¡°Hemos sido muy tolerantes con el rey Juan Carlos¡±
Exministros del PP y del PSOE relatan las se?ales de alarma y analizan su papel en el Gobierno ante los esc¨¢ndalos del monarca
Media docena de miembros de distintos Gobiernos del PSOE y del PP han respondido a EL PA?S qu¨¦ sab¨ªan, qu¨¦ sospechaban, qu¨¦ hicieron y qu¨¦ creen ahora, al destaparse los esc¨¢ndalos relacionados con el rey em¨¦rito ¡ªel ¨²ltimo, una segunda regularizaci¨®n fiscal por 4,39 millones de euros¡ª que debieron haber hecho entonces. Algunos han accedido a hablar con su nombre. Otros piden el anonimato. Todos admiten que llegaron a estar preocupados por la co...
Media docena de miembros de distintos Gobiernos del PSOE y del PP han respondido a EL PA?S qu¨¦ sab¨ªan, qu¨¦ sospechaban, qu¨¦ hicieron y qu¨¦ creen ahora, al destaparse los esc¨¢ndalos relacionados con el rey em¨¦rito ¡ªel ¨²ltimo, una segunda regularizaci¨®n fiscal por 4,39 millones de euros¡ª que debieron haber hecho entonces. Algunos han accedido a hablar con su nombre. Otros piden el anonimato. Todos admiten que llegaron a estar preocupados por la conducta de Juan Carlos I y que es necesario hacer cambios en la regulaci¨®n de la instituci¨®n para protegerla o salvarla. Tanto los ministros socialistas como los populares consultados opinan, en todo caso, que es ¡°oportunista¡± y ¡°perjudicial¡± utilizar la delicada situaci¨®n del anterior jefe del Estado para plantear un debate sobre monarqu¨ªa o rep¨²blica.
Preguntados por el fraude fiscal y si durante su etapa en el Gobierno lleg¨® a sus o¨ªdos que el rey Juan Carlos hiciera negocio mientras ayudaba a empresas espa?olas a hacer el suyo en otros pa¨ªses, y en concreto, si en alg¨²n momento sospecharon o les lleg¨® informaci¨®n relativa a la posibilidad de que hubiese recibido una comisi¨®n por la adjudicaci¨®n del contrato del AVE a La Meca, los ministros consultados aseguran que no les consta, pero aportan distintos matices en sus respuestas.
Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, ministro de Exteriores con Mariano Rajoy, afirma: ¡°El gran error de don Juan Carlos es la creaci¨®n de estructuras financieras opacas, que es lo que obliga a don Felipe a renunciar a cualquier beneficio que le pueda venir de ellas por ser contrarias a la legalidad y a la obligaci¨®n de transparencia. Eso ha da?ado a la instituci¨®n y es extraordinariamente grave.¡± ¡°En cuanto a las comisiones¡±, a?ade, ¡°nunca se coment¨® que el rey hiciera negocio. Jam¨¢s he tenido la menor sospecha de que eso pod¨ªa haber ocurrido y nadie lo ha probado. No puedo poner la mano en el fuego, pero me sorprender¨ªa¡±.
Un exministro socialista se?ala sobre esas supuestas comisiones: ¡°No lo creo. Adem¨¢s, no cuadran las fechas¡± [el regalo del rey de Arabia Saud¨ª se produce en 2008, tres a?os antes de la adjudicaci¨®n del AVE a La Meca]¡±. Otro exdirigente popular se?ala: ¡°No me sorprende tanto la donaci¨®n saud¨ª [65 millones de euros depositados en un banco suizo y transferidos al para¨ªso fiscal de Nas¨¢u, Bahamas] porque a ese tipo de reg¨ªmenes totalitarios les interesa tener relaciones que puedan servir para blanquearles de alg¨²n modo. No creo que el origen de esos fondos sean comisiones. Otra cosa es el delito fiscal. Y ah¨ª no me sorprende tanto que lo haya hecho, sino lo mal que lo ha hecho, porque un buen asesor le pod¨ªa haber recomendado crear una fundaci¨®n por la Corona, aunque un origen fraudulento de los fondos explicar¨ªa por qu¨¦ no recurri¨® a esa f¨®rmula¡±.
Para el socialista Jos¨¦ Bono, exministro de Defensa, ¡°que el rey Felipe, con lo prudente que es, haya renunciado a la herencia de su padre y le haya anulado la asignaci¨®n como miembro de la familia real es algo m¨¢s que un indicio de que algo hab¨ªa en la conducta de su padre poco plausible¡±.
