pen¨ªnsula. Los 41 migrantes, tras ser rescatados fueron evaluados por el personal m¨¦dico y sanitario para posteriormente ser trasladados a la comisar¨ªa de la Polic¨ªa Nacional.

La entrada de personas a la zona del puerto de la ciudad aut¨®noma para intentar alcanzar la Pen¨ªnsula se da de distintas formas, cada una con su nivel de riesgo. La Guardia Civil ha detectado que muchos de los migrantes intentan acceder nadando desde zonas aleda?as como el mismo puerto marroqu¨ª de Beni Ansar, o muchos otros por tierra saltando hacia los veh¨ªculos en movimiento cuando bajan la velocidad para acceder al puerto o escabull¨¦ndose por debajo. Una pr¨¢ctica que se conoce como risky.

Fuentes de la Guardia Civil explican que se trata del paso siguiente para las personas que han entrado a Melilla por la frontera con Marruecos, cerrada desde el 13 de marzo de 2020 con la declaraci¨®n del primer estado de alarma con la pandemia. Los migrantes que se encuentran viviendo temporalmente en la ciudad aut¨®noma, la mayor¨ªa de manera irregular y algunos en centros de acogida, son los que todos los d¨ªas intentan llegar a la pen¨ªnsula col¨¢ndose en buques comerciales que cruzan el estrecho hacia Almer¨ªa, M¨¢laga o Motril (Granada). Algunos lo intentan m¨¢s de una vez escondi¨¦ndose entre las cargas en remolques o camiones, arriesgando su vida.

Para localizar a las personas entre veh¨ªculos y contenedores, la Guardia Civil echa mano de recursos humanos, tecnol¨®gicos y animales. Desde perros que olfatean los contenedores, m¨¢quinas detectoras de latidos de coraz¨®n hasta, como este caso particular, la intuici¨®n y la experiencia de los agentes. Sin embargo, las im¨¢genes del viernes pasado se han vuelto repetitivas para los agentes en el puerto. En lo que va del a?o han auxiliado a 1.781 personas en esta zona de seguridad. En 2020 fueron en total 11.669. La pandemia ha vuelto m¨¢s desesperado el intento de cruce de migrantes del puerto hacia la pen¨ªnsula.