Mil ochocientos oratorios ¡°en manos de Dios¡±
La crisis migratoria en Ceuta, las tensiones con Marruecos, ataques racistas en Murcia, los mensajes de Vox y la detenci¨®n de su m¨¢ximo representante amenazan la convivencia con una comunidad musulmana de m¨¢s dos millones de personas en Espa?a
Cuchichean su enfado en las mezquitas, lo vocean en las carnicer¨ªas halal (l¨ªcita para el islam), en las fruter¨ªas, en sus casas, en las esquinas de sus calles o en las puertas de los colegios de sus hijos, en las redes sociales o por correo electr¨®nico, con comunicados de asociaciones de marroqu¨ªes o escritos de intelectuales musulmanes. La comunidad isl¨¢mica espa?ola vive tiempos de agitaci¨®n. La crisis migratoria en Ceuta. Las tensiones con Marruecos. El asesinato de un joven marroqu¨ª junto a otras agresiones racistas en Murcia. La detenci¨®n el 24 de marzo ¡ªpor presuntamente financiar el terrorismo¡ª del m¨¢ximo l¨ªder de los musulmanes en Espa?a, el m¨¦dico sirio Ayman Adlbi. Son episodios que mantienen inquieto a un colectivo social que ya supera los dos millones de personas en Espa?a.
Una sensaci¨®n de hartazgo e irritaci¨®n se propaga entre los musulmanes, en un contexto pol¨ªtico y social crispado y azuzado por los mensajes de rechazo a los extranjeros lanzados por Vox y avalados por los tribunales. Las movilizaciones se han sucedido este verano con manifestaciones en Murcia y en Cartagena: ¡°En pie contra el racismo y la xenofobia¡±, rezaban las pancartas. Y tambi¨¦n los comunicados: ¡°Se est¨¢ poniendo en peligro la convivencia entre dos pueblos hermanos y amigos¡±, se?alaron en un Manifiesto hispano-marroqu¨ª firmado por m¨¢s de 250 profesores, intelectuales, historiadores, periodistas, escritores, poetas musulmanes y hasta miembros de la Real Academia de la Historia como V¨ªctor Morales Lezcano. Reivindican ¡°la concordia frente al discurso radical, xen¨®fobo, hostil y envenenado de algunos¡±.
Por si fuera poco, la pandemia ha vuelto a poner sobre la mesa la falta de cementerios musulmanes en Espa?a, una reivindicaci¨®n hist¨®rica de esta comunidad. Ese fue precisamente el motivo que hace unas semanas llev¨® al senador socialista por Badajoz, Baldomero Espinosa, a reunirse con Ayman Adlbi, presidente de la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a: ¡°Me pareci¨® una persona extremadamente humilde, sensato y con las cosas claras¡±, dice Espinosa. ¡°Todo vino porque existe un pueblo en Extremadura en el que, con un 30% de poblaci¨®n marroqu¨ª ¡ªque son adem¨¢s los que principalmente trabajan la tierra y mantienen la econom¨ªa¡ª, no tienen d¨®nde enterrar a sus muertos seg¨²n sus creencias¡±, explica. Aunque el senador eludi¨® dar el nombre de la localidad, una r¨¢pida b¨²squeda en Internet la se?ala: Talayuela.
El asunto no es anecd¨®tico. Es extensible a todo Badajoz y a toda Espa?a, y enra¨ªza con una deuda hist¨®rica del Gobierno en forma de Acuerdo de Cooperaci¨®n de 1992. Un documento y sus 14 art¨ªculos que son la base, o mejor dicho las arenas movedizas, sobre las que se asienta en Espa?a la relaci¨®n entre los ya m¨¢s de dos millones de musulmanes y el Estado.
