La Audiencia Nacional invalida otra operaci¨®n antiyihadismo
Absueltos los acusados de montar una c¨¦lula islamista en la prisi¨®n de Valdemoro. La sentencia se suma a otra de mayo que exculp¨® a los procesados por el supuesto env¨ªo de material militar a grupos radicales
La Audiencia Nacional ha echado abajo otra de las investigaciones estrella de la lucha antiyihadista. Los jueces de la Secci¨®n Segunda de la Sala de lo Penal han absuelto de los delitos de terrorismo a seis acusados de formar una c¨¦lula isl¨¢mica radical en la c¨¢rcel de Valdemoro (Madrid) y a tres de sus presuntos colaboradores, para quien la Fiscal¨ªa solicitaba hasta 15 a?os de prisi¨®n. La contundente sentencia, que se suma a otra del pasado mayo que exculp¨® a siete procesados por el supuesto env¨ªo de material militar a grupos yihadistas, desbarata todo el relato del ministerio p¨²blico y la Polic¨ªa Nacional: ¡°No hay indicio o conversaci¨®n alguna que se refiera a guerra santa. Tampoco, de la posible organizaci¨®n de una c¨¦lula. No se ha interceptado instrucci¨®n alguna, manual de yihadismo ni de ideolog¨ªa salafista. Ni tampoco hay constancia de una hipot¨¦tica ideologizaci¨®n extrema de los acusados¡±.
El fallo de la Audiencia Nacional, fechado el pasado 28 de junio y al que tuvo acceso EL PA?S, marca un antes y un despu¨¦s en una causa que arranc¨® en 2019. En febrero de dicho a?o, la polic¨ªa anunci¨® que la Brigada Provincial de Informaci¨®n de Madrid hab¨ªa desarticulado a un grup¨²sculo de presos ¡°que radicalizaba a otros reclusos para que se integrasen¡± en el Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s) y ¡°atentasen tras su excarcelaci¨®n¡±. Los agentes situaron en la c¨²spide de la trama a Suleyman El Mokhtari, alias El Jefe, quien presuntamente ordenaba a sus hombres de confianza ¡°amenazar y agredir¡± a todos aquellos ¡°que se alejaban del grupo y de la estricta pr¨¢ctica religiosa, extendiendo su control incluso una vez abandonaban el centro penitenciario¡±.
Un relato que descarta ahora la Secci¨®n Segunda. Seg¨²n su resoluci¨®n de casi 60 p¨¢ginas, las acusaciones no han puesto sobre la mesa pruebas o indicios contundentes que demuestren esa tesis. Los magistrados mantienen, por ejemplo, que las conversaciones intervenidas se han sacado de contexto y que los testimonios de los testigos protegidos son ¡°inconsistentes¡± y ¡°contradictorios¡±. ¡°Hablar, pues, de un grupo o banda terrorista en estas circunstancias resulta paradigm¨¢tico y poco cre¨ªble¡±, llega a afirmar el fallo, que solo impone un a?o de prisi¨®n por falsedad documental a uno de los acusados, Khalid Roudani, a quien se le encontr¨® una tarjeta de identidad y un carn¨¦ de conducir falsos en el momento de su detenci¨®n.
Los investigadores presentaron como pruebas varias escuchas telef¨®nicas donde El Mokhtari vierte expresiones como ¡°no hay peores hijos de puta que los espa?oles¡±, ¡°Al¨¢ tenga piedad¡±, ¡°el a?o nuevo, si Al¨¢ quiere, voy a quemar a todos los marroqu¨ªes¡±, ¡°disparar¨ªa una bomba nuclear porque hay que matar a toda esta raza, porque esta raza no presta¡± y ¡°Espa?a ten¨ªa que pagar¡±. Tambi¨¦n su propio perfil de WhatsApp, donde aparec¨ªa la foto de una persona encapuchada junto a la frase ¡°No me voy a echar para atr¨¢s, ni tampoco voy a rendirme. Dios me hizo para guerrear y as¨ª morir¨¦¡±.
Pero el tribunal descarta su valor: ¡°Las manifestaciones recogidas en las escuchas telef¨®nicas no se integran en ning¨²n contenido difusivo de una ideolog¨ªa radical, sino que no van m¨¢s all¨¢ de meras expresiones exabruptas fruto de la discusi¨®n moment¨¢nea entre dos interlocutores¡±. Adem¨¢s, a?aden los jueces, la frase de su perfil est¨¢ sacada, como ¡°¨¦l mismo dijo, de una pel¨ªcula sobre un traficante que muere en la c¨¢rcel, en la conocida pel¨ªcula americana de 2001 denominada Blow¡±.
Seg¨²n el fallo, no existen pruebas de que los acusados ¡°realizaran actividades de captaci¨®n con fines yihadistas¡±, ni de que ¡°obligaran a internos a realizar rezos o a rechazar determinada comida por razones religiosas¡±; ni de ¡°que ofrecieran a alguno de los internos realizar atentados a cambio de dinero para ellos o para su familia¡±. Tampoco de que participasen en la elaboraci¨®n de alguna ¡°p¨¢gina web, blog o cualquier otra publicaci¨®n electr¨®nica¡± radical, ni de ¡°su difusi¨®n entre terceros¡±; ni de que tuviesen contacto con contenidos yihadistas ¡°m¨¢s all¨¢ de un visionado individual o mera manifestaci¨®n de preferencia con el serm¨®n de un determinado cl¨¦rigo¡±. E, incluso, ¡°se ha insinuado una posible financiaci¨®n por parte de Suleyman, pero el dinero o hipot¨¦ticos recursos financieros de Suleyman no aparecen por ning¨²n indicio¡±. ¡°El que sea inteligente, con una cierta capacidad intelectual y dominio de idiomas, no puede ser objeto de imputaci¨®n¡±, reprochan los jueces en su sentencia.
La sala aprecia ¡°una marcada inconsistencia de los testigos protegidos que sirven de fundamento a la acusaci¨®n¡±: ¡°Unos no confirman sus declaraciones y otros incurren en palmarias contradicciones¡±. La sentencia dice que ¡°tienen serios problemas con las drogas, alguno con medicaci¨®n psiqui¨¢trica y con serios problemas de consumo en prisi¨®n¡±: ¡°La vulnerabilidad que presentan, ciertamente, les podr¨ªa llevar a confundir la realidad o justificarla seg¨²n sus necesidades moment¨¢neas¡±. Adem¨¢s, uno de ellos ¡°no dud¨® en confesar¡± que la polic¨ªa les dijo que evitar¨ªan su expulsi¨®n del pa¨ªs si declaraba contra los implicados. ?lvaro Dur¨¢n, uno de los abogados de la defensa, ya denunci¨® antes del juicio que los testigos protegidos son reclusos toxic¨®manos que se mueven por un ¡°¨¢nimo espurio y vengativo, ya que con anterioridad tuvieron enfrentamientos con los acusados por temas de droga dentro de la c¨¢rcel¡±.
El fallo de la Audiencia Nacional tampoco considera probado que los reos pagaran a un funcionario de prisiones, que tambi¨¦n se sent¨® en el banquillo como colaborador, para que les ayudara a introducir un m¨®vil en la c¨¢rcel.
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