El ¡®annus horribilis¡¯ de El Puerto de Santa Mar¨ªa

En menos de un a?o, el Ayuntamiento de El Puerto de Santa Mar¨ªa se ha visto casi sin polic¨ªas en las calles durante meses por no tener pantalones; sin socorristas en las playas en pleno verano; sin martillo percutor para oficiar entierros; con su flota municipal inmovilizada por no tener seguro y sin correo electr¨®nico por no pagar el servicio. Aunque podr¨ªa parecerlo, el annus horribilis que golpea a este consistorio gaditano ni es fruto del infortunio, ni se limita al ¨²ltimo a?o. El equipo de gobierno de PP y Ciudadanos denuncia que la combinaci¨®n de la falta de personal por un plan de ajuste y la excesiva fiscalizaci¨®n de la Ley de Contratos del Sector P¨²blico (de 2017) provocan una tormenta perfecta que les ¡°colapsa¡±. Pero la oposici¨®n acusa al alcalde, Germ¨¢n Beardo, de conocer todos estos problemas desde el principio y denuncia su ¡°incapacidad y desidia¡±.

La larga lista de reveses que golpea a la Administraci¨®n municipal se narra con detalle en la prensa local, casi en un sainete por entregas. El ¨²ltimo ha dejado a la ciudad 11 d¨ªas con sus calles llenas de basura por una huelga convocada por los trabajadores de una concesi¨®n vencida desde noviembre. Entre los motivos que dieron los trabajadores para el paro se encontraba el deterioro de una maquinaria que la empresa, FCC Medio Ambiente, se niega a renovar, dada la caducidad del acuerdo con el Ayuntamiento, seg¨²n denunciaron desde el comit¨¦ de empresa. La huelga acab¨® el pasado 7 de marzo, pero la basura y los rastros de confeti del Carnaval han tardado d¨ªas en desaparecer de las calles por la falta de camiones operativos que sigue sufriendo la ciudad de 88.300 habitantes. Aunque el Consistorio opt¨® por mantenerse de perfil al alegar que era un conflicto laboral, lo cierto es que no es la primera vez que la caducidad de una concesi¨®n administrativa vira en unas consecuencias tan imprevistas como estramb¨®ticas.

De un d¨ªa para otro, m¨¢s de 30 coches municipales ¡ªde una flota de casi 90¡ª acabaron en enero con un cepo que los propios polic¨ªas municipales colocaron, despu¨¦s de que la flota municipal se quedara supuestamente sin seguro. La compa?¨ªa Helvetia tomaba la dr¨¢stica decisi¨®n por una deuda de 53.000 euros de dos facturas antiguas, pese a que el Consistorio aduc¨ªa que el contrato estaba en vigor, ya que hab¨ªa abonado los pagos m¨¢s recientes.

El pasado mes de diciembre el Ayuntamiento estuvo durante d¨ªas sin servicio de correo electr¨®nico, tras haber expirado el contrato que ten¨ªa con Microsoft. Durante buena parte del verano, las playas de El Puerto no tuvieron socorristas ¡ªy, en consecuencia, perdieron las banderas azules¡ª, despu¨¦s de no haber sacado a tiempo el contrato. Fue en los mismos d¨ªas en los que la ciudad no cont¨® con polic¨ªas locales en las calles, pues estos adujeron no tener pantalones al no haber un contrato en vigor de suministro de las prendas. La Administraci¨®n local incluso estuvo a punto de sufrir un corte de las l¨ªneas de tel¨¦fono por otro impago.

¡°Que pase en uno o dos contratos, vale, pero es que aqu¨ª pasa en todos¡±, denuncia Javier Botella, portavoz de Uni¨®n Portuense. Al otro lado, Javier Bello, segundo teniente de alcalde, reconoce que el Ayuntamiento sufre un problema: ¡°Tenemos una administraci¨®n colapsada en servicios b¨¢sicos porque un concejal en 2012 decidi¨® jubilar a los funcionarios en un plan de ajuste¡±. El edil del PP atribuye a ese plan realizado tambi¨¦n durante un mandato popular el inicio de unos problemas de adelgazamiento de la plantilla que han llegado al extremo de pasar de los 750 funcionarios a los 490 actuales.

La ¨²nica v¨ªa posible para salvar ese inconveniente ¡ªy que han seguido para recuperar la mermada plantilla de la polic¨ªa local¡ª implica modificaciones de ese plan en funci¨®n ¡°de los cr¨¦ditos disponibles en el presupuesto¡±, un proceso burocr¨¢tico m¨¢s lento, tedioso y con necesidad de di¨¢logo social con la plantilla. A esa falta, se suma la ley estatal de Contratos del Sector P¨²blico (de 2017) que es tan ¡°fiscalizadora con la Administraci¨®n local que hace que el funcionario a todo le tenga que dedicar m¨¢s tiempo¡±, seg¨²n detalla Bello. La consecuencia evidente la resume el concejal: ¡°No sacamos los pliegos en la fecha que cumplen el convenio¡±.

En la pr¨¢ctica, cada paso burocr¨¢tico en el Consistorio portuense se convierte en una odisea de incierto plazo y final. De hecho, el actual equipo de gobierno dirige la ciudad con constantes remiendos al presupuesto de 2018 (de unos 99 millones de euros), realizado por el PSOE e IU, anteriores partidos al frente. Y asegura que su deseo de intentar aprobarlo se topa con la realidad de un servicio de Intervenci¨®n con poco personal, en el que su m¨¢xima responsable est¨¢ de baja ¡ªla misma a la que se enfrentaron p¨²blicamente en agosto de 2020 acus¨¢ndola de paralizar el Ayuntamiento¡ª y en el que est¨¢ el jefe de Negociado haciendo esa tarea de forma accidental.

David de la Encina, anterior alcalde y portavoz del PSOE municipal, no les cree: ¡°Dec¨ªan que solo les faltaba graparlo, ?d¨®nde est¨¢? Tampoco han gestionado ning¨²n pliego [de licitaci¨®n p¨²blica]. Las mismas leyes y problemas son las que aplican en cualquier ayuntamiento y es evidente que el resultado no es el mismo. Es vergonzante. Cuando yo me encontr¨¦ los mismos problemas, me tiraban tomates y dec¨ªan que sab¨ªan arreglarlo. El PP se ha acomodado en ese argumentario. Van achicando agua, pero el naufragio es evidente¡±.

¡°Todo el procedimiento administrativo entra en el embudo, tanto lo administrativo como lo econ¨®mico¡±, explica Botella, ¡°pero ellos, con sus maneras, entorpecen aunn m¨¢s; como oposici¨®n tenemos poco que bloquear porque traen poco a los plenos¡±. Solo la Concejal¨ªa de Fiestas parece escapar de esa din¨¢mica de par¨¢lisis, con diversos eventos que s¨ª han conseguido llegar a tiempo para Navidad o Carnaval. Para Uni¨®n Portuense es se?al de que ¡°su concejal trabaja como el que m¨¢s¡±. Para De la Encina supone un indicio de que el equipo de gobierno intenta ¡°tapar con pan y circo¡± una deriva de incierto final. En medio, unos ciudadanos que, como el propio Bello asume, dif¨ªcilmente pueden comprender por qu¨¦ ¡°no se resuelven esas deficiencias b¨¢sicas¡±. Y a medio plazo unas elecciones municipales en la que esos mismos votantes tendr¨¢n la ¨²ltima palabra para decidir qui¨¦n puede resolver esa burocracia que fagocita a El Puerto.