La metamorfosis de Ayuso inquieta a Casado
El vuelo libre de la presidenta de Madrid despierta recelos en G¨¦nova, donde ya la ven como un contrapeso del l¨ªder
Dos a?os en pol¨ªtica pueden ser una eternidad. En 2019, una Isabel D¨ªaz Ayuso reci¨¦n elegida presidenta de la Comunidad de Madrid se encontr¨® con su Gobierno pactado por la direcci¨®n nacional con su socio de Ciudadanos, seg¨²n cuentan en la sede de G¨¦nova. Hoy, dos a?os despu¨¦s, convertida en una de las l¨ªderes indiscutibles del PP, imprime su sello propio dejando en el banquillo a Toni Cant¨®, el fichaje estrella que la c¨²pula le impuso en su lista electoral. La metamorfosis de Ayuso en una l¨ªder que vuela libre inquieta en la direcci¨®n, despu¨¦s de que esta semana la presidenta madrile?a se descolgara con un pol¨¦mico discurso sobre el papel del Rey en los indultos y se permitiera reinterpretar las palabras al respecto de Pablo Casado. En el entorno del presidente del PP hablan de ella ya como un contrapeso. La historia se repite: el inquilino de la Puerta del Sol vuelve al punto de mira de la calle G¨¦nova.
La pol¨ªtica act¨²a a veces como una tragedia que atraviesa las relaciones personales. Casado y Ayuso son amigos desde que empezaron juntos en Nuevas Generaciones de Madrid, hace casi 20 a?os, y la presidenta sabe que debe su carrera al l¨ªder del PP, quien apost¨® por ella como candidata hace dos a?os. Pero esta semana, la baronesa madrile?a se ha revuelto ante los titulares que dec¨ªan que Casado la hab¨ªa desautorizado por sus pol¨¦micas palabras en las que cuestionaba que el Rey firme los indultos a los condenados por el proc¨¦s. ¡°No he rectificado absolutamente nada, he utilizado otras palabras¡±, se rebel¨® Ayuso. ¡°Pablo piensa lo mismo que yo¡±.
El del Rey ha sido el primer choque p¨²blico entre ambos, despu¨¦s de una tensi¨®n soterrada entre sus entornos que ya se hizo patente durante la campa?a electoral en Madrid. Hasta la celebraci¨®n de su victoria en la noche electoral del 4 de mayo fue motivo de tiranteces entre los escuderos de ambos l¨ªderes, dos personajes importantes en esta historia. Miguel ?ngel Rodr¨ªguez, jefe de gabinete de la presidenta y su consejero n¨²mero 10 (oficialmente son nueve), no quer¨ªa una escena en el balc¨®n de la sede del PP. Teodoro Garc¨ªa Egea, secretario general y hombre fuerte de Casado, se empe?¨® en que la habr¨ªa. Esa batalla la gan¨® Egea. La de Toni Cant¨®, que no ha sido nombrado consejero del Gobierno de Madrid, la va ganando Rodr¨ªguez.
El episodio del Rey ha provocado malestar en G¨¦nova con Ayuso. En la direcci¨®n nacional molest¨® especialmente que no supiera ¡°frenar¡± despu¨¦s de que Casado la corrigiera por sus palabras sobre Felipe VI. La chispa salt¨® el pasado domingo. Ayuso eclips¨® la manifestaci¨®n en la plaza de Col¨®n contra las medidas de gracia con unas explosivas declaraciones en las que pareci¨® dar a entender que estaba invitando al Monarca a negarse a firmar los indultos, aunque su entorno asegura que se trat¨® de una pregunta ret¨®rica para denunciar que el Gobierno va a poner en una tesitura delicada al Monarca. ¡°?Qu¨¦ va a hacer el rey de Espa?a, va a firmar esos indultos? ?Le van a hacer c¨®mplice de esto?¡±, lanz¨® Ayuso para estupor de algunos pesos pesados del PP all¨ª presentes. Sus palabras no cayeron bien en algunos c¨ªrculos del partido. ¡°Fue una equivocaci¨®n¡±, se queja un dirigente madrile?o, ¡°la inmensa mayor¨ªa del electorado que la vota no entendi¨® esas declaraciones. Hay mucha gente moderada que tiene muy clara la funci¨®n del Rey. Si Felipe VI pudiera decidir si firma los indultos, esto no ser¨ªa una democracia. Y, adem¨¢s, ese debate es en el que nos quiere meter la izquierda. ?Qui¨¦n cuestiona la jefatura del Estado? Podemos. Nosotros no podemos entrar en eso, hay que respetar a la instituci¨®n¡±.
