Un tribunal brit¨¢nico permite a Juan Carlos I recurrir parcialmente la sentencia que le negaba la inmunidad
Los magistrados admiten que hay base jur¨ªdica para defender la inviolabilidad del rey em¨¦rito cuando presuntamente actu¨® contra su ex amante Corinna Larsen y a¨²n era jefe de Estado. Rechazan, sin embargo, que fuera inmune tras abdicar
La expresi¨®n en ingl¨¦s vendr¨ªa a traducirse como ¡°lograr un nuevo d¨ªa para luchar¡± (get to fight another day). Eso es lo que ha conseguido este martes el nuevo equipo jur¨ªdico contratado por el Rey em¨¦rito para enfrentarse en los tribunales brit¨¢nicos a su ex amante, Corinna Larsen. Los magistrados Nicholas Underhill y Peter Jackson, ambos pertenecientes a la Corte de Apelaci¨®n de Inglaterra y Gales, han dado...
La expresi¨®n en ingl¨¦s vendr¨ªa a traducirse como ¡°lograr un nuevo d¨ªa para luchar¡± (get to fight another day). Eso es lo que ha conseguido este martes el nuevo equipo jur¨ªdico contratado por el Rey em¨¦rito para enfrentarse en los tribunales brit¨¢nicos a su ex amante, Corinna Larsen. Los magistrados Nicholas Underhill y Peter Jackson, ambos pertenecientes a la Corte de Apelaci¨®n de Inglaterra y Gales, han dado luz verde a la presentaci¨®n de un recurso parcial contra la decisi¨®n adoptada el pasado marzo por el juez Matthew Nicklin, por la que rechazaba que Juan Carlos I gozara de la inmunidad propia de un jefe de Estado, antes y despu¨¦s de su abdicaci¨®n. Underhill y Jackson permiten al equipo de abogados de Carter-Ruck, encabezados por Timothy Otty, presentar argumentos jur¨ªdicos de apelaci¨®n respecto al periodo de abril de 2012 al 18 de junio de 2014 (el d¨ªa de la abdicaci¨®n). La defensa de Larsen sostiene que los actos presuntamente cometidos contra su cliente durante ese tiempo tampoco estar¨ªan protegidos por la inmunidad del entonces Monarca, ya que los realizaba a t¨ªtulo privado.
¡°Si el director del CNI [entonces el general F¨¦lix Sainz Rold¨¢n] acude a interceder ante la demandante, lo har¨¢ porque se lo pide el Rey y Jefe del Estado, ?no?¡±, ha insistido el juez Underhill en preguntar al abogado que representaba a Corinna Larsen, James Lewis. ¡°Es como si mi amigo fuera el jefe del MI6 [el servicio de inteligencia del Reino Unido] y le pidiera que me hiciera el favor de frenar las amenazas proferidas por mi examante¡±, argumentaba, con escaso ¨¦xito, Lewis. Los magistrados permitir¨¢n que se celebre en los pr¨®ximos meses (en torno a primeros de octubre) una vista de apelaci¨®n que sirva para debatir ese punto concreto.
El juicio sigue adelante
Pero la demanda por acoso de Larsen contra el rey em¨¦rito relata presuntas amenazas e intimidaciones, directas o a trav¨¦s de intermediarios, desde abril de 2012 hasta 2020. Es decir, en la mayor¨ªa de los casos cuando la abdicaci¨®n ya se hab¨ªa producido. En su momento, el juez Nicklin descart¨® los argumentos presentados por el equipo jur¨ªdico del bufete Clifford Chance, elegido entonces por Juan Carlos I para su defensa. Tomando como base la Ley de Inmunidad de Estado de 1978, de la legislaci¨®n brit¨¢nica, alegaron que su defendido manten¨ªa la condici¨®n de ¡°soberano¡±, y adem¨¢s segu¨ªa formando parte de la reducida Familia Real. Con esos dos argumentos, la ley le permit¨ªa preservar la inviolabilidad legal.
¡°Nadie entiende que Juan Carlos I mantenga el rango de jefe del Estado despu¨¦s de su abdicaci¨®n. Se trata de un t¨ªtulo honor¨ªfico, como el que retienen los expresidentes de Estados Unidos¡±, argumentaron entonces los abogados de Larsen.
El juez Nicklin acogi¨® en su sentencia este ¨²ltimo razonamiento, y rechaz¨® que la inmunidad persistiera: ¡°Si aceptara ese argumento, ma?ana el acusado podr¨ªa entrar en una joyer¨ªa de Hatton Garden y robar un anillo de diamantes. Y no deber¨ªa hacer frente a ning¨²n proceso penal o civil en esta jurisdicci¨®n (a no ser que el Estado espa?ol levantara esa inmunidad)¡±, explic¨® el juez.
El nuevo equipo jur¨ªdico de Juan Carlos ha probado suerte con un nuevo argumento jur¨ªdico, el llamado test de ¡°los v¨ªnculos cercanos y las circunstancias excepcionales¡±. Con base en las interpretaciones jur¨ªdicas de sentencias previas, el abogado Otty ha intentado convencer a los dos magistrados de que, primero, el t¨¦rmino household (casa familiar) que utiliza la Ley de Inmunidad del Estado, en Espa?a no es un espacio f¨ªsico sino un concepto. La Familia Real son seis personas, por real decreto, y en ella est¨¢ incluido el Rey em¨¦rito. Y segundo, forman un ¡°grupo de clase¡± muy interconectado, de modo que ¡°los actos o a la retirada de la inmunidad [a Juan Carlos I] afectar¨ªan directamente a la dignidad del actual Monarca [Felipe VI] y al normal ejercicio de sus funciones¡±, argumentaba Otty.
¡°?Pero en qu¨¦ sentido impactar¨ªa en sus funciones?¡±, ha preguntado el juez Underhill. ¡°Afectar¨ªa al tiempo y a la distracci¨®n que le supondr¨ªa estar atento a [que su padre] fuera juzgado en el extranjero¡±, argumentaba el abogado.
Ha sido el factor de novedad introducido por los nuevos representantes legales de Juan Carlos I, que ha ocupado en su exposici¨®n y debate la primera de las casi dos horas que ha durado la vista. Pero no ha cobrado vuelo. Los jueces no lo han considerado motivo suficiente para que pudiera permitirse el recurso en apelaci¨®n de la decisi¨®n del juez Nicklin. Al menos, en la parte que hac¨ªa referencia a los actos posteriores a la abdicaci¨®n. Y eso quiere decir que el juicio por la demanda de Larsen seguir¨¢ adelante.
El abogado de la expareja del rey em¨¦rito, Daniel Bethelhem, se saltaba incluso la norma no escrita por la que el barrister (el abogado que argumenta en sala) no se contamina hablando con la prensa, y abordaba a un par de periodistas espa?oles -entre ellos, el corresponsal de EL PA?S- para que les quedara claro que la victoria de Juan Carlos I hab¨ªa sido limitada, casi p¨ªrrica. Larsen, que no se ha perdido ni un minuto de todas las vistas preliminares, acompa?ada siempre de una misteriosa amiga y sin dejar de tomar notas, asent¨ªa a unos metros a las palabras de su representante legal. La batalla se libra tanto en los tribunales brit¨¢nicos como en la corte de la opini¨®n p¨²blica espa?ola, y Larsen, rodeada casi de tantos abogados como gestores de imagen y comunicaci¨®n, pelea por cada titular.