Espa?a deber¨¢ aumentar al menos en un 20% su gasto militar en dos a?os
La promesa de S¨¢nchez de llegar al 1,22% del PIB habr¨ªa supuesto 2.500 millones m¨¢s si se hubiera aplicado en 2021
Espa?a debe incrementar al menos en un 20% su presupuesto de Defensa para cumplir los compromisos adquiridos p¨²blicamente por el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez.
Aunque no se va a alcanzar ni de lejos el 2% del Producto Interior Bruto (PIB) en gasto militar que la OTAN fij¨® como objetivo para 2024 en la cumbre de Gales (2014), S¨¢nchez dijo el d¨ªa 2 en el pleno del Congreso donde anunci¨® el env¨ªo de armas a Ucrania que Espa?a llegar¨¢ al 1,22% del PIB dentro de dos a?os.
El viernes, tras la cumbre informal europea celebrada en Versalles (Francia), S¨¢nchez subray¨® que ¡°el mensaje rotundo [de los l¨ªderes de la UE] es que hay que elevar la inversi¨®n en el cap¨ªtulo de Defensa y reforzar la pol¨ªtica exterior y de seguridad com¨²n¡±. Aunque admiti¨® que el objetivo al que deben encaminarse todos los pa¨ªses de la OTAN, ¡°y tambi¨¦n Espa?a¡±, es el 2% del PIB para Defensa, a?adi¨® que el compromiso del Gobierno es estar cuando concluya esta legislatura ¡°por encima del 1,22%, 1,24% del PIB en el cap¨ªtulo de Defensa¡±, un porcentaje algo superior al anunciado menos de 10 d¨ªas antes en el Congreso.
?Cu¨¢nto dinero representa eso? El gasto en Defensa admite distintas cuantificaciones, mientras que el PIB var¨ªa en funci¨®n del crecimiento econ¨®mico y su evoluci¨®n definitiva solo se conoce una vez acabado el a?o. Pero, puesto que el compromiso de incrementar la inversi¨®n se ha adquirido con la OTAN, el referente m¨¢s fiable es el criterio aplicado por dicha organizaci¨®n pol¨ªtico-militar.
Seg¨²n la Alianza Atl¨¢ntica, Espa?a dedic¨® a Defensa 12.208 millones de euros en 2021, una cifra en la que incluye no solo el presupuesto del Ministerio, sino tambi¨¦n las operaciones en el exterior o las pensiones del personal militar. Esta cifra equival¨ªa entonces al 1,02% del PIB, el pen¨²ltimo menor porcentaje entre los 30 pa¨ªses aliados, solo por delante de Luxemburgo.
Para llegar al 1,22% o 1,24% del PIB anunciado por S¨¢nchez, Espa?a deber¨ªa destinar al gasto militar entre 2.400 y 2.600 millones m¨¢s. Eso siempre que el PIB se mantuviera inalterable en el nivel de 2021. A principios de febrero, la Comisi¨®n Europea pronosticaba que la econom¨ªa espa?ola crecer¨ªa este a?o el 5,6%, mientras que lo har¨ªa el 4,4% en 2023. La invasi¨®n de Ucrania el 24 de febrero ha hecho saltar por los aires esas previsiones y nadie sabe con seguridad cu¨¢l ser¨¢ su efecto sobre la econom¨ªa global, pero s¨ª se sabe que esta vez el frenazo al crecimiento no ir¨¢ acompa?ado de un recorte del gasto militar, sino de una mayor presi¨®n para aumentarlo.
Alemania, con un canciller socialdem¨®crata, Olaf Scholz, acaba de anunciar una inyecci¨®n de 100.000 millones para modernizar sus Fuerzas Armadas y se ha comprometido a que sus presupuestos de Defensa anuales superen el 2% del PIB. Suecia tambi¨¦n se ha comprometido a alcanzar este porcentaje ¡°tan pronto como sea posible¡±, mientras que Dinamarca se ha puesto como fecha l¨ªmite 2033.
La OTAN, seg¨²n fuentes aliadas, no se conformar¨¢ con que S¨¢nchez diga que en 2024 estar¨¢ ¡°en camino¡± de llegar al 2%, aunque lejos de esa meta, sino que quiere saber c¨®mo y cu¨¢ndo se propone llegar a ella. Los 30 pa¨ªses aliados deben presentar en los pr¨®ximos meses su hoja de ruta para lograr ese objetivo con un calendario de previsi¨®n de gasto, mientras que la OTAN debe hacer p¨²blica su propia evaluaci¨®n de los presupuestos militares de sus pa¨ªses miembros antes de la pr¨®xima cumbre de Madrid, el 29 y 30 de junio.
En 2018, la entonces ministra de Defensa, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, del PP, se comprometi¨®, con el apoyo del PSOE, a llegar al 1,53% del PIB en gasto militar en 2024, 10 a?os despu¨¦s de la cumbre de Gales. El anuncio publicado ahora por S¨¢nchez reduce notablemente esa ambici¨®n, pero aun as¨ª representa un fuerte incremento que puede generar nuevas tensiones con su socio de coalici¨®n, Unidas Podemos, que ya se ha desmarcado del env¨ªo de armas espa?olas a Kiev. ¡°Para unos ser¨¢ insuficiente, para otros ser¨¢ demasiado¡±, vaticin¨® el presidente del Gobierno cuando anunci¨® su prop¨®sito de llegar al 1,22%.
