El CIS de Tezanos no tiene salvaci¨®n
Los datos constatan que sus estimaciones favorecen a la izquierda y se desv¨ªan m¨¢s. Pero el centro necesita m¨¢s cambios que un cambio de metodolog¨ªa
El CIS ha vuelto a cambiar su modelo de estimaci¨®n de voto, tras concluir que est¨¢n subestimando a Vox, seg¨²n su presidente Jos¨¦ F¨¦lix Tezanos. Hay que celebrar que el centro revise sus m¨¦todos, pero sin ingenuidades: la reacci¨®n llega tard¨ªsimo.
La cronolog¨ªa es tozuda. Tezanos introdujo cambios que desde el primer d¨ªa parec¨ªan malas ideas. Luego llegaron las pruebas factuales: sus estimaciones han sido imprecisas y sesgadas. El CIS de Tezanos ha sobrestimado siempre a la suma del voto de la izquierda. Es p¨²blico y visible al menos desde final de 2019, por entonces, en apenas dos a?os, hab¨ªa sobrestimado a la izquierda en 17 de 17 elecciones. Despu¨¦s ha habido otras cinco elecciones, y todo ha seguido igual, a la izquierda siempre le fue mejor en sus presagios que en la realidad.
Vamos a darle un vistazo a los datos. Efectivamente, el CIS ha tendido a subestimar el voto de Vox. Fue as¨ª en 17 de 22 elecciones desde 2018, incluidas las cinco auton¨®micas m¨¢s recientes. En Castilla y Le¨®n, el CIS solo le daba un 11% del voto al partido de Abascal, pero logr¨® el 18%.
Pero el problema es m¨¢s general. El CIS tambi¨¦n ha subestimado a menudo al PP, que lo hizo mejor de lo que dec¨ªan sus estimaciones en 14 de 22 elecciones desde 2018. En Castilla y Le¨®n, los populares batieron al CIS por 1,7 puntos; y en las auton¨®micas de Madrid de 2021, lo batieron por 8 puntos. Entonces el CIS hizo un sondeo flash, apenas una semana antes de la votaci¨®n, que estim¨® un 37% de votos para los populares, pero luego Isabel D¨ªaz Ayuso logr¨® el 45%.
En realidad, como explicaba arriba, el sesgo m¨¢s evidente del CIS es el que se observa por bloques, cuando sumamos los votos de izquierda (PSOE, Podemos, M¨¢s Pa¨ªs) y derecha (PP, Vox y Ciudadanos). Desde que lleg¨® Tezanos, el centro p¨²blico siempre se ha desviado hacia la izquierda.
Han pasado cuatro a?os y esa desviaci¨®n no se ha corregido, al menos hasta ahora. El centro no ha explicado en qu¨¦ consiste en el cambio de m¨¦todo de este jueves, pero se aprecia un efecto: el voto de la derecha ha pasado del 40,9% al 43,3%. La suma de PP, Vox y Ciudadanos se acerca as¨ª a lo que observan otros sondeos, como el de 40dB., que les daba un 45%.
Este sesgo no exist¨ªa hasta la llegada de Tezanos al cargo en 2018, como ya mostramos. En la preelectoral de las elecciones generales de 2016, por ejemplo, el CIS sobrestim¨® a la izquierda, pero apenas seis meses antes la hab¨ªa infraestimado.
No es raro que los datos brutos de una encuesta tengan sesgos. Puede ocurrir que entre las personas que localizan los encuestadores, o entre las que aceptan responder el sondeo, haya m¨¢s votantes de ciertos partidos. Si las personas de temperamento conservador son m¨¢s reacios a expresarse, por poner un ejemplo, es l¨®gico que en las encuestas falten votantes conservadores. Pero lo que llamamos cocina existe para minorar esos problemas, usando m¨¦todos probados, como la ponderaci¨®n o el raking. El problema del CIS no es un sesgo de sus datos crudos, sino constatar que, desde que lleg¨® Tezanos, ese sesgo no se corrige luego para producir la mejor estimaci¨®n posible.
¡°No se crean las encuestas¡±
En una comparecencia en el Congreso esta semana, Tezanos volvi¨® a recomendar a la gente que ¡°no se crea las encuestas¡±, porque se rodean de una gran incertidumbre, y repiti¨® algo que dice desde su llegada, que su prop¨®sito no es ser ¡°adivino¡± de lo que va a ocurrir. Es un mensaje falaz e impropio de quien dirige un centro p¨²blico que se dedica, precisamente, a hacer encuestas para la investigaci¨®n social.
Primero, es una incongruencia. Si las encuestas no fuesen cre¨ªbles, si no fuesen capaces al menos de aproximarnos a la realidad de un pa¨ªs, ?c¨®mo se justificar¨ªa el presupuesto del CIS? No quiero confundir a nadie: yo creo que el centro cumple una funci¨®n ¨²til, pero si lo creo es porque las encuestas sirven.
Segundo, es un mensaje falso: a las encuestas se les puede (y se les debe) exigir cierto grado de acierto. Soci¨®logos y polit¨®logos recuerdan siempre que los sondeos son valiosos no tanto por predecir elecciones ¡ªaunque eso tiene utilidad¡ª, sino como instrumento para conocer la realidad. Pero esa utilidad mayor solo existe si las encuestas son cre¨ªbles, si miden lo que piensa la gente. ?Y cu¨¢l es una forma sencilla de comprobar eso? Demostrar que tus encuestas predicen el voto. Es un ejercicio de calibraci¨®n casi perfecto: la gente responde tus sondeos y luego van por millones a expresar su verdadera opini¨®n en una urna.
¡°El nuevo m¨¦todo no pretende acertar, no somos adivinos¡±. Nos lo dijo Tezanos en oto?o 2018, cuando introdujo su primer cambio metodol¨®gico. Y esa promesa la cumpli¨®: sus estimaciones han acertado poco. Pero la generalizaci¨®n es falsa, porque muchos encuestadores, en todo el mundo, s¨ª hacen sus sondeos para acertar. Las encuestas no son ni brujer¨ªa, ni precisas como una mira l¨¢ser, pero funcionan dentro de unos m¨¢rgenes. Son la mejor herramienta que tenemos para conocer las ideas de millones de personas y por eso son esenciales a la ciencia social.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.