En Espa?a hay unas 1.800 mezquitas (registradas) y 238.000 ni?os musulmanes escolarizados. Ante la ausencia de censo, se estima que el 40% de los musulmanes que viven en nuestro pa¨ªs son de origen o ascendencia marroqu¨ª y que la mitad de estos ¨²ltimos ¡ªalgunos lo elevan al 70%¡ª son espa?oles, bien de nacimiento o de nacionalidad.
El acuerdo del 92 recoge aspectos como el estatuto de los dirigentes religiosos isl¨¢micos e Imames, los cementerios, los deberes militares, la protecci¨®n jur¨ªdica de las mezquitas, el matrimonio isl¨¢mico, la ense?anza religiosa isl¨¢mica en los centros docentes, la conmemoraci¨®n de festividades religiosas isl¨¢micas ¡°y la colaboraci¨®n del Estado con la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a [CIE, creada en los a?os ochenta al comp¨¢s de la Ley de Libertad Religiosa] para la conservaci¨®n y fomento del Patrimonio Hist¨®rico y Art¨ªstico Isl¨¢mico¡±.
As¨ª se convirti¨® la CIE en la entidad interlocutora con el Estado para los musulmanes. Y, concretamente, sobre los cementerios el Acuerdo dec¨ªa: ¡°Se reconoce a las Comunidades Isl¨¢micas, pertenecientes a la CIE, el derecho a la concesi¨®n de parcelas reservadas para los enterramientos isl¨¢micos en los cementerios municipales, as¨ª como el derecho a poseer cementerios isl¨¢micos propios¡±.
Tanto el Gobierno como la comunidad isl¨¢mica reconocen que apenas se ha avanzado en esos prop¨®sitos.
¡°No existen centros de formaci¨®n de Imames que hayan obtenido el reconocimiento oficial de sus t¨ªtulos como s¨ª tiene la comunidad evang¨¦lica, adem¨¢s de la Iglesia Cat¨®lica. Este es sin duda uno de los retos de la comunidad musulmana espa?ola¡±, reconoce por escrito la directora de la Subdirecci¨®n General de Relaciones con las Confesiones Religiosas, Mercedes Murillo. Para regular la creaci¨®n y el establecimiento de Mezquitas, solo existe una Ley de Culto en Catalu?a (que cuenta con 300 oratorios), ¡°y un proyecto en el Pa¨ªs Vasco que a¨²n no se ha aprobado¡±, apunta.
Seg¨²n los datos de Murillo, hoy hay contratados 85 profesores de religi¨®n isl¨¢mica en un total de 12 comunidades aut¨®nomas, pero, mientras, los centros isl¨¢micos siguen creando y autogestionando sus escuelas donde los ni?os aprenden el Cor¨¢n los fines de semana, y sus imames, comprando sus terrenos, sus edificios con sus propios recursos y cuotas o financiados por pa¨ªses ¨¢rabes que pugnan por tener una mayor influencia en la comunidad musulmana, ya sea Arabia Saud¨ª, Emiratos ?rabes, Marruecos o Ir¨¢n¡ En los ¨²ltimos tiempos han ganado fuerza las inversiones de Emiratos, ya que la crisis econ¨®mica y pand¨¦mica ha dejado con muchos menos recursos a los saud¨ªes, coinciden una decena de fuentes representativas de los musulmanes espa?oles consultadas.
Sobre los cementerios, Murillo asegura que est¨¢n ¡°llevando a cabo un trabajo junto a la Fundaci¨®n Pluralismo y Convivencia y la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios y Provincias FEMP para implementar un informe de la Comisi¨®n Asesora de Libertad Religiosa de finales de 2019 donde se detectaron necesidades de espacios de enterramientos¡±. Seg¨²n la directora, ¡°el objetivo es lograr el ejercicio efectivo del derecho de libertad religiosa de los musulmanes y la normalizaci¨®n de la comunidad¡±.
