Iv¨¢n Redondo quiso ser ministro y acab¨® fuera de La Moncloa

Pedro S¨¢nchez ven¨ªa madurando el mayor cambio de Gobierno de la historia democr¨¢tica desde hace semanas. Dudaba si hacerlo en julio o en septiembre, pero finalmente la acogida de los indultos, mejor de la esperada incluso en el PSOE, donde el ¨²ltimo comit¨¦ federal fue muy tranquilo, y la especulaci¨®n constante con los nombres, terminaron por decidirle. El ambiente estaba maduro. Hab¨ªa que hacerlo ya. S¨¢nchez tiene un viaje a EE UU importante la semana del 20 y ten¨ªa otro a las rep¨²blicas b¨¢lticas entre el martes y el jueves de la pasada, as¨ª que la ventana era ajustada.

Finalmente, en contacto estrecho con F¨¦lix Bola?os, que era una de las pocas personas que estaba en el secreto de toda la operaci¨®n, S¨¢nchez decidi¨® hacerlo este fin de semana para presentar a las nuevas incorporaciones durante los pr¨®ximos d¨ªas y despu¨¦s marcharse de viaje a EE UU antes de iniciar la recta final de la temporada pol¨ªtica con una decisiva conferencia de presidentes para hablar de los fondos europeos.

El mi¨¦rcoles, el equipo del presidente cancel¨® su participaci¨®n en un acto del PSOE el s¨¢bado. Todo estaba ya en marcha, aunque muy pocos lo sab¨ªan. La mayor¨ªa de las piezas clave, sobre todo la salida de los dos pesos pesados del n¨²cleo duro de S¨¢nchez desde hace a?os, Carmen Calvo y Jos¨¦ Luis ?balos, estaban decididas. Tambi¨¦n la incorporaci¨®n de caras nuevas, hasta siete, sobre todo cinco mujeres de la siguiente generaci¨®n del PSOE, estaba ya en la cabeza del presidente.

S¨¢nchez ha optado por alcaldesas con proyecci¨®n y peso pol¨ªtico en sus comunidades, que abren paso a futuros liderazgos, pero tambi¨¦n por personas que estuvieron muy vinculadas a la candidatura de Susana D¨ªaz en las traum¨¢ticas primarias de 2017. Es su forma de coser el partido para dejar atr¨¢s definitivamente la guerra civil que rompi¨® al PSOE y acab¨® con su destituci¨®n y posterior recuperaci¨®n del liderazgo.

Todo eso estaba claro, y tambi¨¦n la idea de rejuvenecer el Gobierno y lanzar una imagen de modernidad que seg¨²n algunas encuestas su Ejecutivo, desgastado por la pandemia y por la derrota en Madrid, estaba empezando a perder de forma acelerada.

Pero faltaba una pieza clave del engranaje. El papel de Iv¨¢n Redondo, el jefe de gabinete. Su salida ha sido la mayor sorpresa de la remodelaci¨®n anunciada el s¨¢bado. Nadie se lo esperaba. Ni siquiera el equipo del jefe de gabinete, que pensaba que al contrario, ocupar¨ªa un poder mayor tras la remodelaci¨®n.

Hay distintas versiones sobre lo que ocurri¨® entre S¨¢nchez y Redondo en las ¨²ltimas semanas. El entorno del jefe de gabinete insiste en asegurar que el gur¨² del presidente desde 2017 se ha ido por voluntad propia por motivos personales, cansado del desgaste que supone un puesto como ese y m¨¢s en una pandemia. Incluso se?alan que ya plante¨® su salida en 2019 y S¨¢nchez no se la acept¨® y ahora lo ha vuelto a hacer pero esta vez de forma definitiva. Dicen que Redondo no pidi¨® nada, simplemente se fue.

Sin embargo, otras fuentes de alto nivel, aunque admiten que es cierto que Redondo hab¨ªa dejado caer en alguna ocasi¨®n la posibilidad de volver al mundo privado, no coinciden en absoluto con esta versi¨®n.

En las ¨²ltimas semanas se hab¨ªan producido, seg¨²n esta versi¨®n que circula con mucha m¨¢s fuerza entre los c¨ªrculos mejor informados del Gobierno y del PSOE, varias conversaciones entre S¨¢nchez y Redondo sobre la remodelaci¨®n del Ejecutivo y el papel de su jefe de gabinete.

Despu¨¦s de su ¨²ltima comparecencia en el Congreso, donde sali¨® de su habitual espacio de sombras ¨Dno concede entrevistas ni da discursos en p¨²blico¨D para enzarzarse en un debate duro con la oposici¨®n, Redondo parec¨ªa madurar, seg¨²n diversas fuentes del Ejecutivo, la idea de dar el salto a una mayor exposici¨®n p¨²blica tambi¨¦n como manera de defenderse de los ataques de la oposici¨®n y de algunos medios, que lo hab¨ªan elegido como diana. Le gust¨® la experiencia, y quer¨ªa ampliarla, seg¨²n esta versi¨®n.

