Marruecos reacciona y vuelve a cerrar la frontera con Ceuta tras la entrada de 8.000 inmigrantes
Decenas de agentes antidisturbios desplegados en los montes de Fnideq cortan el paso a los j¨®venes que intentan acceder a Espa?a
Decenas de agentes antidisturbios marroqu¨ªes han empezado a cortar el paso a partir de este mediod¨ªa a los cientos de j¨®venes que segu¨ªan intentando acceder a Ceuta a trav¨¦s del espig¨®n que divide los dos pa¨ªses. La reacci¨®n de Marruecos llega m¨¢s de un d¨ªa despu¨¦s de que comenzase la entrada masiva de inmigrantes a Espa?a a trav¨¦s del mar, que ha supuesto el ingreso en la ciudad aut¨®noma de unos 8.000 inmigrantes y ha obligado a desplegar al Ej¨¦rcito en la playa del Tarajal para contener la oleada. Las autoridades del pa¨ªs vecino han evacuado a miles de personas, marroqu¨ªes y extranjeros, que intentaban desde este lunes entrar de forma ilegal en suelo espa?ol. La operaci¨®n se desarrolla en la playa ubicada al este de Ceuta, y todav¨ªa no ha terminado, informa Efe.
Mientras cientos de subsaharianos intentaban llegar a Fnideq (la antigua Castillejos), medios locales marroqu¨ªes informaban de que las autoridades de T¨¢nger hab¨ªan expulsado hacia las ciudades del sur a 1.350 emigrantes irregulares, la mayor¨ªa de ellos subsaharianos. Fuentes policiales indicaron al sitio digital Le360, muy pr¨®ximo al Palacio Real, que la mayor¨ªa de esos emigrantes fueron detenidos en las ¨²ltimas 24 horas en barrios de T¨¢nger. Otros fueron arrestados en trenes que proven¨ªan de Rabat y Casablanca. Finalmente, fueron trasladados en 11 autobuses. El mismo medio citaba fuente de la Direcci¨®n General de la Seguridad Nacional (DGSN) al asegurar que este cuerpo hab¨ªa desplegado fuerzas auxiliares en las playas del norte y en las pr¨®ximas horas ser¨ªan expulsados hacia el sur m¨¢s ¡°emigrantes clandestinos¡±.
La reacci¨®n marroqu¨ª llega m¨¢s de un d¨ªa y medio despu¨¦s de que comenzase la entrada masiva de inmigrantes, unos 8.000 seg¨²n los ¨²ltimos recuentos, de los cuales aproximadamente la mitad han sido devueltos a Marruecos, se?ala el Ministerio del Interior espa?ol. El pa¨ªs magreb¨ª ha adoptado la medida tras la advertencia de la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, que ha recordado a las autoridades marroqu¨ªes que ¡°las fronteras espa?olas son fronteras europeas¡±. Johansson ha exigido a Rabat que cumpla con sus obligaciones de controlar las salidas irregulares y que acepte el retorno de las personas que han salido de esta forma de Marruecos y que no tienen derecho a permanecer en territorio europeo. En una declaraci¨®n oficial desde La Moncloa, Pedro S¨¢nchez ha calificado la situaci¨®n como ¡°desaf¨ªo¡± y, en referencia a la vigilancia de la frontera y la seguridad de los ceut¨ªes y melillenses, ha asegurado: ¡°Seremos firmes para garantizar su seguridad ante cualquier desaf¨ªo, ante cualquier eventualidad y bajo cualquier circunstancia¡±.
Marruecos no ha hecho ninguna declaraci¨®n sobre la supuesta relajaci¨®n de la vigilancia fronteriza y la situaci¨®n en Ceuta, si bien la embajadora en Espa?a, Karima Benyaich, ha afirmado este martes que ¡°hay actos que tienen consecuencias y se tienen que asumir¡±, en una velada referencia a la acogida humanitaria en un hospital de Logro?o del l¨ªder del Frente Polisario, Brahim Gali, que suscit¨® el enfado de las autoridades marroqu¨ªes. Rabat ha llamado a consultas a Benyaich m¨¢s tarde.
En Ceuta, los soldados espa?oles desplegados en la playa del Tarajal auxilian a los inmigrantes, marroqu¨ªes y subsaharianos, que llegaron exhaustos a la costa espa?ola. Mientras, cientos de personas permanecen agrupadas del lado marroqu¨ª de la frontera.
Chakib Marwane, un trabajador transfronterizo, de 50 a?os, coment¨® a este diario que el paso hacia Ceuta volvi¨® a estar cerrado desde el mediod¨ªa del martes. ¡±Hay gente que a¨²n sigue viniendo a Fnideq porque no se ha enterado todav¨ªa de que ya est¨¢ cerrado el acceso. Ya no se puede, se acab¨®¡±.
Una lancha de la gendarmer¨ªa marroqu¨ª patrullaba la zona pr¨®xima a la playa del Tarajal. A pesar de la vigilancia, decenas de j¨®venes han seguido intentando acceder a Ceuta y algunos ascend¨ªan por una monta?a cercana. Otro de quienes han procurado entrar en Espa?a, un hombre de unos 30 a?os, discut¨ªa con su madre porque ella quer¨ªa acompa?arle en la aventura mientras que ¨¦l gritaba que no, que se quedara.
Una valla de metal protegida por polic¨ªas marroqu¨ªes impide el acceso por carretera a la frontera con Ceuta, a un kil¨®metro de distancia. ¡°Esta valla ayer [este lunes] no estaba¡±, comentaba un joven marroqu¨ª. ¡°Se pod¨ªa llegar hasta el espig¨®n. Y desde all¨ª solo se tardaba diez minutos en llegar a Ceuta a nado. El problema es que hab¨ªa que nadar porque los polic¨ªas marroqu¨ªes no nos dejaban pisar la tierra, dec¨ªan que solo pod¨ªamos meternos en el agua¡±, ha se?alado.
Varios vendedores ambulantes de salchichas, huevos cocidos y bebidas han aprovechado la ocasi¨®n y se han ubicado cerca de la frontera. Algunos hombres devueltos desde Ceuta se quejaban de que hab¨ªan sido golpeados por la polic¨ªa espa?ola. Otros aseguraban que volver¨ªan a intentar entrar. ¡°Ya sea ma?ana, pasado o dentro de cinco d¨ªas¡±, se?alaba uno de ellos, Muna¨ªm, de 46 a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.