Hasta ahora, la Subdirecci¨®n General de Relaciones con las Confesiones Religiosas depend¨ªa del Ministerio de Justicia, pero recientemente ha pasado a depender directamente de Presidencia, aunque sigue apareciendo vinculada a la web de Justicia. ¡°Permite responder mejor a la transversalidad que tiene esta materia¡±, justifica el cambio Murillo. Tienen registradas exactamente ¡°1.868 entidades isl¨¢micas, entre comunidades, asociaciones y federaciones¡±, pero solo ¡°40 imames o ministros de culto¡±.
¡°Son 1.800 oratorios en manos de Dios, porque no existe un control ni una formaci¨®n de los imames que atienden esos centros, la mayor¨ªa ni siquiera habla espa?ol¡±, se?ala el escritor y traductor marroqu¨ª Mohamed Chouirdi, con cierto respeto intelectual en su comunidad.
Es una queja que se repite entre los representantes de la comunidad musulmana en Espa?a, la mayor¨ªa llegados hace 30 a?os y con hijos espa?oles, que reivindican ¡°un islam espa?ol en espa?ol¡±, ¡°adaptado¡±, ¡°normalizado¡±, ¡°contextualizado¡±, ¡°visibilizado¡±, tanto desde la Uni¨®n de Comunidades Isl¨¢micas (UCIDE), la federaci¨®n que aglutina mayor n¨²mero de asociaciones (600) y que ejerce por ello la presidencia de la Comisi¨®n (CIE), como desde la Federaci¨®n Espa?ola de Entidades Religiosas Isl¨¢micas (FEERI), que suma menos de 300 asociaciones, pero que ha ido ganando adeptos. La primera se define como, ¡°de una corriente moderada del Islam¡±; la segunda, asociada al movimiento Justicia y Caridad, ilegalizado en Marruecos por no reconocer al rey y promover la rep¨²blica y la islamizaci¨®n pol¨ªtica, est¨¢ considerada pr¨®xima a los fundamentalistas Hermanos Musulmanes. Adem¨¢s de esas dos, existen otra veintena de federaciones musulmanas de diversa entidad.
Relaciones con el Estado
¡°La financiaci¨®n de la CIE depende esencialmente de la Fundaci¨®n Pluralismo y Convivencia, que se cre¨® simplemente para saber qui¨¦nes estaban detr¨¢s de cada mezquita, es el CNI puro y duro¡± asegura Mounir Benljelloun, representante de la FEERI, una federaci¨®n que concentra su fuerza en Murcia, donde vive desde hace m¨¢s de 30 a?os y trabaja de comercial. El resto de representantes musulmanes consultados coinciden y aseguran que se trata de una entidad creada para que el Estado ¡°controle¡±, a cambio de fondos, la Comisi¨®n Isl¨¢mica. Por eso ninguno entiende la reciente detenci¨®n por financiar el terrorismo de su m¨¢ximo representante, el doctor sirio Ayman Adlbi (74 a?os).
¡°La detenci¨®n de Ayman se refiere a unos hechos de 2015, anteriores a su mandato, conocidos por los servicios secretos, por eso no se entiende. ?Acaso han esperado a que llegue a la presidencia para detenerlo?¡±, se pregunta Mohamed Ghoudoni, miembro actual de su Junta Directiva y delegado en Catalu?a.
¡°Le han arrestado por unos hechos ocurridos cuando ¨¦l no era presidente, sino que lo era Riay Tatari, ambos muy conocidos por los servicios secretos¡±, insiste Taoufik Cheddadi, responsable cultural del Centro Isl¨¢mico de Fuenlabrada ¡°Sunna¡± y exmiembro de la Junta de la CIE.
¡°No tiene mucho sentido, parecer¨ªa una descoordinaci¨®n de las fuerzas y cuerpos de seguridad o una advertencia¡±, apunta Mohamed Reduan, exmediador cultural e int¨¦rprete, perteneciente a la comunidad isl¨¢mica catalana. ¡°La detenci¨®n ha hecho bastante da?o a la imagen de la CIE, y debemos valorar esa instituci¨®n porque no tenemos otra¡±, remarca Cheddadi. ¡°Ayman es una persona conocid¨ªsima para el CNI¡±, agrega.