Redondo le plante¨® entonces a S¨¢nchez una soluci¨®n, que adem¨¢s resolv¨ªa en su forma de entenderlo algunas disfunciones en La Moncloa. ?l ser¨ªa el nuevo ministro de la Presidencia, y desde all¨ª controlar¨ªa el coraz¨®n del Gobierno, el trabajo que hac¨ªa hasta ahora Carmen Calvo, que choc¨® en m¨²ltiples ocasiones con Redondo precisamente porque ¨¦l quer¨ªa ocupar cada vez m¨¢s poder.

S¨¢nchez, que siempre se toma su tiempo, madur¨® la propuesta, que estuvo encima de la mesa un tiempo. Con Calvo y ?balos fuera, eso implicaba convertir a Redondo en el n¨²mero dos de facto del Gobierno, que controlar¨ªa la estrat¨¦gica comisi¨®n de subsecretarios, que ahora presidir¨¢ Bola?os, que fue finalmente el elegido por el presidente para ese puesto clave.

Bola?os iba a ser con seguridad ministro, pero en este esquema que planteaba Redondo podr¨ªa haber sido de Justicia, por ejemplo. La idea estuvo encima de la mesa un tiempo. Incluso algunos plantean que era m¨¢s una idea de S¨¢nchez que de Redondo. Pero lo cierto es que se descart¨® finalmente.

S¨¢nchez no lo ve¨ªa claro, se?alan fuentes del Gobierno. No le parec¨ªa el puesto adecuado para su gur¨², m¨¢s experto en marketing y comunicaci¨®n pol¨ªtica que un hombre de gesti¨®n como Bola?os.

Poco a poco Redondo, que se hab¨ªa planteado la idea de dar el salto al control definitivo del coraz¨®n del Gobierno y empezar a tener exposici¨®n p¨²blica, se dio cuenta de que el presidente no le iba a dar ese puesto. Hasta que el s¨¢bado, ya con la decisi¨®n madurada, S¨¢nchez le comunic¨® que no solo no ser¨ªa ministro de Presidencia, un puesto que hab¨ªa reservado a Bola?os, sino que tampoco ser¨ªa su jefe de gabinete.

Para ese momento, seg¨²n estas fuentes, Redondo ya ten¨ªa bastante asumida su salida y los t¨¦rminos del final entre ambos no fueron malos. S¨¢nchez est¨¢ agradecido al que ha sido el estratega clave de sus campa?as electorales y de muchas de sus operaciones pol¨ªticas. Aunque no lo nombr¨® en la despedida, y eso hizo pensar que la ruptura hab¨ªa sido traum¨¢tica, no fue as¨ª. Quedaron bien, pero muchos en el PSOE, que recelaban de Redondo, celebraron su salida y la entrada de ?scar L¨®pez, ex secretario de Organizaci¨®n, como un gran ¨¦xito del partido.

De hecho los socialistas est¨¢n ahora euf¨®ricos con el nuevo Gobierno. Aunque a muchos de los fieles a S¨¢nchez les duele en especial la salida de ?balos. Fue el exministro de Transportes, seg¨²n varias fuentes, quien plante¨® que, si sal¨ªa del Gobierno y, por tanto, todos iban a ver que dejaba el n¨²cleo duro, no ten¨ªa sentido seguir con la secretar¨ªa de Organizaci¨®n del PSOE.

Ahora ser¨¢n Adriana Lastra y Santos Cerd¨¢n quienes pilotar¨¢n el partido hasta el congreso de octubre. Lastra refuerza as¨ª su papel interno tras la salida de dos de los cinco miembros permanentes del n¨²cleo duro del sanchismo desde que lleg¨® a La Moncloa y mucho antes -Lastra, ?balos, Calvo, Cerd¨¢n y Bola?os- adem¨¢s de Redondo.

Con Calvo y ?balos, sanchistas de primera hora, no ha habido ning¨²n problema de fondo ni motivos extra?os, seg¨²n estas fuentes, a pesar de que la abrupta salida del secretario de organizaci¨®n ha descolocado a muchos. Simplemente fue desgaste. El presidente lleg¨® a la conclusi¨®n de que estaban quemados y necesitaba un vuelco total para afrontar la nueva etapa y darle la vuelta al desgaste que detectan todas las encuestas, seg¨²n estas fuentes.

El nuevo equipo dedicar¨¢ ahora el verano a engrasar la maquinaria ¨Des un cambio radical con muchas estructuras por rehacer¨D para arrancar septiembre con fuerza. Es casi un nuevo Gobierno, pensando tambi¨¦n en un nuevo PSOE.

Casi todo cambia, menos una cosa: S¨¢nchez sigue mandando, tal vez m¨¢s que nunca. Y con la salida de Redondo ha dejado clar¨ªsimo que en un equipo de poder nadie es imprescindible salvo el l¨ªder, que toma todas las decisiones. Cualquiera que intente romper esa l¨®gica est¨¢ condenado al fracaso.