El lunes por la ma?ana Casado la desautoriz¨®, y ese mismo d¨ªa por la tarde Ayuso matiz¨® sus palabras. Pero el martes reaviv¨® la controversia cuando neg¨® haber dado marcha atr¨¢s. En el entorno de la presidenta argumentan que el l¨ªder no le pidi¨® en privado en ning¨²n momento que rebajara el tono ni dejara de hablar del Rey. Las mismas fuentes vinculan las constantes alabanzas que recibi¨® Ayuso de los manifestantes de Col¨®n con el malestar que ha surgido con ella en la sede nacional: ¡°Ah¨ª est¨¢ la clave¡±.
La otra consecuencia del rifirrafe, seg¨²n las fuentes consultadas en el PP, es que la pol¨¦mica ha ayudado al Gobierno al ensombrecer el debate sobre los indultos. ¡°Otra vez varias portadas hablando de nosotros. Cada vez que tenemos al Gobierno acorralado, nos ponemos a hablar de nuestro ombligo. Hemos perdido tres d¨ªas, con la que est¨¢ cayendo¡±, opina una fuente del PP de Madrid.
La historia se repite. En G¨¦nova, Ayuso recuerda ahora a Cristina Cifuentes, una de sus predecesoras en la Comunidad de Madrid, que tambi¨¦n trabaj¨® su perfil propio, sin tener mala relaci¨®n con Mariano Rajoy. Es una constante hist¨®rica: los inquilinos de la Puerta del Sol tienden a chocar con la direcci¨®n y acaban por representar un desaf¨ªo al liderazgo del presidente nacional. Ah¨ª est¨¢n los casos de Esperanza Aguirre y de Alberto Ruiz-Gallard¨®n con Rajoy. El tambi¨¦n exalcalde de la capital vivi¨® tensiones adem¨¢s con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que en 1995 estaba en la misma situaci¨®n que ahora Casado: era el l¨ªder de la oposici¨®n y ten¨ªa que manejar la dificultad de relacionarse con sus presidentes auton¨®micos sin haber llegado al Gobierno. Curiosamente, el escudero entonces de Aznar frente a Gallard¨®n era Miguel ?ngel Rodr¨ªguez. Ahora est¨¢ en el otro lado.
Aguirre es hoy es una de las principales valedoras de Ayuso, y asegura que no ve tensi¨®n ideol¨®gica entre esta y el l¨ªder del PP, aunque s¨ª diferentes estrategias. ¡°Ayuso es una persona que no reh¨²ye dar las batallas ideol¨®gicas y culturales a los dictadores de la correcci¨®n pol¨ªtica. Casado tambi¨¦n dio en el congreso del PP todas esas batallas. Luego hizo un cambio de estrategia en agosto del a?o pasado para recoger los votos de Ciudadanos. Isabel ha recogido esos votos y tambi¨¦n del PSOE dando todas las batallas¡±, opina Aguirre. ¡°Son amigos, pero cada uno representa un papel¡±.
La pregunta es: ?hasta d¨®nde puede querer volar libre Ayuso? ?Hasta la presidencia del PP? En su discurso de investidura, el pasado jueves, tard¨® solo cinco minutos en hablar de pol¨ªtica nacional. ¡°El indulto no solo es ilegal, es inmoral¡±, sentenci¨® Ayuso, que disfruta marcando el paso en la derecha. Un exmandatario madrile?o del PP cercano a la presidenta desmiente que tenga otras aspiraciones. ¡°Ayuso quiere consolidar su espacio pol¨ªtico. Le da un r¨¦dito formidable confrontar con Pedro S¨¢nchez, ha ganado las elecciones as¨ª. En pol¨ªtica, uno se mide por la estatura de tus adversarios¡±, analiza. ¡°Creo que Ayuso es plenamente consciente de que le debe la carrera a Casado. No va a rebelarse¡±.
La cohabitaci¨®n entre los dos centros de poder del PP, G¨¦nova y Sol, se pondr¨¢ a prueba con la elecci¨®n de la nueva direcci¨®n regional. Egea ha dado su respaldo a Ayuso para la presidencia del partido en Madrid, pero el congreso a¨²n no tiene fecha y todo est¨¢ en el aire. La l¨ªder madrile?a, seg¨²n fuentes de su entorno, no tiene claro que revalide como secretaria general Ana Camins, una pieza clave para G¨¦nova.
En el entorno de Casado son conscientes de que Ayuso es un arma de doble filo. Por un lado, supone un activo electoral decisivo para el PP. Pero, por otro, su metamorfosis puede terminar por quitarle el sue?o.
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