Los sindicatos se revuelven
Las centrales buscan ir a la par con una gran movilizaci¨®n europea | Feij¨®o empieza el curso con lo socioecon¨®mico y S¨¢nchez, con lo social | El presidente y el l¨ªder del PP inauguran en el Senado la campa?a de 2023
La ventaja electoral del PP sobre el PSOE en las encuestas, aunque algo ralentizada, seg¨²n refleja en su estudio 40dB. para EL PA?S y la Cadena SER, tendr¨¢ su reflejo esta ma?ana en la identidad de los asistentes a un desayuno con el l¨ªder popular, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, organizado por la agencia Europa Press. Se da por descontada la afluencia masiva a la convocatoria de dirigentes y cargos del PP; por ir, ir¨ªan todos. Pero habr¨¢ que observar qu¨¦ miembros del mundo econ¨®mico, empresarial, financiero y sindical acudir¨¢n.
Esta vez, el curso pol¨ªtico y econ¨®mico no lo inaugura el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, acompa?ado de banqueros, financieros y empresas del Ibex, como en a?os anteriores, sino en un acto con ciudadanos de distintos sectores laborales. Cada actor marcar¨¢ su territorio. Los sindicatos, en breve, fijar¨¢n su camino; no quieren tutelas ni extra?os compa?eros de ruta. Las movilizaciones que se esperan para el oto?o vendr¨¢n de diversos colectivos m¨¢s o menos reconocibles, pero las centrales quieren identificar las suyas sin lugar a confusi¨®n.
Cuando el presidente del Gobierno abra ma?ana el debate en el Senado con un intercambio largo de posiciones y propuestas frente a N¨²?ez Feij¨®o, ambos tendr¨¢n sobre la mesa un nutrido paquete de medidas y de reproches. La ventaja de Feij¨®o, o eso cree ¨¦l, es que no ha visto la necesidad de responder con claridad y precisi¨®n sobre asuntos muy concretos. Desde la subida de las pensiones, el incremento de los salarios, o el creciente cr¨¦dito del Gobierno de Espa?a en la Uni¨®n Europea sobre sus propuestas energ¨¦ticas y de control de precios.
Debates en el Parlamento, mesas de di¨¢logo y posibles, m¨¢s que probables, movilizaciones en la calle. Este es el marco en el que se va a mover la vida p¨²blica espa?ola hasta las pr¨®ximas elecciones generales de finales de 2023, con parada en las municipales y auton¨®micas del mes de mayo.
La dependencia energ¨¦tica a¨²n no ha tomado cuerpo en la vida de los europeos, pero el Gobierno y los sindicatos estudian las consecuencias. Sin un pacto de rentas, la capacidad de contener el descontento ser¨¢ muy limitada. No hay razones objetivas, en este momento, para considerar que la patronal vaya a aceptar, no ya sentarse a negociar la cuant¨ªa de la subida salarial, sino siquiera considerar la idea de un incremento.
CC OO y UGT est¨¢n estudiando las opciones de respuesta a los escenarios que pueden presentarse y su capacidad de influir para que sus representados, y los trabajadores en general, no queden a la intemperie en el largo invierno que se avecina. La flexibilidad ser¨¢ su m¨¢xima si empieza la negociaci¨®n de los convenios colectivos, pero con alguna garant¨ªa. No les valdr¨¢ el compromiso lejano de que al tercer a?o se puedan producir subidas salariales. Solo eso, no. Ni se les ocurre pedir un aumento salarial acorde con la inflaci¨®n, casi un 10%, sino un 3% o un 4%, y de manera escalonada, para llegar al tercer a?o con una recuperaci¨®n real del poder adquisitivo. De momento, la patronal est¨¢ en el no absoluto. Ese rechazo no es exclusivo de las grandes empresas, sino que en todo el tejido empresarial es impensable hablar de una subida salarial que amortig¨¹e el abrumador efecto de la inflaci¨®n.
El Gobierno y los sindicatos no aceptan como realidad incontrovertible que las empresas, dentro de su variedad y de la imposibilidad de hacer de ellas un absoluto, est¨¦n en p¨¦rdidas. No son esos los datos de los equipos econ¨®micos del Gobierno y de las centrales sindicales. La certeza de que hay que margen para subidas salariales ha empujado a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz, a emplazar a la patronal a que se siente a negociar. Todo movimiento dentro del Gobierno de coalici¨®n se analiza por sus propios miembros con la actitud de ver m¨¢s all¨¢ de lo que parece. La vicepresidenta ha llevado la bandera de las sucesivas subidas del Salario M¨ªnimo Interprofesional (SMI) y no la va a posar en ninguna mesa. Sus compa?eros de gobierno, con o sin carn¨¦ del PSOE, no permitir¨¢n que la vicepresidenta y Unidas Podemos se apunten el ¨¦xito. Habr¨¢ subida del SMI, coinciden fuentes del Gobierno. En esta parada esperan al PP y a su presidente, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, para que se posicionen. Para pronunciarse sobre esa cuesti¨®n deber¨¢ estar preparado el l¨ªder popular, pues los avisos de que se le va a preguntar sobre el asunto son p¨²blicos y notorios.
Este martes, S¨¢nchez intentar¨¢ en el Senado que Feij¨®o no se limite a aportar sus propuestas, sino que provocar¨¢ que se pronuncie sobre las decisiones que va a tomar el Gobierno. La subida del SMI ser¨¢ una de ellas; tambi¨¦n la revalorizaci¨®n de las pensiones, y est¨¢ pendiente el sueldo de los funcionarios. No es f¨¢cil para la oposici¨®n conservadora pronunciarse sobre subidas salariales, pensiones o salarios en la funci¨®n p¨²blica. Que sea el Gobierno el que pague el coste de sus acciones. Esta es la actitud de la oposici¨®n, confiada en que el radar ciudadano no detecte sobre qu¨¦ aspectos guarda silencio.
No ser¨¢ Feij¨®o el que convoque movilizaciones, aunque ser¨¢ comprensivo seg¨²n sean las razones. Los sindicatos, en breve, dar¨¢n a conocer cu¨¢ndo y por qu¨¦ llamar¨¢n a salir a la calle. Si la patronal no se sienta a negociar, esa raz¨®n es segura. Pero el Gobierno recibir¨¢ su parte de cr¨ªticas en las pancartas. Moncloa y los ministerios econ¨®micos pueden tomar medidas que amortig¨¹en el deterioro de la vida laboral y cotidiana. Ni tontos ¨²tiles, en beneficio de los detractores ac¨¦rrimos del Gobierno, ni el gran paraguas para el Ejecutivo de izquierdas. Los sindicatos buscar¨¢n un equilibrio que se les antoja dif¨ªcil. Mientras tanto, avanza el plan de movilizaci¨®n global auspiciado por la Confederaci¨®n Europea de Sindicatos. Antes de que llegue el fr¨ªo.
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