La directora Mercedes Murillo asegura que mantienen una relaci¨®n ¡°muy fluida¡± con la CIE, pero respondi¨® a todas las preguntas menos a la relacionada con su responsable, Ayman Adlbi, que tambi¨¦n rehus¨® atender a este peri¨®dico.
Guerras internas
¡°La CIE naci¨® enferma, con una bicefalia disfuncional: dos secretarios con id¨¦ntica independencia y sin una presidencia¡±, recuerda Ghoudoni desde Catalu?a, la comunidad con mayor n¨²mero de musulmanes, cerca de 600.000, seguida de Andaluc¨ªa (350.000), Madrid (225.000), Murcia (113.000), Canarias (76.000), Castilla La Mancha (70.000), Pa¨ªs Vasco (63.000)¡ ¡°En lugar de desarrollar los 14 art¨ªculos del Acuerdo han estado peleando por el poder en la gesti¨®n interna¡±, remacha.
¡°En 2012 hubo un intento de cambiar los estatutos para acabar con esa bicefalia que hac¨ªa inoperante a la CIE y sal¨ª elegido yo como presidente¡±, recuerda Mounir Benjelloun, representante de la FEERI. Sin embargo, aquellas pol¨¦micas elecciones internas fueron anuladas, presuntamente, ¡°por la baja participaci¨®n¡±, se?alan fuentes internas de la comisi¨®n. ¡°El Estado amenaz¨® con no inscribirnos en el Registro de Entidades Religiosas¡±, contraargumenta Benjelloun. ¡°Para una buena parte de los musulmanes, la CIE no est¨¢ legitimada ni es representativa porque ha sufrido toda clase de injerencias por parte del Estado espa?ol, que cuestionan su democracia interna y su transparencia, pero por el bien com¨²n en 2015 ced¨ª para que se creara una comisi¨®n gestora y elaborara los nuevos estatutos¡±, asegura.
Otras fuentes apuntan a que entonces hubo maniobras pol¨ªticas en la sombra porque al Gobierno no le interesaba que la presidencia de la CIE la asumiera la FEERI, relacionada con los hermanos musulmanes, porque podr¨ªa causarles problemas con su socio marroqu¨ª, muy sensible a la progresi¨®n de esos movimientos en el extranjero.
¡°No tenemos v¨ªnculo alguno con la CIE¡±, dice Omar Ibrahim Al Saif, director del Centro Cultural Isl¨¢mico de Madrid, popularmente conocido como la Mezquita de la M-30. ¡°Les deseamos mucho ¨¦xito, pero nosotros trabajamos para tender puentes entre los musulmanes y la comunidad en la que se enra¨ªzan¡±, asegura este saud¨ª, que antes dirigi¨® la mezquita de Marbella y proviene de la embajada de Arabia Saud¨ª en Londres. Desde su puesto actual, al que lleg¨® hace medio a?o, y sin dominar a¨²n el espa?ol, Al Saif defiende un islam ¡°abierto, como este centro, nuestro im¨¢n es ceut¨ª, nuestra oraci¨®n se imparte en ¨¢rabe y castellano, celebramos el 8 de marzo con las mujeres, organizamos donaciones de sangre o de alimentos con el ayuntamiento, ahora queremos crear un centro de capacitaci¨®n de imames, tanto en la lengua como en la cultura espa?ola¡¡±.
No fue hasta 2015, por tanto, y tras una enorme pol¨¦mica interna, que pas¨® a ser la UCIDE la que presid¨ªa la comisi¨®n con el tambi¨¦n m¨¦dico sirio Riay Tatary a la cabeza, que fue durante muchos a?os imam de la otra gran mezquita de Madrid, la de Estrecho. Un hombre que se gan¨® el respeto de musulmanes y espa?oles y que falleci¨® hace un a?o por coronavirus precipitando su relevo. Seg¨²n fuentes policiales, el sistema de env¨ªo de dinero desde la UCIDE a Al Qaeda a trav¨¦s de una supuesta ONG siria, se ven¨ªa realizando desde la ¨¦poca de Tatary.
