Villarejo: verdades y mentiras de un adicto a las grabaciones
EL PA?S analiza las pruebas acumuladas en distintos sumarios para intentar determinar qu¨¦ parte del relato del comisario jubilado es falso y qu¨¦ aut¨¦ntico
El comisario Jos¨¦ Manuel Villarejo P¨¦rez fue detenido el 3 de noviembre de 2017 tras una investigaci¨®n secreta iniciada por la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n unos meses antes. El registro judicial de sus casas y empresas destap¨® un esc¨¢ndalo que salpica a varias instituciones del Estado, al PP de Mariano Rajoy, al Ministerio del Interior, al rey Juan Carlos I, al Centro Nacional de Inteligencia, a media docena de comisarios, a periodistas y a algunas de las principales empresas del Ibex 35.
La polic¨ªa hall¨® en el registro grandes cantidades de dinero en efectivo ¡ªproducto de una herencia y de la desconfianza hacia los bancos, seg¨²n la versi¨®n del comisario¡ª, relojes y bolsos de lujo, varios lingotes de oro, dos decenas de discos duros donde se almacenaban grabaciones de conversaciones con periodistas, pol¨ªticos y empresarios, agendas donde anotaba sus citas y escrib¨ªa reflexiones sobre sus contactos, contratos de sus empresas privadas con numerosos clientes, e informes de inteligencia basados en espionajes ilegales. Todo ese material reun¨ªa cientos de pruebas de los delitos supuestamente cometidos por el comisario durante m¨¢s de 20 a?os de actividad profesional: organizaci¨®n criminal, cohecho, revelaci¨®n de secretos, blanqueo de capitales...
El juez Manuel Garc¨ªa Castell¨®n, que inici¨® la causa por los negocios de Villarejo con un empresario vinculado a Guinea Ecuatorial, abri¨® en cuatro a?os de instrucci¨®n hasta 30 piezas distintas por las actividades del comisario, jubilado en 2016.
Villarejo ha comenzado a defenderse ahora en el primero de los juicios que le esperan. La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n le acusa como jefe de una trama empresarial dedicada a espiar y extorsionar a los adversarios de sus clientes a cambio de grandes cantidades de dinero. El comisario jubilado ha aprovechado la ocasi¨®n para deslizar desde el banquillo graves insinuaciones sobre diversas instituciones del Estado, fundamentalmente el CNI, y ha intentado ensuciar la imagen de personalidades relevantes, involucr¨¢ndolas directa o indirectamente en sus gestiones delictivas para clientes privados.
Sus confesiones como principal acusado en este juicio, con derecho a mentir para defenderse, han trasladado la idea de que las andanzas del comisario Villarejo est¨¢n basadas en una gran falacia.
EL PA?S ha analizado las pruebas acumuladas en distintos sumarios durante los cuatro a?os de investigaci¨®n judicial para intentar determinar qu¨¦ parte del relato de Villarejo es falso y qu¨¦ parte es aut¨¦ntico.
La extorsi¨®n como arma pol¨ªtica. Primer objetivo: Ignacio Gonz¨¢lez
Villarejo facilit¨® en marzo de 2015 a varios medios de comunicaci¨®n una parte de la conversaci¨®n grabada a Ignacio Gonz¨¢lez, entonces vicepresidente de la Comunidad de Madrid, durante una reuni¨®n celebrada el 29 de noviembre de 2011 en una cafeter¨ªa pr¨®xima a la Puerta del Sol.
El comisario sostiene que esa reuni¨®n era una misi¨®n policial encomendada por su jefe, el entonces director adjunto operativo, ya fallecido. Sin embargo, otro comisario, su examigo Enrique Garc¨ªa Casta?o, asegura que la reuni¨®n la organiz¨® ¨¦l para hacer un favor a Ignacio Gonz¨¢lez.