¡°Los gobiernos tendr¨ªan que haber sabido m¨¢s¡±
A partir de aqu¨ª, los ministros consultados hacen una diferente interpretaci¨®n sobre lo que pod¨ªan haber hecho. Ram¨®n J¨¢uregui, exministro de la Presidencia con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, se?ala: ¡°Su final es muy lamentable. Nos ha decepcionado a todos. Pero pienso que todos tenemos responsabilidades. El pa¨ªs ha sido muy tolerante o demasiado temeroso de la censura al rey. En primer lugar, los gobiernos, del PSOE y del PP, tendr¨ªan que haber sabido m¨¢s y en su caso haber corregido, si hubieran podido, cosas que se est¨¢n descubriendo ahora. Creo que ning¨²n presidente tuvo informaci¨®n directa sobre cobros irregulares o manejo de dinero cuya procedencia no pod¨ªa desvelarse, pero la autocr¨ªtica puede hacerse sin conocer con detalle una acci¨®n en concreto. Tambi¨¦n la prensa ha estado inusualmente callada hasta Botsuana. Nadie quer¨ªa abrir ese libro¡±.
Dos exministros aluden al pasado de Juan Carlos I para explicar, sin justificarla, parte de su conducta. ¡°La informaci¨®n de las cuentas del rey no me ha sorprendido del todo. Creo que probablemente ha habido una preocupaci¨®n hist¨®rica en su vida por dotarse de un soporte econ¨®mico suficiente porque esa familia real ha sufrido el exilio y creo que eso don Juan Carlos lo ha tenido siempre muy presente¡±, afirma J¨¢uregui. ¡°Pero es un asunto que nos va a manchar como pa¨ªs y que nos ha introducido en un debate social muy inconveniente¡±, a?ade.
Un exministro del PP recuerda por su parte: ¡°Desde Carlos III no hay un rey espa?ol que no haya nacido, vivido o muerto en el exilio. Es una constante en la familia. Las penurias con las que se crio don Juan Carlos, mantenido por colectas entre mon¨¢rquicos espa?oles y el p¨¢nico a que volviera a suceder pueden explicar parte de lo que ha hecho. Pone de beneficiario a su hijo y hablamos de cantidades muy superiores a la capacidad de gasto. Por eso creo que hay algo m¨¢s, una causa que le trasciende, el miedo al exilio¡±. Bono discrepa: ¡°Algunos aseguran que el rey Juan Carlos lo pas¨® muy mal durante la dictadura. No alcanzo a comprenderlo; los que lo pasaron mal fueron quienes lucharon contra el dictador¡±.
¡°Hab¨ªa un verdadero af¨¢n cortesano¡±
?Fueron demasiado permisivos? ¡°Era la pol¨ªtica de entonces. La ley de transparencia es de hace solo siete a?os. Y en lo que se refer¨ªa al monarca, no se planteaba nada de esto porque hab¨ªa un verdadero af¨¢n cortesano¡±, responde un ministro de Zapatero. ¡°El rey era una especie de paradigma, como una piedra que infund¨ªa poder. Por otro lado, para acercarse a don Juan Carlos hab¨ªa que tener autonom¨ªa. Solo pod¨ªan hacerlo los presidentes, y no me consta que ninguno desaconsejase al rey una conducta diferente a la que al rey le agradaba¡±.
Margallo se?ala sobre eso: ¡°Ahora hay un debate sobre si pod¨ªamos haber hecho m¨¢s, pero es que no ¨¦ramos conscientes de que hab¨ªa cuentas, fundaciones opacas¡ y por tanto nada pod¨ªamos hacer. Creo que su responsabilidad pol¨ªtica se zanja con la abdicaci¨®n. Ha pagado una penitencia, se le ha retirado su asignaci¨®n presupuestaria y se ha ido no porque le guste el clima de Emiratos, sino para evitarle problemas a su hijo y salvar la instituci¨®n. Y la responsabilidad jur¨ªdica veremos cu¨¢l es. Creo que el ruido terminar¨¢ en alg¨²n momento y se har¨¢ un balance ponderado de su reinado porque, con todo lo reprobables que son esos actos, creo que estamos exagerando¡±.
