El fiasco de El Prat complica el plan de S¨¢nchez para desactivar al independentismo

La ampliaci¨®n del aeropuerto de El Prat era una de las joyas de la llamada ¡°agenda del reencuentro¡±, el plan que Pedro S¨¢nchez present¨® como su forma de pasar p¨¢gina del proc¨¦s independentista y volver a la negociaci¨®n de lo posible. Era la inversi¨®n m¨¢s importante de las que ten¨ªa en cartera el presidente del Gobierno para reforzar su mensaje central en Catalu?a: m¨¢s gesti¨®n, dinero, acuerdos para ...

La ampliaci¨®n del aeropuerto de El Prat era una de las joyas de la llamada ¡°agenda del reencuentro¡±, el plan que Pedro S¨¢nchez present¨® como su forma de pasar p¨¢gina del proc¨¦s independentista y volver a la negociaci¨®n de lo posible. Era la inversi¨®n m¨¢s importante de las que ten¨ªa en cartera el presidente del Gobierno para reforzar su mensaje central en Catalu?a: m¨¢s gesti¨®n, dinero, acuerdos para devolver a esta comunidad el liderazgo econ¨®mico que ha perdido en los ¨²ltimos a?os frente a Madrid. Todo cuadraba.

El sector socialista del Gobierno, pese a la oposici¨®n radical de Unidas Podemos desde el primer momento, estaba euf¨®rico. El primer gran pacto con la Generalitat despu¨¦s de a?os de tensi¨®n implicaba un cambio total de discurso. El acuerdo del pasado 2 de agosto fue vendido con boato por ambas administraciones: ¡°El Govern y el Estado desbloquean 1.700 millones de euros para convertir El Prat en un hub [centro de conexi¨®n] internacional¡±, dec¨ªa la nota oficial de la vicepresidencia que dirige Jordi Puigner¨®, hombre fuerte de Junts.

Pero las cosas poco a poco empezaron a torcerse. La oposici¨®n en Catalu?a empezaba a crecer, sobre todo liderada por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Y mientras Junts promov¨ªa el acuerdo, ERC ten¨ªa dudas. El Gobierno a¨²n confiaba en que la Generalitat no dejar¨ªa escapar una millonaria inversi¨®n que la c¨²pula pol¨ªtica y empresarial catalana lleva 20 a?os reclamando.

El viernes de la semana pasada se reuni¨® a todos los afectados ¡ªGeneralitat, el Ministerio de Transportes y varios ayuntamientos de la zona incluidos¡ª para presentar el plan definitivo de Aena, el documento de regulaci¨®n aeroportuaria (DORA), que incluye la ampliaci¨®n ¡°hacia el este¡± y afecta a un ¨¢rea natural protegida por la UE. El representante de la Generalitat, Isidre Gav¨ªn, hombre de Puigner¨®, dej¨® claro que est¨¢n a favor. ¡°No queremos estar en una posici¨®n de bloqueo¡±, dijo seg¨²n fuentes presentes en la reuni¨®n. Los representantes de los ayuntamientos de Barcelona y de El Prat, ambos en manos de los comunes, mostraron su rechazo. Pero ah¨ª el Gobierno, con el apoyo de la Generalitat, a¨²n cre¨ªa que pod¨ªa seguir adelante. El proyecto en firme se ten¨ªa que concretar en un plan director, ya que el DORA no entraba en detalles.

Sin embargo, la lectura medi¨¢tica de ese documento, que se hizo r¨¢pidamente p¨²blico aunque en teor¨ªa era confidencial, gener¨® una gran tensi¨®n pol¨ªtica porque el plan afecta a la reserva natural. Y Pere Aragon¨¨s, el president, no aguant¨® la presi¨®n. La CUP, completamente opuesta al proyecto, tiene la llave de los Presupuestos y la gobernabilidad. ¡°El DORA que se ha hecho p¨²blico no refleja el consenso establecido en el s¨ª del Govern. Exigimos explicaciones y la rectificaci¨®n de un DORA que perjudica a la zona protegida de La Ricarda¡±, dijo en Twitter.

En Transportes, Aena y La Moncloa saltaron las alarmas. Es imposible seguir adelante sin apoyo de Aragon¨¨s. En el Ejecutivo se?alan que no hay posibilidad de ampliar El Prat sin afectar aunque sea m¨ªnimamente a la zona protegida, e insisten en que la Generalitat lo sab¨ªa desde el principio porque llevan tres a?os trabajando en el proyecto y lo han asumido en todas las reuniones.

Para entonces el Gobierno tiene ya muy poco margen de tiempo. Antes del final de septiembre hay que enviar al Consejo de Ministros el plan de inversiones quinquenal de Aena, una empresa semip¨²blica, controlada por el Estado al 51%. Hab¨ªa que tomar una decisi¨®n. Yolanda D¨ªaz, la vicepresidenta de UP, tambi¨¦n se mueve y acepta visitar la zona para expresar su rechazo al plan.