El pol¨ªtico pidi¨® ayuda en esa cita a Villarejo para enterrar la pol¨¦mica sobre un ¨¢tico en Estepona que ten¨ªa alquilado. La polic¨ªa investigaba si el inmueble era en realidad el pago a Gonz¨¢lez de una comisi¨®n ilegal por una adjudicaci¨®n corrupta.
La publicaci¨®n de esa grabaci¨®n, m¨¢s de tres a?os despu¨¦s de la cita, dio la puntilla pol¨ªtica a Ignacio Gonz¨¢lez. El PP de Mariano Rajoy lo borr¨® como candidato en las elecciones auton¨®micas que se celebraron dos meses despu¨¦s. Un juzgado imput¨® a Gonz¨¢lez y a su esposa por las sospechas sobre el ¨¢tico. Hace s¨®lo unos meses la causa fue archivada por falta de pruebas.
Villarejo presumi¨® con sus amigos de aquella gesti¨®n: ¡°Les llam¨¦ [a los dirigentes del PP] y les dije: ¡®Oye, que estoy intentando parar la grabaci¨®n pero no s¨¦ si va a ser posible¡¯. Y me dicen ya que siga, porque est¨¢ muy cabreado. Se le pega el estocazo¡±. En las agendas personales de Villarejo, el comisario apunt¨® varias veces entre 2012 y 2015 el inter¨¦s del PP por desacreditar a Ignacio Gonz¨¢lez.
Chivatazos al PP para evitar da?os en el ¡®caso G¨¹rtel¡¯
Las grabaciones de Villarejo a la exsecretaria general del PP, Dolores de Cospedal, y su marido, el empresario Ignacio L¨®pez del Hierro, revelan la informaci¨®n que el comisario facilit¨® sobre investigaciones policiales secretas. Entre ellas, las referidas al caso G¨¹rtel, con chivatazos para que dirigentes del PP implicados en las mismas pudieran destruir pruebas antes de que se ejecutar¨¢n diversos registros. ¡°Yo habl¨¦ con Cotino hace unos d¨ªas¡±, le cuenta en una de sus conversaciones al marido de Cospedal el 9 de septiembre de 2009. ¡°Le dije que le dijera a su sobrino que limpiara los papeles y que tuviera cuidado con una adjudicaci¨®n porque estaban al loro. Y le dije que hab¨ªa una investigaci¨®n abierta al presidente de la Diputaci¨®n Provincial de Alicante y entraba mucho Zaplana¡±. Unos meses despu¨¦s de aquella conversaci¨®n, la polic¨ªa detuvo dentro de la Operaci¨®n Brugal al presidente de la Diputaci¨®n de Alicante.
Aunque Villarejo nunca form¨® parte de las investigaciones del caso G¨¹rtel, su cercan¨ªa al jefe de la unidad policial encargada del caso le hizo conocedor de m¨²ltiples aspectos de la causa.
El CNI como chivo expiatorio para justificar las grabaciones
Jos¨¦ Manuel Villarejo sostiene que las grabaciones que le incriminan en m¨²ltiples delitos y que ha desencadenado la imputaci¨®n de empresarios, polic¨ªas, periodistas y pol¨ªticos, fueron ejecutadas por el CNI. ¡°Me ten¨ªan monitorizado aunque me entregaban las grabaciones por mi seguridad¡±, declar¨® en el juicio. Las grabaciones ¡ªmuchas de conversaciones telef¨®nicas, otras realizadas en restaurantes, despachos o incluso en el interior de coches¡ª solo las pod¨ªa hacer ¨¦l directamente. Las pruebas recabadas durante la investigaci¨®n judicial no apuntan en ning¨²n caso al CNI. Villarejo lo explic¨® as¨ª a EL PA?S: ¡°La inmensa mayor¨ªa de las grabaciones no son m¨ªas, son del CNI. En 2001 empec¨¦ a mantener relaciones con pa¨ªses ¨¢rabes cuando el CNI decidi¨® que era mejor mantenerme monitorizado las 24 horas, cosa que yo acept¨¦ porque pens¨¦ que nunca iban a ser tan locos¡¡±.