El presupuesto del Ministerio de Defensa ha crecido este a?o un 7,9%, hasta los 10.155,3 millones (sin contar operaciones en el exterior ni pensiones militares), pero el porcentaje del PIB apenas ha subido del 1%.
Los 2.500 millones adicionales que Defensa hubiera recibido de haber alcanzado en 2021 el 1,22% del PIB en gasto militar habr¨ªan permitido superar el ahogo financiero que han sufrido los ej¨¦rcitos en los ¨²ltimos a?os y acabar con la penuria cr¨®nica de la partida de mantenimiento que pone en riesgo la propia operatividad de las Fuerzas Armadas. El problema es que los presupuestos militares est¨¢n lastrados por la pesada deuda de los grandes programas de armamento de los ¨²ltimos a?os (los cazas Eurofighter, el submarino S-80 o los carros de combate Leopardo) que ahora toca pagar y cuya factura este a?o supera los 2.800 millones. Adem¨¢s, Espa?a se ha embarcado en proyectos como el caza europeo de nueva generaci¨®n (el programa NGWS/FCAS) con la misma participaci¨®n que Francia y Alemania, aunque su presupuesto de Defensa es la cuarta parte del de esos pa¨ªses.
Frente a las cr¨ªticas por su escaso gasto en Defensa, Espa?a alega que cumple otro de los objetivos fijados en la cumbre de Gales: dedicar al menos el 20% de su gasto militar a inversi¨®n. El a?o pasado, el porcentaje del presupuesto de Defensa dedicado a equipos militares fue del 22,7% por lo que super¨® la exigencia aliada. Adem¨¢s, Espa?a es uno de los aliados que m¨¢s contribuyen a las misiones de la OTAN. De los 2.800 soldados espa?oles desplegados en febrero pasado en operaciones internacionales, 1.045 estaban bajo bandera de la Alianza Atl¨¢ntica. A ellos hay que sumar los 150 enviados para reforzar el grupo de combate aliado en Letonia. La contribuci¨®n espa?ola a las misiones de la OTAN, alegan las fuentes consultadas, es muy superior a la de pa¨ªses como Grecia, que destina casi el 4% del PIB al gasto militar pero dedican el grueso de su esfuerzo a vigilar a otro aliado: Turqu¨ªa.
Pese a las discrepancias en el seno del Gobierno, Espa?a ha enviado seis aviones cargados con armas ligeras (lanzagranadas C-90, ametralladoras y munici¨®n) para el Ej¨¦rcito ucranio. Los cuatro primeros aparatos salieron el 4 y 5 de marzo; el quinto, el s¨¢bado y el sexto, el domingo.
Aunque en la Casa Blanca ya no est¨¢ Donald Trump, que hizo bandera de ese asunto, es previsible que el presidente Joe Biden y los aliados europeos, obligados a aumentar su gasto militar ante la agresividad rusa, presionen al anfitri¨®n de la pr¨®xima cumbre de la Alianza Atl¨¢ntica para que deje de ser el farolillo rojo en presupuesto de Defensa, con permiso de Luxemburgo.
La OTAN quiere a Zelenski en la cumbre de Madrid
La OTAN quiere invitar al presidente ucranio, Volodímir Zelenski, a la cumbre de Madrid, el 29 y 30 de junio. Nadie sabe cuál será su situación entonces o si tendrá manera de acudir a la capital española o comunicarse con ella, pero la OTAN buscará la fórmula de dejar claro que no reconocerá una eventual ocupación rusa ni a un Gobierno títere instalado por Vladímir Putin en Kiev. Más posibilidades tiene de acudir a Ifema, el recinto ferial de Madrid donde se celebrará la cumbre, la presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, cuyo país (atacado en 2008 por tropas rusas en apoyo a los separatistas de Abjasia y Osetia del Sur) se considera el siguiente objetivo en los planes expansionistas de Moscú. La invasión de Ucrania ha alterado dramáticamente el escenario en el que se desarrollará la cumbre de Madrid. Hasta el punto de que empieza a estar en el aire una de las decisiones más importantes que había que adoptar: la elección del nuevo secretario general de la OTAN, en sustitución del noruego Jens Stoltenberg, que ya ha cumplido su mandato. Aunque Stoltenberg ya ha sido nombrado nuevo gobernador del Banco Central de Noruega, algunos países subrayan lo inoportuno de acometer un relevo de este calibre en plena crisis con Rusia y proponen aplazarlo un año. Si esta idea no prospera, admiten las mismas fuentes, lo más probable es que el nombramiento recaiga en alguna de las políticas del este de Europa que se han postulado en los últimos meses. Lo que está claro es que ahora no es el mejor momento para lograr que la OTAN deje de mirar al este y vuelva su atención al sur. La prueba es la sede elegida para su próxima cumbre, en 2023: Vilna, capital de Lituania.
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