As¨ª persigui¨® la polic¨ªa al asesino de Yana Rose: muerte en Sotogrande, sepultura en Alzira y fuga a Denver

Las im¨¢genes de las c¨¢maras de seguridad de la urbanizaci¨®n de Sotogrande (San Roque, C¨¢diz) dejaban ver al norteamericano de origen iran¨ª Michael Hoseyni (de 55 a?os) arrastrando por los tobillos el cuerpo de su esposa, Yana Rose, de 40 a?os, nacida en Rusia y nacionalizada en Estados Unidos. Lo sacaba del apartamento de dos plantas que hab¨ªan alquilado para sus vacaciones en Espa?a y lo met¨ªa en el maletero del coche de alquiler que hab¨ªa aparcado en la misma puerta. Eran algo m¨¢s de las diez de la noche del pasado 26 de diciembre, pero el cad¨¢ver de Rose no fue encontrado por la polic¨ªa hasta este 21 de enero, semienterrado en una finca de Alzira, (Valencia).

Yana Rose y Michael Hoseyni llevaban de viaje por Europa desde agosto pasado. Llegaron a Roma (Italia) el 25 de ese mes con la voluntad de recorrer el continente, guiados por las amigas rusas de Yana, que le hab¨ªan marcado una ruta. Italia, Francia, Albania, Macedonia, Bulgaria, Croacia, Espa?a... Los investigadores del grupo de Desaparecidos de la Unidad Central de Delincuencia Organizada y Violenta (UDEV) pudieron corroborar su periplo, despu¨¦s de que una de las amigas de la mujer, que esperaba a la pareja en Valencia, acudiese a comisar¨ªa a denunciar su desaparici¨®n el pasado 9 de enero, al ver que no llegaba ni daba noticias.

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Detenci¨®n del asesino de Yana Rose

Yana Rose, que les iba narrando las peripecias de su viaje, hab¨ªa dejado de contestar al tel¨¦fono el d¨ªa 25 de diciembre. Su madre, alertada por las amigas, la llam¨® desde Rusia ese d¨ªa de Navidad, pero ya no pudo hablar con ella. Hoseyni le dijo que hab¨ªan discutido y que ella se hab¨ªa marchado. Tambi¨¦n, en d¨ªas previos, el hombre hab¨ªa despachado a las amigas con respuestas insuficientes o contradictorias que les hab¨ªan hecho sospechar que ¡°algo no iba bien¡±. Las im¨¢genes de la urbanizaci¨®n dejan ver al matrimonio la ma?ana del 25 de diciembre entrando y saliendo del apartamento, pero a partir de la tarde, ya solo se le ve a ¨¦l, por lo que los investigadores sospechan que Yana pudo morir ese d¨ªa.

Hasta Alzira, a unos 800 kil¨®metros de Algeciras, y tras ¡°atravesar Granada, Murcia, Alicante, llegar casi hasta Barcelona y volver¡±, seg¨²n las pesquisas de los investigadores, condujo el coche (con Yana Rose en el maletero) Hoseyni, propietario de un taller de coches en Denver (Colorado).

El hombre, seg¨²n los investigadores, no se hosped¨® en ning¨²n lugar hasta que encontr¨® un sitio que le pareci¨® propicio para deshacerse del cuerpo de su mujer. El d¨ªa 27 compr¨® ¡°una pala, un palote, un hacha, unos guantes anticortes y un c¨²ter¡± en una tienda de efectos industriales de la localidad valenciana y, supuestamente, esa misma noche enterr¨® el cuerpo de su esposa en una finca pegada al camino de Torrex¨®, en una zona boscosa que se encuentra detr¨¢s del hospital de La Ribera. Los agentes buscaron all¨ª sin descanso hasta hallar los restos de la mujer el pasado 21 de enero, tras semanas de minuciosa investigaci¨®n.

Los an¨¢lisis forenses preliminares no evidencian la causa de la muerte. S¨ª indican que Yana Rose ten¨ªa un golpe en la cabeza, que pudo producirse incluso cuando estaba siendo arrastrada por su marido, pero no concluyen que sea esa la causa de su muerte. Todav¨ªa falta por conocer los resultados definitivos de la autopsia. Los investigadores no encontraron restos de sangre en el apartamento de Sotogrande.

Tras enterrar el cuerpo, Hoseyni sigui¨® su ruta por Europa, en el Ford Kuga de alquiler, hasta Mil¨¢n (Italia), donde abandon¨® el veh¨ªculo en el aeropuerto y tom¨® un avi¨®n a Londres el pasado 11 de enero. Y desde la capital inglesa, tom¨® otro vuelo a Nueva York, desde donde se dirigi¨® hasta su ciudad: Denver.

Alertados por la polic¨ªa espa?ola, los agentes del FBI han seguido los pasos de Hoseyni y advirtieron a sus hom¨®logos espa?oles de que hab¨ªa comprado un billete para regresar a Espa?a, aterrizando en Madrid, para el pasado 28 de enero, cuando fue detenido en el aeropuerto por los agentes del grupo de Desaparecidos. ¡°No dijo nada, ni opuso resistencia, no ha abierto la boca desde entonces¡±, se?alan los investigadores.

Nadie sabe, por tanto, si Michael Hoseyni regres¨® ¡°para ocultar alg¨²n cabo suelto¡±, para ¡°resta?ar un descuido¡±, para ¡°denunciar la desaparici¨®n de su mujer¡±, ¡°para ser juzgado en Espa?a por el crimen¡±... Los motivos de su regreso al lugar de los hechos siguen siendo una inc¨®gnita tambi¨¦n para los investigadores.