Vox avisa a Ayuso
La presidenta de la Comunidad de Madrid inicia su nuevo mandato marcada por la extrema derecha
Isabel D¨ªaz Ayuso ha iniciado esta semana su nuevo mandato en la Comunidad de Madrid dando se?ales de convertirlo en campo de batalla ideol¨®gico frente a Pedro S¨¢nchez: por su anuncio de una reducci¨®n fiscal que beneficia m¨¢s a las rentas altas; por un plan de ayuda a la maternidad que traza una f¨¦rrea barrera ante quienes no demuestren suficiente asentamiento en la regi¨®n, y por el silencio ante el racismo de Vox, al que debe en ¨²ltima instancia su presidencia y al que regal¨® sonoras cr¨ªticas al aborto.
Ayuso detall¨® una rebaja de medio punto en todos los tramos del IRPF que no solo mermar¨¢ en 300 millones los ingresos en las arcas comunitarias en detrimento de unos servicios p¨²blicos ya muy castigados, sino que adem¨¢s beneficiar¨¢ especialmente a las rentas con ingresos de m¨¢s de 53.000 euros anuales. Su plan desaf¨ªa adem¨¢s la necesidad de una armonizaci¨®n fiscal en Espa?a y choca frontalmente con las propuestas que distintos ¨¢mbitos tan poco sospechosos de izquierdismo como el G-7, el FMI o el Gobierno de EE UU est¨¢n defendiendo para combatir la desigualdad.
No hay nada que objetar al objetivo de apoyar la maternidad para atajar graves problemas que afronta esta sociedad como el deterioro demogr¨¢fico y las dificultades de conciliaci¨®n. Pero condicionarla a que las mujeres est¨¦n empadronadas en Madrid un plazo tan largo como 10 a?os reduce en extremo la ayuda y discrimina a inmigrantes o nacionales de fuera que lleven ya tiempo en la regi¨®n. Y es en materia migratoria donde se produjo el tercer aviso de la guerra cultural que se avecina. La portavoz de Vox reproch¨® al diputado de Podemos Serigne Mbay¨¦ su ¡°origen ilegal¡±, en una alusi¨®n indigna del nivel de convivencia que debe imperar en la C¨¢mara. Aunque la presidenta de la Asamblea pidi¨® la retirada de estas palabras, el grupo popular se mantuvo en silencio. Toler¨® la afrenta de Vox, que con sus 13 esca?os ha hecho posible la investidura de Ayuso. Un indicio de los peligros que afronta el PP en los brazos de la ultraderecha.
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