¡°La muerte de Tatary nos dej¨® hu¨¦rfanos ante el Estado¡±, afirma Ghoudoni. ¡°Tatary era un buen interlocutor, fragu¨® relaciones de complicidad con el Estado y las fuerzas y cuerpos de seguridad basadas en la confianza y en la informaci¨®n que aportaba, pero era el ¨²nico interlocutor¡±, se?ala Mohamed Haidour, Responsable de Derechos Humanos de CC OO. ¡°Y mientras, se han levantado 300 mezquitas por ejemplo en Baleares, y cada centro se autofinancia, busca a su propio imam, se lo trae de alguna aldea, le pone casa, comida y sueldo, pero no tiene ni idea del pa¨ªs en el que se encuentra ni habla su idioma¡±, advierte.
Muchos de los representantes de los distintos centros y asociaciones consultadas coinciden en el factor de riesgo que supone el fracaso escolar: ¡°?Qui¨¦nes eran esos j¨®venes radicalizados por Abdelbaki Es Satty, el imam de Ripoll que urdi¨® los atentados de Barcelona?¡±.
La ausencia de una mayor regulaci¨®n de las actividades ligadas a los musulmanes espa?oles y a sus vidas convierte en a¨²n m¨¢s necesaria la relaci¨®n del Estado con la CIE, como mecanismo de obtenci¨®n de informaci¨®n, aunque sea percibida por los musulmanes como una entidad ¡°tutelada¡± por el Gobierno, sobre todo por los servicios secretos, a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Pluralismo y Convivencia. La directora Mercedes Murillo no aporta muchos datos acerca de la Fundaci¨®n, pero asegura que ¡°es un instrumento fundamental para la acci¨®n del Ministerio en materia de tolerancia y ha mantenido su actividad sin interrupci¨®n desde su creaci¨®n en 2004. Tiene registrados 1.762 centros de culto musulmanes¡±.
¡°La mejor arma contra el radicalismo, el terrorismo y la islamofobia es dar a conocer el islam a trav¨¦s de las instituciones locales, no dejarlo en una nebulosa fantasmag¨®rica¡±, apunta Mustaf¨¢ Boulharrak L¡¯Idrissi, de la Asociaci¨®n Cultural y de Cooperaci¨®n al Desarrollo Almagreb en Baleares (60.000 musulmanes y 300 oratorios). ¡°Nuestro objetivo es romper un poco con la parte religiosa y abordar el espacio social, es importante no guetizar a esta comunidad¡±, advierte.
¡°Antes est¨¢bamos en el extrarradio y ahora, debido al crecimiento urban¨ªstico, estamos en el centro del pueblo y nos est¨¢n ya presionando para que nos vayamos¡±, se?ala en Fuenlabrada. ¡°Mandar las mezquitas a los pol¨ªgonos es un error¡±, defiende. Y Ghoudoni remacha: ¡°Es necesario y urgente normalizar y visualizar la pr¨¢ctica religiosa generando un islam espa?ol, compatible con la sociedad en la que se integra. Hay que trabajar contra ese recelo hist¨®rico¡±.
¡°Si no queremos tensar la convivencia es necesario que se empiece a tratarnos, no como inmigrantes, sino como ciudadanos musulmanes espa?oles de pleno derecho, pagamos aqu¨ª nuestros impuestos, nuestros hijos han nacido aqu¨ª, sufrimos con La Roja¡±, dice Taoufik Cheddadi. Y concluye: ¡°No somos un problema, somos una soluci¨®n, pero necesitamos una identidad espa?olizada¡±.