Todos los ministros consultados coinciden en que es necesario acotar la inviolabilidad del Rey a su actividad como jefe del Estado y ampliar la transparencia en la instituci¨®n. Varios se?alan tambi¨¦n la necesidad de profesionalizar a su equipo. ¡°La Monarqu¨ªa¡±, afirma J¨¢uregui, ¡°necesita una regulaci¨®n m¨¢s moderna: cambiar el aspecto de g¨¦nero de la sucesi¨®n, que la inviolabilidad no afecte a asuntos personales y fortalecer su estructura con expertos, asesores¡¡±. Un ministro de Rajoy se?ala: ¡°El reproche fundamental es a don Juan Carlos, pero despu¨¦s, a todos los jefes de su Casa, que ten¨ªan que ver movimientos y gastos extra?os. Eran responsables de la casa de la Jefatura del Estado, no de la casa de don Juan Carlos y se equivocaron. Le dejaron hacer¡±. Otro antiguo miembro del Gobierno recuerda una an¨¦cdota de Sabino Fernandez Campo, al que se?ala como el jefe de la Casa del Rey que m¨¢s se enfrent¨® a Juan Carlos I. ¡°Le ten¨ªa miedo porque le dec¨ªa las cosas. Y mucho respeto. No se atrev¨ªa a cesarle, pero quer¨ªa alguien m¨¢s d¨®cil, as¨ª que un d¨ªa le invit¨® a cenar en Horcher y en medio de la cena dijo: ¡®Sof¨ªa, no sabes el disgusto que me ha dado Sabino. Dice que est¨¢ muy cansado y lo deja¡¯. Era mentira que le hubiera dicho nada, pero Sabino, que era militar y muy respetuoso, lo dej¨®¡±.
Todos los consultados lamentan ¡°el final¡± de don Juan Carlos y recuerdan, junto a sus errores, ¡°grandes aciertos¡±. Margallo se?ala que si ¨¦l no hubiese aceptado, en contra de su padre, ser el sucesor de Franco, este, que hizo ¡°un casting¡±, podr¨ªa haber elegido a otro candidato: ¡°Otto de Habsburgo, hijo del ¨²ltimo emperador de Austria y que ten¨ªa casa en Benidorm, me cont¨® que Franco le hab¨ªa tanteado¡±. El exministro de Exteriores tambi¨¦n subraya que ¡°al heredar la Jefatura del Estado al amparo de las Leyes Fundamentales del Movimiento pod¨ªa haberse permitido unos poderes omn¨ªmodos, como ten¨ªa el dictador, pero opt¨® por una monarqu¨ªa parlamentaria. Gobernar 30 meses para poder reinar 30 a?os¡±.
El efecto perverso del 23-F
¡°Lo importante¡±, agrega J¨¢uregui, ¡°es su compromiso democr¨¢tico, porque lo pone Franco, pero inmediatamente pacta con Adolfo Su¨¢rez la Transici¨®n. Eso es para m¨ª don Juan Carlos, una pieza clave en la ruptura democr¨¢tica con el R¨¦gimen¡±. Y un exministro del PP sostiene: ¡°Todo lo que tenemos ahora mismo es gracias a su intervenci¨®n en el 23-F, pero tuvo un efecto perverso. A partir de ese momento, le convertimos en un h¨¦roe y eso le hizo perder el sentido de la realidad y tener una sensaci¨®n de impunidad absoluta, creerse intocable¡±. ¡°Su gran acierto¡±, se?ala Bono, ¡°fue nombrar a Su¨¢rez y ponerse de parte de su pueblo cuando los golpistas quisieron acabar con la libertad en 1981. Y su gran error ha sido pensar que era moralmente inmune. Con el tiempo acaba sabi¨¦ndose todo, tambi¨¦n lo ocurrido en la vida de los reyes¡±. Un exministro socialista a?ade: ¡°Los cortesanos se dedicaban a pensar qu¨¦ le gustar¨ªa al rey antes de que el rey lo pidiese y eso, al final, le ha jugado una mala pasada¡±.
Para J¨¢uregui, ¡°el Monarca actual viene vacunado contra esas actuaciones, como consecuencia de lo anterior y tambi¨¦n probablemente por sus propias convicciones¡±. Felipe VI, insiste Bono, ¡°es harina de otro costal¡±. ¡°Si don Juan Carlos desea volver, jur¨ªdicamente no se le puede impedir, pero ser¨ªa un error alojarlo en La Zarzuela. Perjudicar¨ªa la imagen de Felipe VI y m¨¢s de media Espa?a no lo comprender¨ªa¡±.