La guerra de Ucrania relanza el sentimiento militarista de los espa?oles

La guerra est¨¢ abriendo nuevas heridas econ¨®micas y psicol¨®gicas entre los espa?oles, a a?adir a las de la pandemia, y ha provocado un vuelco en el tradicional pacifismo de la opini¨®n p¨²blica. M¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n admite que ha reducido diversos gastos y una cuarta parte confiesa problemas de estr¨¦s. La reacci¨®n del Gobierno y de los pa¨ªses occidentales frente a Vlad¨ªmir Putin tiene un amplio respaldo. Un 57%, por ejemplo, aplaude el env¨ªo de armas a Ucrania, seg¨²n el bar¨®metro de abril de 40dB. para EL PA?S y la Cadena Ser. Hay un dato que condensa el dr¨¢stico giro que el conflicto ha operado en la opini¨®n p¨²blica: los partidarios de aumentar el gasto militar, muy minoritarios hasta ahora, alcanzan el 47%.

No es que las encuestas de opini¨®n viniesen pintando un pa¨ªs muy confiado en su porvenir, y la aventura b¨¦lica de Putin y sus derivadas econ¨®micas han vuelto a poner por los suelos la moral de los espa?oles. Casi nadie escapa a la inquietud general. Si la preocupaci¨®n es pr¨¢cticamente un¨¢nime ¡ªm¨¢s del 90% de los encuestados¡ª, un 54% se confiesa adem¨¢s pesimista y una cuarta parte dice que ha llorado con la invasi¨®n de Ucrania, un n¨²mero similar a los que declaran haber sufrido episodios de estr¨¦s, ansiedad o insomnio. M¨¢s de la mitad considera veros¨ªmil la hip¨®tesis de una III Guerra Mundial y superan el 80% los que afirman que jam¨¢s hubiesen imaginado un conflicto as¨ª en la Europa del siglo XXI.

La investigaci¨®n demosc¨®pica demuestra que la proximidad geogr¨¢fica al conflicto contribuye a ese fuerte impacto sobre los ciudadanos. Un 70% de los 2.000 encuestados entre el 22 y el 28 de marzo afirma que est¨¢ m¨¢s conmocionado por esta guerra que por otras. En la sociedad ha aflorado una cierta rusofobia que no se esconde. A la pregunta de si han notado ¡°recelo hacia los rusos y su cultura¡±, hasta un 45% lo admite, una sensaci¨®n extendida sobre todo entre los votantes del PP (casi el 62%). Y a la vez cunden las muestras de altruismo con las v¨ªctimas de la agresi¨®n: un 29% ha donado alimentos o medicinas, una cuarta parte ha dado dinero y otro 20% ha facilitado material para atender a los refugiados.

En este clima an¨ªmico se advierte un apreciable cierre de filas con la respuesta de Espa?a y el resto de los pa¨ªses occidentales ante el expansionismo de Putin. El apoyo a las principales medidas es muy amplio, abrumador en el caso de las sanciones econ¨®micas (78%), pero tambi¨¦n claramente mayoritario en el aspecto militar. El 57% avala la decisi¨®n de enviar armas a Ucrania. Solo los votantes de Unidas Podemos ¡ªen sinton¨ªa con la postura de una parte de sus dirigentes¡ª discrepan de la decisi¨®n de facilitar material b¨¦lico a la resistencia ucrania. Y aun as¨ª casi un tercio de ellos se muestra de acuerdo.

El dato m¨¢s revelador del cambio que ha provocado la guerra en las sensaciones de los ciudadanos es el de la opini¨®n sobre el incremento del presupuesto p¨²blico dedicado a Defensa, anunciado por el presidente del Gobierno. El estudio de 40dB. pregunt¨® a los encuestados si aprobar¨ªan aumentar el gasto militar ¡°en detrimento de otras partidas¡± y un 47,5% contesta que lo comparte frente a un 42,2% que disiente. La comparaci¨®n con las opiniones al respecto que el CIS hab¨ªa recogido el pasado octubre muestra la envergadura del giro. Entonces, cuando se preguntaba a los encuestados qu¨¦ gasto p¨²blico recortar¨ªan en caso de que fuese necesario, la mayor¨ªa (51,5%) apuntaban en primer lugar a Defensa. En esa investigaci¨®n de hace menos de medio a?o, el 40% consideraba que los gastos militares eran los adecuados, el 27,5% los ve¨ªa excesivos y solo el 21% escasos.

Ese nuevo sentimiento militarista prende a derecha e izquierda, aunque no con la misma fuerza, hasta el punto de que es el electorado conservador el que m¨¢s se adhiere a las decisiones del Gobierno para sumarse al frente internacional contra Putin. De nuevo aparecen los votantes de Unidas Podemos como los ¨²nicos que rechazan mayoritariamente incrementar las partidas para el Ej¨¦rcito, con un apreciable 30% de ellos que se manifiesta favorable. Entre los votantes del PSOE la divisi¨®n es mayor, 60% a favor y 40% en contra, mientras aplauden la medida dos tercios de los consultados que se decantan por partidos de la derecha.

El simpatizante conservador ni siquiera ver¨ªa con malos ojos un hipot¨¦tico env¨ªo de tropas espa?olas a Ucrania, decisi¨®n que satisfar¨ªa al 40% de la poblaci¨®n general frente a casi el 50% que la rechaza. La mitad de los consultados aseguran que estar¨ªan dispuestos a luchar por su pa¨ªs en caso de invasi¨®n.

Los espa?oles han interiorizado que enfrentan una etapa de penurias y est¨¢n refrenando sus econom¨ªas dom¨¦sticas: el 62,5% ha reducido el consumo de luz, el 58% usa menos el coche, el 48% ha dejado de poner la calefacci¨®n, un 44% ha cambiado sus h¨¢bitos en la cesta de la compra, un 24% se ha interesado por las f¨®rmulas de autoconsumo energ¨¦tico y un 22% ha hecho acopio de alimentos. El pesimismo, en todo caso, es mayor respecto a la situaci¨®n general que a la suya propia. Son dos tercios los que prev¨¦n un empeoramiento duradero y bastantes menos ¡ªlo que no quiere decir pocos, 45%¡ª los que temen que la guerra vaya a da?ar su econom¨ªa dom¨¦stica. La encuesta fue realizada antes de las medidas tomadas por el Gobierno para mitigar las subidas generales de precios.