Fueron d¨ªas de v¨¦rtigo. El PSOE cre¨ªa haberle dado la vuelta al debate fiscal gracias a una decisi¨®n a la que se resisti¨® cuatro a?os: el impuesto a las grandes fortunas, que present¨® el jueves, y que en la pr¨¢ctica supondr¨¢ que los ricos de Madrid o Andaluc¨ªa, las comunidades del PP que han eliminado el impuesto de patrimonio, vuelvan a pagar como lo hacen los del resto de Espa?a y bloquear as¨ª una guerra entre comunidades para llevarse a las grandes fortunas. Pero la carrera que estaban iniciando los barones socialistas y arranc¨® el valenciano Ximo Puig para bajar impuestos a las clases medias y bajas rompi¨® el discurso del Ejecutivo y puso muy nerviosa a La Moncloa.

Mar¨ªa Jes¨²s Montero, la ministra de Hacienda, llam¨® al consejero valenciano, Arcadi Espa?a, para frenar la medida. Pero fracas¨®. As¨ª que el Gobierno precipit¨® su propia reforma y, seg¨²n varias fuentes, la hizo m¨¢s fuerte de lo que ten¨ªa previsto, aunque en Hacienda insisten en que todo estaba pensado hace tiempo.

El anuncio del jueves, con una profunda reforma que incluye subidas a los millonarios, a las rentas del capital y a las grandes empresas, y bajadas a las rentas bajas y a los aut¨®nomos, con un saldo positivo para el Estado de 3.300 millones de euros en dos a?os, reorient¨® todo. Unidas Podemos est¨¢ muy satisfecha porque cree que el PSOE se ha acercado a sus posiciones. Los barones socialistas, m¨¢s tranquilos y satisfechos con una reforma de corte claramente progresista, se quejan de que no ten¨ªan ninguna informaci¨®n de los planes del Gobierno.

Todos se vieron en Zaragoza dos semanas antes y all¨ª no se habl¨® una palabra de fiscalidad. Nadie intent¨® coordinar las medidas que los barones ten¨ªan que anunciar porque en septiembre casi todos ellos hacen sus debates del estado de la comunidad, como le pas¨® a Puig, que no pod¨ªa retrasar el anuncio porque ten¨ªa el pleno convocado. La Moncloa no cont¨® sus planes ni siquiera a sus socios de Unidas Podemos, que insisten en que la bajada en el IRPF por debajo de 21.000 euros entr¨® en la negociaci¨®n en el ¨²ltimo minuto, despu¨¦s del anunci¨® de Puig, que La Moncloa conoc¨ªa de antemano pero no aval¨®.

Algunos barones muestran preocupaci¨®n por el funcionamiento de la coordinaci¨®n en el PSOE en un momento en que vienen unas elecciones decisivas. La sensaci¨®n de que cada uno empezaba a ir por libre forz¨® precisamente a La Moncloa a acelerar la reforma.

Debate sobre la fiscalidad

En medio de esa tensi¨®n, un detalle muestra la escasa coordinaci¨®n de los barones cuando viene un debate como el de la fiscalidad, central en cualquier campa?a electoral. Durante las ¨²ltimas dos semanas, incluso despu¨¦s del anuncio de Puig, que desat¨® un debate en todos los medios sobre la fiscalidad, el chat que tienen los barones socialistas para intercambiar opiniones y coordinarse se qued¨® en silencio.

Ni La Moncloa les adelant¨® sus planes, ni se comunicaron formalmente entre ellos, ni la reuni¨®n de Zaragoza, pensada para buscar unidad, logr¨® una posici¨®n com¨²n sobre impuestos porque ni siquiera se trat¨®.

A¨²n as¨ª, en La Moncloa est¨¢n convencidos de que el debate est¨¢ reorientado. S¨¢nchez demostr¨® este s¨¢bado en un contundente discurso ante el Foro La Toja, lleno de ejemplos y datos, sobre todo comparaciones con EE UU, que va a dar la batalla ideol¨®gica para defender que los impuestos son imprescindibles para parecerse a los pa¨ªses m¨¢s avanzados y no a los m¨¢s desiguales. La coalici¨®n negocia este fin de semana los Presupuestos para aprobarlos el martes con un claro contenido progresista, con hitos que conf¨ªa en lograr Unidas Podemos como una reforma del seguro de desempleo para que tenga cobertura m¨¢s amplia o una prestaci¨®n universal de 100 euros por hijo. Con todo este paquete, el PSOE y Unidas Podemos creen que podr¨¢n recuperar la iniciativa y lanzarse a la batalla ideol¨®gica con el PP.