Nicol¨¢s Maurandi, in memoriam
Nos deja un jurista de primer¨ªsimo nivel, un hombre extraordinario, culto, magn¨ªfico compa?ero, conciliador, dispuesto siempre al acuerdo
Ha fallecido Nicol¨¢s Maurandi, despu¨¦s de luchar durante casi dos semanas contra una enfermedad repentina, inesperada. Injusta en todo caso.
Nos deja un jurista de primer¨ªsimo nivel, un hombre extraordinario, culto, magn¨ªfico compa?ero, conciliador, dispuesto siempre al acuerdo y enemigo de la confrontaci¨®n.
El Tribunal Supremo de los ¨²ltimos veinticinco a?os no es comprensible sin las aportaciones del magistrado Maurandi. Pertenec¨ªa a una generaci¨®n de jueces irrepetible que, unos pocos, hemos tenido la suerte de conocer e incluso compartir trabajo. Mucha de la mejor jurisprudencia sobre el control jur¨ªdico del poder descansa en las resoluciones de Nicol¨¢s como miembro muy destacado de esa generaci¨®n.
Los que nos dedicamos al Derecho P¨²blico hemos aprendido ¨Dy seguiremos aprendiendo¨D leyendo sus sentencias sobre contrataci¨®n p¨²blica, responsabilidad patrimonial, empleo p¨²blico y, sobre todo, sobre el control de la llamada discrecionalidad t¨¦cnica.
En los ¨²ltimos a?os ha presidido la Secci¨®n Segunda de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, especializada en materia tributaria. Desde este destino (el ¨²ltimo) quiero destacar un aspecto que he tenido la suerte de compartir con ¨¦l y con mis compa?eros de Secci¨®n: su esfuerzo por conectar y hacer visible la dimensi¨®n constitucional de la potestad tributaria. Y otro m¨¢s: su af¨¢n por conseguir la concordia.
Siempre fue ¨Dy se consider¨®¨D un primus inter pares. Lejos de Nicol¨¢s la altaner¨ªa, la soberbia o el engreimiento. Hombre vehemente defendiendo sus convicciones, ten¨ªa sin embargo la capacidad de asumir la posici¨®n contraria, cambiar de opini¨®n o reconocer el error. O de pedir disculpas si en el calor de una deliberaci¨®n alg¨²n compa?ero o compa?era pod¨ªa haberse sentido dolido por alguna frase o el tono empleado.
Personalmente, siento una tristeza enorme. Hab¨ªa entablado con ¨¦l una grand¨ªsima amistad en los ¨²ltimos tres a?os. Habl¨¢bamos casi todos los d¨ªas. Durante la pandemia, por tel¨¦fono, ten¨ªamos largas conversaciones que se iniciaban tratando sobre un recurso de casaci¨®n y terminaban ¨Da veces m¨¢s de una hora despu¨¦s¨D conversando sobre los postulados de los revolucionarios franceses y su tard¨ªa recepci¨®n en Espa?a o sobre las virtudes de la gamba roja a la que iba a invitarme cuando fuera a Alicante.
Quer¨ªa a sus amigos y adoraba a su familia, a su mujer, a sus hijas y a sus nietas. Hablaba con verdadera pasi¨®n de su padre y las conversaciones sobre Derecho Privado que mantuvo con ¨¦l. Estaba orgullos¨ªsimo de que su hija Nuria, farmac¨¦utica, estudiara Derecho y obtuviera unas brillantes calificaciones.
Se ha ido pronto. Sin duda. Pero creo que puede irse con la cabeza alta y con los deberes hechos. Estos d¨ªas atr¨¢s, durante su enfermedad, he hablado a menudo con su hija Nuria. Nunca he o¨ªdo a una hija hablar tan bien de un padre. Y eso, querido Nicol¨¢s, amigo m¨ªo, dice mucho, much¨ªsimo, de ti. Descansa en paz.
El magistrado del Tribunal Supremo Nicol¨¢s Antonio Maurandi Guill¨¦n ha fallecido el 8 de marzo de 2021 en Madrid. Era presidente de la Secci¨®n Segunda de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo.
Jes¨²s Cudero es magistrado del Tribunal Supremo.
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