El PP se conjura para enterrar la etapa de Casado en torno a Feij¨®o
Los expresidentes populares exigen al bar¨®n gallego que recupere el partido de mayor¨ªas
El PP se pone en manos de Alberto N¨²?ez Feij¨®o para que levante el partido tras la etapa fallida de Pablo Casado, pero el enorme apoyo interno que cosecha el bar¨®n gallego constituye tambi¨¦n una gran responsabilidad. La llegada del presidente de la Xunta de Galicia a la presidencia del principal partido de la oposici¨®n va aparejada de un mandato, seg¨²n se encargaron de recordarle el viernes en Sevilla los expresidentes del Gobierno populares y los l¨ªderes regionales reunidos en el 20? congreso extraordinario. Feij¨®o tiene que ganar y tiene que aspirar a recuperar el PP de mayor¨ªas, el de los 11 millones de votantes que cosecharon Mariano Rajoy y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Ese es el list¨®n que se le impone al presidente gallego, tarea que se antoja imposible en un contexto de fragmentaci¨®n de la derecha y con un adversario, Vox, que se come del pastel 3,6 millones de votos. Los populares se conjuraron en el c¨®nclave para pasar r¨¢pido la p¨¢gina de Casado, sin asomo de autocr¨ªtica por los errores, y para ignorar el elefante en la habitaci¨®n de la extrema derecha.
Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, el homenajeado en el congreso de Sevilla como art¨ªfice de la refundaci¨®n del PP que ahora se quiere emular, fue el encargado de poner deberes al nuevo l¨ªder. ¡°No jugamos a la chica¡±, advirti¨®, empleando un t¨¦rmino del mus, a Feij¨®o en su discurso por videoconferencia desde su casa madrile?a, por estar contagiado de covid. ¡°?ramos y somos un partido de mayor¨ªas. Jugamos a la grande¡±. Aznar inst¨® al PP a no resignarse a ¡°techos electorales infranqueables¡± y avis¨® al bar¨®n gallego que no hay espacio ya para m¨¢s aventuras equivocadas tras el par¨¦ntesis de Casado: ¡°No podemos fallar¡±.
Los conservadores espa?oles llevan ya casi cuatro a?os fuera del Ejecutivo, que abandonaron por la primera moci¨®n de censura que triunf¨® en democracia por sus problemas de corrupci¨®n, y se les est¨¢ haciendo larga la traves¨ªa del desierto. ¡°No lo olvidemos: somos un partido de gobierno, y no aspiramos a menos. De ninguna de las maneras, porque ese es el ADN de nuestro partido¡±, reflexion¨® Mariano Rajoy, el ¨²ltimo de los presidentes del Gobierno del PP. El auditorio lo aplaudi¨® con entusiasmo, dejando claro que la formaci¨®n ha olvidado ya por qu¨¦ sali¨® de la pol¨ªtica. Rajoy insisti¨® en la necesidad de un partido de mayor¨ªas, esto es, que no mire solo a la derecha, como en la ¨²ltima etapa de Casado. ¡°El PP tiene que ser el punto de encuentro para la mayor¨ªa de la sociedad espa?ola¡±, exhort¨® Rajoy.
A Feij¨®o se le notaba el peso de la responsabilidad en su actitud poco relajada, muy concentrada, durante el congreso. Los mensajes en torno al mandato de un PP que vuelva a ser ganador se repitieron entre los l¨ªderes regionales, pero sobre todo fue expl¨ªcita Isabel D¨ªaz Ayuso, estrella fulgurante de la derecha que ha dado un paso al lado para que el bar¨®n gallego asuma las riendas del partido. ¡°No nos hemos reunido aqu¨ª para ganar un congreso, sino para ganar elecciones¡±, avis¨® Ayuso. La presidenta madrile?a baj¨® la espada, porque pas¨® de puntillas por la guerra interna que la enfrent¨® con Pablo Casado y que es el origen de la catarsis forzosa del PP. Pero demostr¨® que sabe que ella es la alternativa si el bar¨®n gallego, como Casado, tampoco consigue llegar a la meta.