Y sin embargo, en la misma entrevista con EL PA?S declar¨®: ¡°Yo he grabado en ocasiones (¡)¡±. Y explic¨® que guardaba en su casa todo ese material con un objetivo: ¡°Era mi archivo personal, yo pensaba que cuando tuviera 80 a?os tranquilamente escribir unas memorias, escribir lo que era realmente la historia de Espa?a y en cualquier caso ya ten¨ªa hablado a una serie de personas de empezar a escribir mis memorias una vez jubilado siempre que no se publicaran antes de 2040 como m¨ªnimo¡±.
Febrero de 2017, ocho meses antes de su detenci¨®n. ¡°Si me registran, les tengo preparada la declaraci¨®n jurada de Corinna¡±
El polic¨ªa jubilado hablaba ocho meses antes de su detenci¨®n con un periodista: ¡°En cualquier momento¡±, contaba Villarejo, ¡°se buscar¨¢n a un juez para justificar un registro en mi casa. A ver qu¨¦ encuentran. Hombre, dos o tres cosas para que las encuentren y no las tengan que buscar yo las tengo preparadas, ?no? Eh, para que¡ adem¨¢s, le dir¨¦ al secretario [judicial], tome nota, tome nota que se lleven esto, eh, una declaraci¨®n jurada de una se?ora que se llama Corinna no s¨¦ qu¨¦ dice esto, aqu¨ª esta. Tome usted nota que se lleven esto, ?eh? Y no se preocupe que la rompan porque tengo muchas copias¡±.
En aquella charla grabada, el polic¨ªa resum¨ªa su estrategia ante al acoso judicial que empezaba a sufrir y ante una posible detenci¨®n, que se producir¨ªa meses despu¨¦s. Si alguien le amenazaba, Villarejo destapar¨ªa informaci¨®n sensible que pon¨ªa en peligro a altas instituciones del Estado. Esa maniobra, pens¨®, ser¨ªa su principal blindaje y le convertir¨ªa en intocable.
Al menos, as¨ª lo contaba un a?o antes su compa?ero Enrique Garc¨ªa Casta?o, comisario de polic¨ªa como ¨¦l, a una periodista del diario P¨²blico. ¡°Entonces, siguiente paso, todo esto de las cuentas de Corinna; una cuenta que hay en Turquia, una cuenta que hay en Suiza, las comisiones, los pagos, los billetes, los cuadros, el no s¨¦ qu¨¦¡ no s¨¦ cu¨¢ntos. Todo lo tiene Cerd¨¢n [periodista de Ok Diario]. Y en el momento en que a Villarejo se le cruce la locura o vea que le entra la paranoia de ¡°van a por m¨ª¡±, ?pum! (¡) Y esa es la jugada¡±.
Siete meses despu¨¦s de que Villarejo entrase en prisi¨®n, Ok Diario y El Espa?ol publicaron parte de la grabaci¨®n de una de las reuniones entre el comisario de polic¨ªa y Corinna Larsen, donde la examante de Juan Carlos I detalla los negocios opacos del rey y su fortuna oculta en Suiza.
Aquellas confidencias destapadas por Villarejo tras grabar a Corinna concluyeron con varias investigaciones en Espa?a y en Suiza que acreditaron la existencia de una fortuna multimillonaria que el em¨¦rito ocult¨® en Suiza y que nunca declar¨® a la hacienda espa?ola. Como Villarejo estaba en la c¨¢rcel cuando se produjo la publicaci¨®n de aquella conversaci¨®n, el comisario acus¨® de la filtraci¨®n a los fiscales anticorrupci¨®n que llevaban el caso: ¡°Hay 20 sujetos en la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n que son podemitas declarados y radicales y que son ellos quienes filtran el tema de Corinna¡±. No hay ni una sola prueba en el sumario que acredite esa circunstancia y sin embargo hay m¨²ltiples indicios de que Villarejo ten¨ªa la intenci¨®n, reconocida por ¨¦l mismo, de hacer p¨²blica esa informaci¨®n si se ve¨ªa en dificultades.