Marcha atr¨¢s definitiva

El Ejecutivo empez¨® a pensar en la marcha atr¨¢s definitiva. Esperaron un poco a ver si era solo un tuit o una posici¨®n de fondo, pero empiezan a verlo claro ya el viernes pasado. La decisi¨®n se precipita, seg¨²n fuentes del Gobierno, cuando ERC anuncia oficialmente el mi¨¦rcoles que ir¨¢ a la manifestaci¨®n del d¨ªa 19 contra la ampliaci¨®n. El plan est¨¢ muerto. La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel S¨¢nchez, habl¨® con S¨¢nchez y remat¨® la decisi¨®n. Tambi¨¦n habl¨® con el presidente de Aena, Maurici Lucena, gran defensor del proyecto en el que lleva trabajando dos a?os. Todos estaban de acuerdo en que no se puede seguir. La ministra S¨¢nchez, exalcaldesa de Gav¨¢, municipio cercano al aeropuerto, llam¨® a Puigner¨® poco antes de comparecer para anunciar la marcha atr¨¢s.

La ampliaci¨®n ya era una operaci¨®n dif¨ªcil, en la que hab¨ªa que convencer a Bruselas de que permitiese la afectaci¨®n de un espacio protegido dentro de su proyecto Natura 2000. Pero tanto el Gobierno como la Generalitat lo ve¨ªan factible cuando lo pactaron. Confiaban en que el proyecto que ampliaba la zona protegida un 25%, en un lugar aleda?o, disipar¨ªa los recelos tambi¨¦n de Bruselas. El descuelgue de ERC era demasiado grave. La Generalitat tiene que estar implicada por motivos obvios, pero adem¨¢s esta Administraci¨®n es la que debe defender ante Bruselas los motivos para afectar a la zona protegida.

Ahora todos se culpan del fiasco, pero lo que m¨¢s preocupa son las consecuencias pol¨ªticas del fracaso. Gobierno y Generalitat est¨¢n condenados a entenderse. De sus relaciones depende en buena medida el ¨¦xito de la legislatura. Sin los votos de ERC no hay Presupuestos, y el Ejecutivo podr¨ªa empezar a perder sistem¨¢ticamente votaciones. Sin embargo, los mensajes que trasladan tanto el Gobierno como ERC implican que este fracaso no rompe ni el di¨¢logo para preparar la mesa de la semana que viene ni las negociaciones para aprobar las cuentas y consolidar la mayor¨ªa de la legislatura. S¨ª complica mucho el gran plan de infraestructuras de S¨¢nchez, aunque las dem¨¢s prometidas ¡ªconexi¨®n AVE de los aeropuertos, Rodalies, puertos¡ª siguen adelante. Tanto el PSOE como UP y ERC se esfuerzan ahora por salvar el pacto de fondo pese al golpe muy fuerte a la confianza.

En p¨²blico, Aragon¨¨s fue dur¨ªsimo con el Gobierno a pocos d¨ªas de la mesa de di¨¢logo y en el que ha sido el primer bache de la operaci¨®n deshielo entre ambas administraciones. ¡°No tenemos confianza en el Estado en la gesti¨®n del aeropuerto¡±, asegur¨® en una atenci¨®n en los medios, acusando de querer ¡°imponer¡±, mediante el chantaje, ¡°un modelo de desarrollismo propio de otra ¨¦poca¡±. El escenario de Aragon¨¨s era muy diferente al que dibuj¨® Puigner¨® tanto el mi¨¦rcoles como el jueves.

Sin reproches

Por otra parte, el president se cuid¨® de no hacer ning¨²n reproche a sus socios, intentando ocultar la divisi¨®n y poniendo el foco en la que tambi¨¦n tienen el Gobierno central y el de Barcelona con los socialistas y Podemos. En una entrevista en RAC-1, el l¨ªder de Junts se?al¨® que el acuerdo de agosto ¡°bueno¡± dejaba blindada, a su entender, ¡°la laguna de La Ricarda¡±, lo que no quiere decir toda el ¨¢rea protegida por la UE. Tambi¨¦n afirm¨® que el DORA ¡°no ha modificado el marco del acuerdo de agosto¡±, algo que Aragon¨¨s insiste en que s¨ª sucede.

El president se sum¨® a la tesis defendida por la ministra de Transportes de que el choque no tiene por qu¨¦ influir en el desarrollo de la mesa de negociaci¨®n sobre el conflicto pol¨ªtico. El republicano fue m¨¢s all¨¢ y dijo que ¡°no se pueden mezclar carpetas¡± cuando se le pregunt¨® sobre la legislatura. Junts aprovech¨® para presionar a ERC para que vayan juntos en la negociaci¨®n de las cuentas.

Todos parecen intentar encapsular el fiasco para que no afecte a la gran decisi¨®n de fondo que tom¨® ERC: apoyar a S¨¢nchez. Pero con los 1.700 millones volatilizados de El Prat se esfuma tambi¨¦n el coraz¨®n del plan del presidente para cambiar por completo el relato en Catalu?a.