El nuevo PP de Feij¨®o tiene aroma al PP del bipartidismo, aunque todo haya cambiado. Se percibe en el regreso de las caras del viejo PP y en que el partido hace como si Vox no existiera. Apenas se escucharon en el congreso referencias al primer acuerdo de un Gobierno auton¨®mico con la extrema derecha que los populares acaban de estrenar en Castilla y Le¨®n. No obstante, la formaci¨®n de Santiago Abascal est¨¢ demostrando al PP qui¨¦n manda, y ha retrasado la investidura de Alfonso Fern¨¢ndez Ma?ueco, prevista para esta semana pasada, para despu¨¦s del congreso popular. El objetivo es que Feij¨®o no pueda hacer como que el pacto no va con ¨¦l. La asistencia del ya nuevo l¨ªder popular a la investidura de Ma?ueco es todav¨ªa una inc¨®gnita, pero su reci¨¦n elegida secretaria general, Cuca Gamarra, se felicit¨® por el pacto. ¡°El acuerdo en Castilla y Le¨®n garantiza la estabilidad y la gobernabilidad¡±, defendi¨® Gamarra.
En sus primeras palabras ante el auditorio a rebosar ¡ªcasi 4.000 personas en el Palacio de Congresos de Sevilla¡ª, ya ca¨ªda la tarde, el nuevo l¨ªder apost¨® por un discurso sin novedades, de rigor liberal y basado en rebajas fiscales y en la contenci¨®n del d¨¦ficit, que a la vez mejore los servicios p¨²blicos, aunque no quede claro entonces c¨®mo se pagan. ¡°Es posible bajar impuestos, es obligatorio mejorar los servicios p¨²blicos. Es obligatorio incrementar la inversi¨®n, y se puede hacer todo esto cuadrando las cuentas p¨²blicas¡±, sostuvo Feij¨®o.
El bar¨®n gallego apenas dej¨® pinceladas de su proyecto pol¨ªtico. Se reserva para el discurso de este s¨¢bado. S¨ª se comprometi¨® a ¡°intentar¡± ganar, como le pidieron todos. Feij¨®o se?al¨® que quiere un partido vivo, ¡°con lealtad¡±, abierto y ¡°no enclaustrado en las paredes org¨¢nicas¡±. Y consider¨® ¡°innegociable¡± la unidad interna. Prometi¨® trabajar en equipo y que evitar¨¢ encastillarse: ¡°No creo ni en adanes ni en caudillos¡±, sino en el ¡°trabajo com¨²n¡±. porque ¡°divididos y endiosados no se consigue nada¡±.
El presidente gallego desvel¨® el viernes un puesto relevante de su nuevo organigrama, el del coordinador general, que recae en el hombre fuerte de Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de Andaluc¨ªa. Se trata de su consejero de Presidencia, El¨ªas Bendodo, que se convierte en el n¨²mero tres del PP, en un reflejo de que el t¨¢ndem gallego-andaluz ser¨¢ clave en la nueva etapa. Entre los nombres de su comit¨¦ ejecutivo aparecen muchos exdirigentes pr¨®ximos a Rajoy.
El PP quiere pasar p¨¢gina a toda prisa, como si Casado nunca hubiera existido, pero el funeral del presidente se celebraba con ¨¦l de cuerpo presente. Sus escasos fieles se encargaron tambi¨¦n de recordar que todav¨ªa sangran por la herida. ¡°Perdemos a un gran presidente del Gobierno, Pablo Casado¡±, record¨® un cariacontecido Pablo Montesinos. ¡°Querido Pablo, te quiero y te querr¨¦ toda la vida¡±, dijo desde la tribuna con un hilo de voz Beatriz Fanjul, presidenta de Nuevas Generaciones.
La figura de Casado resultaba inc¨®moda en un c¨®nclave pensado para enterrar su etapa, y a ¨¦l se le vio desubicado. Con todo, el defenestrado l¨ªder anunci¨® que renuncia a su esca?o en el Congreso de los Diputados y evit¨® hacer sangre, aunque record¨® la corrupci¨®n que hered¨® al llegar a la presidencia del PP. Las palabras con las que despidi¨® a Casado quien fue su mentor, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, no pudieron ser m¨¢s expl¨ªcitas sobre su muerte pol¨ªtica: ¡°Dondequiera que est¨¦, gracias Pablo por tu esfuerzo¡±. El PP mira ya hacia delante para pasar p¨¢gina en torno a Feij¨®o.
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