Las insinuaciones falsas sobre los atentados de Barcelona
Villarejo mantiene una guerra particular contra el exdirector del CNI, F¨¦lix Sanz Roldan, al que acusa de todos los males que le amenazan. Sin que viniera a cuenta ni estuviera relacionado con los hechos que se le atribuyen, el comisario jubilado desliz¨® en el juicio la idea de que el servicio de inteligencia espa?ol ten¨ªa controlado a uno de los supuestos cerebros de los atentados de Barcelona y, pese a ello, le dejo seguir con los preparativos de la masacre para desestabilizar al Gobierno catal¨¢n, metido de lleno en el desaf¨ªo independentista. ¡°Al final fue un error grave del se?or S¨¢nz Rold¨¢n, que calcul¨® mal las consecuencias por darle un peque?o susto a Catalu?a¡±, declar¨® el comisario.
Cuando ocurrieron aquellos hechos, Villarejo era ya un polic¨ªa jubilado, no particip¨® en la investigaci¨®n del atentado y, por tanto, nunca tuvo informaci¨®n directa para insinuar algo tan grave. Pero el Gobierno catal¨¢n aprovech¨® la insinuaci¨®n del comisario para reclamar una investigaci¨®n urgente de los hechos dejando en el aire la idea de que el Gobierno espa?ol permiti¨® el atentado de Las Ramblas.
El Parlamento catal¨¢n investig¨® ya aquellos hechos y la supuesta teor¨ªa de la conspiraci¨®n, seg¨²n la cual, el CNI ten¨ªa controlado al terrorista que ide¨® los atentados y no hizo nada para evitar la tragedia.
Los hechos probados cuentan que el im¨¢n de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, hab¨ªa estado cuatro a?os preso (2010-2014) por tr¨¢fico de drogas y el CNI se entrevist¨® con ¨¦l unos meses antes de quedar libre. Tres a?os despu¨¦s de salir de prisi¨®n se cometieron los atentados de Barcelona y Cambrils donde murieron 16 personas. Es Satty, considerado cerebro de aquellos atentados, falleci¨® un d¨ªa antes de la masacre en la explosi¨®n de la casa de Alcanar, donde se escond¨ªa el comando terrorista para preparar el ataque.
La tesis conspiratoria se?alaba que la Polic¨ªa hizo desaparecer la ficha de Es Satty para que nadie supiera que hab¨ªa sido confidente de este cuerpo de seguridad. Pero la premisa era falsa: nunca se destruyeron esas fichas. Tambi¨¦n se lleg¨® a sugerir que el CNI intervino los tel¨¦fonos de los terroristas cinco d¨ªas antes de los atentados, cuando en realidad lo que se hizo fue rastrear todas las llamadas del comando en los cinco d¨ªas siguientes al del atentado.
Filtraciones desde la c¨¢rcel para enredar en el proceso
Villarejo acus¨® en reiteradas ocasiones a la Fiscal¨ªa y al CNI de filtrar el material del que se le incaut¨® en sus casas y en sus empresas durante los registros. Sin embargo, la investigaci¨®n judicial (pieza n¨²mero 28 del caso Tandem) ha acreditado lo contrario. Villarejo sigui¨® controlando desde la prisi¨®n de Estremera una ¡°ingente documentaci¨®n¡± que ofreci¨® a periodistas, pol¨ªticos y abogados a trav¨¦s de otros presos que sal¨ªan de permiso. Parte de esa documentaci¨®n estaba incluida dentro del sumario abierto en la Audiencia Nacional, pero otra parte (entre ella, algunas grabaciones) no estaban accesibles para los personados en la causa. Los archivos que Villarejo puso en circulaci¨®n a trav¨¦s de otros presos ten¨ªan relaci¨®n con la Operaci¨®n Catalu?a ¡ªgestiones policiales contra el independentismo¡ª, con el extesorero del PP, Luis B¨¢rcenas; o con la examante del rey, Corinna Larsen, entre otros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.